"Henko"

Llevo un año con esta palabra japonesa metida en la cabeza, la escuche por primera vez en un bar de mala muerte durante un viaje a Portugal hace años. Hace un año la volví a escuchar y dio un vuelco a mi vida, significa algo así como aceptar un cambio profundo que nos viene dado para tratar de salir adelante como una mejor versión de nosotros. ¿Lo curioso? Que llevo desde hace un año, cuando me dijo mi viejo amigo japonés que debía conseguir el henko, en el funeral de Silvia, mi mujer, sin saber que hacer ni hacia donde ir. De mis 61 años, 43 los he pasado junto a ella, siempre planeando el futuro dándonos un lugar al otro, ahora me costaba pensar en el futuro sin darle ese lugar a ella. Trabajaba como repartidor para una empresa de materiales de construcción, llevaba ya 40 años en ella, y ya me quedaban 4 años para la jubilación, para entonces teníamos mil viajes planeados, Groenlandia, Grecia o las Islas Feroe eran los primeros destinos que teníamos en dicha lista, pero ahora esa lista ya podía quedar en el olvido, a mis 61 años me encontraba con un dinero ahorrado para mil y una aventuras que se que no se van a cumplir.

Muchas noches en la carretera repartiendo con los ojos casi cerrados he pedido a Dios que me diera el dinero necesario para jubilarme, pues ahora descubro que a veces Dios castiga dándote lo que deseas, ya que realmente la muerte de mi mujer me había dejado con unos ahorros bastante grandes con los que teníamos pensado tachar cada uno de los destinos de nuestra lista pero ahora ya no tenia sentido y el dinero servía simplemente para sobrevivir mis últimos años de vida. 

A muchas personas el henko les llega con la aparición de su Dios o con un nuevo amor, en mi caso mi Henko se personificó en mi panasonic, un viejo móbil que me había regalado mi único hijo, Alejandro, para que pudiera lidiar con las nuevas tecnologías, y es que en uno de los peores días desde la muerte de mi mujer, nuestro aniversario de bodas, mi panasonic sonó, aún recuerdo la hora, 6:57 am.

- ¿Si?

- Hombre Manolo, ¿cómo estás?

- Bien bien, ¿pero quién eres?

- Ostia Manolo ya se te va la cabeza o que, soy David, el flaco.

- Hombre flaco que tal vas!

- Pues bien desde que no vienes por la Penya todo sigue bastante igual, mi mujer sigue enfadándose conmigo cada vez que llego tarde a casa apestando a alcohol, ya sabes, todo igual que cuando estabas tú.

- Dile a Gloria que no sea tan dura que ya sabe que ese es el mejor momento del día para tí, pero tu también cuidala hombre, si es que no te la mereces. ¿Y bueno porque me has llamado?

- Si que piensas mal de mí, te he llamado para ver que tal estabas y eso, hace tiempo que no te pasas por la Penya.

- Flaco te conozco como si fuera tu padre, si con lo que tu eres estás despierto a las 7 de la mañana y me llamas es que algo quieres.

- Pues no te voy a mentir, últimamente por la Penya el ambiente está un poco revuelto, estamos cansados de estos entrenadores que tienen mil cursos, cualificaciones y currículum pero a la hora de la verdad no tienen ni zorra idea de futbol ni de como llevar un vestuario, los chicos empiezan a estar cansados ya, llevan tiempo sin ganar nada y el ambiente no es el mejor.

- Con lo que ha sido la Penya... ¿bueno pero qué quieres?

- Manolo me vas a hacer pedírtelo como si fuera pedirte matrimonio o que, pues que seas tu el entrenador de la Penya.

- Anda ya! ¿Qué estás borracho o que? Pero si no he entrenado a un equipo en mi vida.

- Siempre se empieza por algo, y eres la persona que conozco que más le ha gustado el fútbol, aunque pasó lo que pasó, creo que no debes darle la espalda al fútbol.

- Sabes que desde lo de Silvia no me he perdonado, he dejado el fútbol en cualquiera de sus formas, hace 1 año que no compro ni el Marca.

- Manolo, no fue tu culpa que justo en un viaje con la Penya a Premià le pasará eso a Silvia.

- Debería haber estado con ella, no animando a 11 tíos con un balón.

- ¿11 tíos con un balón? Venga hombre Manolo, desde pequeño eres el mayor romántico de este mundo del fútbol.

- Ya no flaco, no insistas.

- Como era aquella palabra de la que me hablabas, kenho o henko, ya me entiendes, lo del cambio para evolucionar y esas chorradas que me contabas cada noche en la Penya, pues busca ese henko, a Silvia no le gustaría que te pasaras los últimos 20 años de tu vida con el culo en el sofá.

Cuando escuché la palabra henko mi mano izquierda tembló por un segundo, como si una parte de mí quisiera volver a despertar, una parte de mi que llevaba dormida desde que murió Silvia en una habitación de hospital sola, porque yo había ido a acompañar a la Penya Anguera a un desplazamiento a Premiá y cuando me avisaron del hospital ya era tarde, en los 20 minutos que tardé desde el Camp Municipal de Premiá hasta el Hospital del Mar Silvia se fue, sola, sin ver a nadie a su lado. Desde entonces pasé a odiar el futbol, algo que era como un monumento para mí, se convirtió en un castillo de cristal que se rompió en mil y una partes, dejé de ver su importancia, su sentido, todo. Pero al escuchar la palabra henko los cristales desaparecieron y aunque ya no había un monumento como el fútbol en mi vida, al pasar por encima de sus restos ya no sangraba, ya no había cristales, es como si hubiera perdonado al fútbol.

- Manolo, ¿vas a responder o que? ¿Aceptas?

- Acepto, pero en cuanto vea que algo no funciona me iré, sin tener que dar explicaciones.

- Vale Manolo, pues pasate esta tarde a las 17:30 por las oficinas de la Penya, que he quedado con Tito para que firmarais el contrato, sabía que vendrías.

- ¿Bueno flaco contento? Ya está, nos vemos esta tarde.

El fútbol siempre había sido crucial en mi vida, nací en 1962, cuando se estaba jugando La Copa Mundial en Chile, conocido como el mundial más agresivo de la historia y que gano la selección brasileña con la figura principal de Garrincha, que lideró a la canarinha después de la lesión de Pele. Pero hubo un partido que marcó un antes y un después conocido como "La batalla de Santiago". El arbitro ingles Ken Aston obligó a salir del campo (aún no existían las tarjetas) al mediocentro Giorgio Ferrini y al defensor Mario David por unas entradas de alto calibre, esta medida del arbitro inglés fue el desencadenante para la creación e introducción de las tarjetas amarillas y rojas al fútbol. La agresividad en esta segunda fecha de fase de grupos venía dada por los reportajes de los periodistas Antonio Ghirelli y Corrado Pizzinelli que criticaban al país chileno "Esta capital es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles". Para calmar los ánimos los jugadores italianos dejaron una imagen para la posterioridad, lanzando ramos de claveles blancos a la grada chilena antes del inicio del partido ¿La respuesta chilena? Abucheos, insultos y amenazas. El partido no decepcionó y fue catalogado como el partido más agresivo de la historia, obligando a la entrada hasta en cuatro ocasiones de los Carabineros, una institución policial chilena.

           La Batalla de Santiago, uno de los partidos más agresivos de la historia.

Cuando realmente me enamoré del fútbol fue en 1974, en el mundial de Alemania, que dejó momentos legendarios como "El partido del muro", que enfrento a la Alemania Democrática contra la Alemania Federal. Sin embargo, lo que realmente cautivó la atención de un niño de 12 años como yo fue la aparición de la conocida como "La naranja mecánica" con la figura de Cruyff como estrella y director de orquesta dentro del campo. No se si me enamoró el carisma de esa selección con jugadores como el guardameta Jongbloed que a pesar de ser portero llevaba el 8 a la espalda o su presión adelantada, atacando y defendiendo todo el equipo, me recordaba entonces a los partidos que jugábamos en los Jardines de Montserrat. 

Mientras más escribo más me doy cuenta de lo extraño que es mi amor por el fútbol, desde niño y como todos, creía que algún día sería el nuevo Di Stefano o Garrincha, pero como suele pasar, poco a poco ese sueño fue desapareciendo (no sin antes costarme mil y una broncas de mi madre cuando llegaba a casa con los pantalones todo agujereados o con las zapatillas semi destrozadas). Aún así, nunca me ha gustado el fútbol de ligas profesionales, siempre lo he visto como superficial, sin embargo, siempre he seguido de cerca los mundiales y el futbol amateur catalán, equipos como el UA Horta, Sants, Martinenc o el equipo de mi vida, la Penya Barcelonista Anguera. Tanto en las copas del mundo como en el futbol amateur veo eso que es diferente, jugadores que en sus ojos vuelven a ser niños y no juegan por dinero, clausulas o reconocimento, juegan por orgullo y honor, es por ello que veía la idea de entrenar al club de mi vida, la Penya, como mi posible Henko.

 

Editado Mayo 17, 2024May 17 por tuercebotas17

Buenas a todos! Después de un tanteo al foro con el inicio de una historia con un club ficticio de Inglaterra, el Royal Warwick, he visto que me motiva el foro para dar más vida a mis partidas y aquí estoy, ahora con una partida en el fútbol amateur español gracias al pack de @pablofg87 del sistema regional de España. 

No os asustéis! Sé que la introducción ha sido muy larga, pero de aquí en adelante serán más breves. Mi idea es compaginar mi partida del Football Manager con la historia de Manolo con muchos guiños al fútbol "vintage", intentando explicar con detalles historias del fútbol antiguo para así conocer a figuras como Paolo Rossi, Beckenbauer o George Best, a ver que puede salir de aquí 😂 Si queréis que hable de algún tema en específico o veis algún error en lo que escriba no dudéis en comentarlo, a ver si entre todos conseguimos hacer una oda al fútbol de campos de tierra y gradas de cemento.

El inicio será en la Penya Blaugrana Anguera, el club de la ciudad de Barcelona que ha marcado la vida de Manolo, sin embargo, no descarto cambiar de club en determinados momentos, el rumbo de la partida se irá definiendo a medida que avancen las temporadas. A medida que vaya subiendo capítulos y actualizaciones haré un índice para que sea más fácil seguir la historia.

Para finalizar, si tenéis alguna duda o recomendación no dudéis en comentar, un saludo a todos!

 

Editado Mayo 17, 2024May 17 por tuercebotas17

Pues el arranque me ha parecido absolutamente redondo. Mis felicitaciones.

A ver qué hace el bueno de Manolo, a sus 61 tacos sentándose por primera vez en los banquillos. Lo que no se le puede negar es que amor por el club y por el deporte tiene de sobra.