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La Premier es posible

. Brillante, apoteósico, tremendo....Los adjetivos sobran para lo vivido en Wolverhampton, donde el Southampton destrozó a todo un equipo de Premier, con un marcador espectacular y una gran imagen de juego.

Era muy consciente de que un partido así tiene un % muy importante de moral y motivación. Ir de víctima y como un equipo que no se jugaba nada más que la diversión de la competición era tener un punto a nuestro favor. Y en esa línea fue la charla antes del partido y en el descanso. Lo importante era estar motivados, quitarnos la presión de las piernas y apostar con descaro a lo que sabemos jugar: a fútbol y a fútbol del bueno.

El partido fue brillante en todos los niveles y la clave del partido fue la posesión del balón, totalmente a nuestro favor, con nuestros jugones escondiendo la pelota a los rivales y moviéndolo de un lado a otro, abriendo siempre el campo, buscando siempre el espacio.

Ellos sufrieron mucho en la presión. Lallana hizo estragos entrelíneas y con su juego al primer toque habilitó continuamente espacios con los hombres de arriba y los costados, que llegaban desde atrás con una gran verticalidad.

Con una línea defensiva muy adelantada ( Pazdan y Lancanshire estuvieron rapidísimos en el corte e infranqueables por alto) el agobio al que sometimos a los Wolves fue incesante y especialmente efectivo. Ellos tuvieron sus oportunidades, pero se cansaron de perseguir el balón.

Pases muy rápidos, transiciones eléctricas, siempre pasando por Lallana, que distribuía el tempo y el ritmo de juego desde la mediapunta.

Nos costó 3 tiros cerca de la portería contraria para agujerear el entramado defensivo rival.

La jugada fue bellísima: triangulación en la media entre Hammond, Lallana y Schneiderlin, trazando éste último un perfecto pase al hueco para Lambert. El delantero, impresionante de espaldas a portería, recibió en área pequeña y con dos toques – control y pase- habilitó a Papa Waigo que entraba como una exhalación por la izquierda y libre de marca. Golazo!

Los miedos sin embargo llegarían al poco de empezar la segunda parte ( acabamos la primera con un 70% de la posesión!) con un error incomprensible de Lancashire que se equivocó al dar un pase hacia atrás en un repliegue, habilitando al rival para el gol del empate. Era un error importante sí, que podría complicarnos las cosas, pero supimos mantener la cabeza alta.

Piensan que el canterano se amedrantó por su error? Ni hablar. Se recuperó y se soltó con un partidazo tremendo en el achique y la presión.

En el min 52, con un Lambert algo fallón de cara a portería contraria, decidimos darle la terna al joven Paterson y este devolvió la confianza en apenas dos minutos, tras un gran pase y pared con Lallana en la frontal y un grandioso disparo del canterano colocado al palo derecho. Nos poníamos por delante de nuevo en el marcador y el Wolverhampton apenas conseguía recuperarse anímicamente de dicha situación.

En el 79 se redondeaba la goleada con un disparo certero desde la frontal de Hammond ( a pase de Schneiderlin) y con un equipo rival hundido por la derrota, redondeamos la goleada en el 91, con un golazo de Lallana que recogió al borde del área y con gran pillería, un mal despeje de un defensa rival.

Victoria impresionante, no sólo por conseguirla ante todo un equipo de Primera división, sino por la forma espectacular en la que se demostró que con estilo y una idea, somos capaces de cualquier cosa.

Eso sí, el partido se cobró una malísima noticia y fue la lesión de Jake Thompson, que estará fuera del terreno de juego por 3 semanas. Nos quedamos para todo el mes de Enero sin nuestros dos extremos titulares ( Thompson y Holmes). Sin duda un duro inconveniente.

Dean Hammond (8.3)

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Alguien sabe qué pasó? Yo no

. De una noche gloriosa en Copa a otra que incomprensiblemente nos mostró su peor cara. De golear a domicilio ante un rival, a priori superior, a recibir otra ante un equipo al que ya habíamos derrotado en dos ocasiones esta temporada.

Ni de lejos puedo tachar de desastroso nuestro partido salvo por la terrible efectividad que mostraron nuestros rivales en nuestra portería, especialmente en la primera parte, que acabamos con un 2-0 en contra, con 7 disparos nuestros y únicamente dos de ellos.

Cierto que pasaron pocos días de nuestro gran partido copero; cierto que no teníamos en el once dos de nuestros hombres más determinantes en ataque ( Holmes y Thompson, nuestros extremos), pero no mostramos la misma solvencia defensiva que en partidos anteriores y padecimos injustamente una gran efectividad en los disparos de media distancia y balón parado del Charlton, que nos desquició por entero.

La falta de fútbol por las bandas ( no dimos un centro a derechas) provocó que nuestro juego tendiera hacia el centro y pese a que conseguimos dos goles que maquillaron el marcador final y pudimos recortar distancias, no fuimos capaces de mantener a raya a un rival que llegaba y marcaba, ante nuestra desesperación en la marca y en la presión defensiva.

Pagamos caro, no obstante nuestro arrojo en busca de la victoria ( Molyneux fue un coladero por la izquierda con tanto espacio por delante) y comprobé lo justos que andábamos de efectivos en la banda: sin Thompson, ni Holmes, ni Govern lesionado, el jovencito McLaggon acabó sobrepasado y tuvimos que tirar de Matic, un centrocampista zurdo del Chelsea que recién había llegado cedido en este mes de Enero.

Del partido me quedé con dos posibles errores cometidos en la alineación y los cambios posteriores: uno la titularidad de Paterson – muy desubicado todo el partido y quizá algo verde para asumir la titularidad de inicio- y el otro la apuesta de Lloyd James, nuestro lateral, como extremo diestro, al igual que hicimos en partidos anteriores con Harding, nuestro lateral zurdo que anda también lesionado. Derrota de esas que te tocan las narices y sufrimiento de la mayor goleada acontecida esta temporada ( nadie nos había marcado más de dos goles).

Además, la principal consecuencia de la derrota, fue la pérdida del liderato a favor del Norwich, que había resuelto fácilmente en su estadio el partido ante el Brighton.

Daniel Fox – Charlton Athletic (8.2)

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Manteniendo el tipo

. Visitamos Exeter con numerosas bajas y algunas novedades en el once, como el concurso de Gillet en lugar de Schneiderlin y el de las dos alas, con el debutante Kakuta por la izquierda y Papa Waigo por la derecha.

Nos costó terriblemente entrar en juego, con un Exeter que puso las líneas muy juntas y cerró bien los espacios. Al no desbordar por las bandas, abusamos del juego por el centro, aunque con demasiado nerviosismo y fallos en los pases.

Con todo, en el min. 26, en una de las pocas jugadas de ataque bien redireccionadas a la banda, Papa Waigo lanzaba un centro certero al área pequeña, donde a punto estaba de rematar Lambert. Matt Taylor, el central del Exeter quiso despejar el balón con tan mala fortuna para ellos de introducir el balón en su portería.

Nos fuimos al descanso sin apenas inquietar la portería contraria y pese a todo continuamos matando en las pocas oportunidades que generamos. Tras un robo en el centro del campo, Gillet habilitaba un pase a Lambert sobre la frontal, que se fabricaba un golazo con un disparo certero a la escuadra derecha del portero rival.

En el 52, decidí hacer un cambio táctico, pasar a un 4-3-3, con Lallana escorado a la izquierda y una línea de medios con Hammond, Schneiderlin y Gillet. A partir de entonces comenzamos a carburar, a tener la pelota y a generar el verdadero fútbol que atesoramos en las botas.

Pese al gol del Exeter, tras un mal rechace en la frontal de Hammond, impusimos nuestro juego, generamos las mejores ocasiones y finiquitamos el partido con un gran golazo de Lambert, tras jugada de combinación entre Schneiderlin y Lallana.

Nuestro delantero aun tuvo tiempo de marcar otro hat trick en el tiempo del descuento, pero el larguero frustró su tercer tanto de la noche.

Rickie Lambert (8.4)

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