Abril: Clásicos, ajustes tácticos y unión de equipo Llega el mes de abril, y con ello, incluido el clásico universitario. Partido importante para los hinchas azules. Si bien no está al nivel de nuestro otro clásico rival, sigue siendo una cita clave para nosotros. Nos preparamos con antelación, ya que el duelo se jugaría en la tercera semana del mes, dándonos margen para tomar decisiones y seguir agarrando ese ritmo que tanto anhelamos consolidar. Universidad de Chile – Audax Italiano Con nuestra gente apoyando, esperábamos tener un partido bajo control, pero nos vimos sorprendidos. Audax fue el primer equipo que nos complicó en el tema de posesión de balón. Estuvo muy reñido desde el inicio. No comenzábamos bien y, aunque al minuto 38 tuvimos un penal a favor, lo desperdiciamos. Así nos fuimos 0–0 al descanso. El segundo tiempo arrancó cuesta arriba: G. Ríos marcó el 0–1 a favor de la visita a los 50 minutos. Sin embargo, reaccionamos. L. Fernández, M. Díaz de penal y C. Palacios nos dieron la victoria con un 3–1 trabajado, pero merecido. Resultado final: Universidad de Chile 3 – Audax Italiano 1 Cobresal – Universidad de Chile El siguiente partido no sería fácil. Tocaba visitar a Cobresal, en El Salvador. Más allá del nivel actual que puedan tener, jugar en su casa siempre es complejo por el calor y la altura. Mi primera vez en la ciudad. El estadio, ubicado a 2.200 metros sobre el nivel del mar, me recibió con un aire que escaseaba. Pensé en cambiar nuestra manera de jugar; sabía que la alta intensidad que exijo podría pasarnos factura con el correr de los minutos. ¿Cuánto aguantaríamos así? ¿15, 30 minutos? ¿Y el segundo tiempo, tendríamos que resistir como fuera? No podía pensar así. Nuestra idea de juego venía recién dando frutos. No podía ceder tan rápido, pero tampoco podía ser terco. Les pedí a mis jugadores que mantuvieran más tiempo el balón, aunque eso significara retroceder y empezar de cero desde Castellón en portería. Intentábamos rotar el balón con calma. Contra todo pronóstico, resultó. El equipo se vio firme. Al retroceder el balón, Cobresal presionaba y dejaba espacios. La altura terminó afectándolos más a ellos. Supimos aprovechar los balones largos y los remates de distancia. Así, nuestra joya, L. Assadi, se destapó con dos golazos desde fuera del área. Emanuel Ojeda hizo lo propio y, desde el punto penal, L. Fernández selló un triunfo importantísimo. Resultado final: Cobresal 2 – Universidad de Chile 4 Universidad de Chile – Universidad Católica (Clásico Universitario) Llegaba finalmente el clásico universitario. El primer duelo entre ambos fue en 1937 y desde entonces se han disputado 194 partidos oficiales: 74 victorias para nosotros, 61 para ellos. Imposible no recordar el clásico de 2011, esa final de Apertura que quedó marcada en nuestra historia. Perdimos la ida 0–2 en casa y Católica llegó al partido de vuelta con cotillón, “celebrando” anticipadamente. Pero la U salió a ganar desde el primer minuto. Con un triplete de G. Canales, dimos vuelta el marcador, cerrando un 4–3 global inolvidable. Hoy, una vez más, saltábamos a la cancha. Esta vez con ciertas modificaciones. Sabía que el partido sería complejo. Intuía que habían planeado algo similar a lo que Audax hizo semanas atrás. Con los mismos once del 3-4-3, cambié a un 4-4-2 en rombo, como lo habíamos hecho con el equipo B. La presión constante funcionó: no nos generaron peligro. En el segundo tiempo, decidí volver a nuestra tradicional 3-4-3. Los mismos once, distinto dibujo. La decisión fue clave. Católica no supo cómo responder. Marcamos dos goles consecutivos al 59’ y 60’ por Mateos y Assadi. Un error defensivo permitió a Zampedri descontar tras un fallo de Zaldivia, dejando las cosas 2–1. Para calmar las aguas, volvimos al 4-4-2 y, de nuevo, Assadi marcó. Nuestro pequeño talento se está puliendo. Fue un partido estratégico, el primero en que utilicé dos formaciones con los mismos jugadores. Ajustes que resultaron decisivos. Resultado final: Universidad de Chile 3 – Universidad Católica 1 O’Higgins – Universidad de Chile El último partido del mes sería como visitantes ante O’Higgins. Un duelo extraño. Comenzamos ganando con un gol de cabeza de F. Calderón tras un córner ejecutado por L. Fernández. Un minuto después, expulsión por doble amarilla para ellos y penal a nuestro favor. M. Díaz lo falló, y como si fuera castigo divino, vino el empate. Para quienes conocen el fútbol, saben que jugar con uno más a veces se vuelve complejo según cómo se den las cosas. Pero el equipo mostró jerarquía. M. Díaz, pese al penal fallado, filtró un pase magistral para L. Fernández, quien puso el 1–2. Antes de terminar el primer tiempo, Pons marcó el 1–3 desde el punto penal. Esta vez, con inteligencia, nuestro capitán decidió cederle el penal a alguien que venía volviendo de una lesión. El segundo tiempo fue puro trámite, con dominio absoluto de nuestra parte. Resultado final: O’Higgins 1 – Universidad de Chile 3 Así terminamos abril. 12 de 12 puntos posibles. Y llegó el primer informe desde la directiva y la voz de la hinchada. La directiva estaba feliz. Valoraban el liderazgo que estaba mostrando. Felices de haber apostado por mí. Satisfechos con los partidos jugados, con la flexibilidad táctica mostrada ante Universidad Católica y con la cohesión creciente del grupo. Ganar dos clásicos fue un impulso anímico importante, no solo para mí, sino para el vínculo entre los jugadores, que cuando llegué, estaba completamente roto. Hoy se notaba otra cosa. Y eso me alegraba más que los resultados en sí. Los hinchas, por su parte, estaban ilusionados. Disfrutando las victorias y esperanzados con lo que vendrá en el mercado de fichajes. Algunos soñaban con nombres de renombre. Pero mi foco, sinceramente, estaba en quiénes podrían partir. Algunos jugadores ya habían dejado claro que su continuidad estaba en duda desde que llegué. Perderlos en mitad de temporada sería muy duro, más aún considerando que no contamos con gran presupuesto para reemplazarlos. Por eso miro la cantera. Como he dicho, la táctica está por sobre las individualidades, aunque éstas son necesarias. Pero si se van, tendremos que buscar la solución dentro del club. Porque lo que estamos construyendo, no se puede detener.
Archivado
Este hilo está archivado y por tanto cerrado a incorporar nuevas respuestas.