Empate en la ida de las semifinales de la Carabao Cup, en un partido trepidante en el que el West Ham fue mejor y el Arsenal fue más efectivo. El conjunto Gunner, a las órdenes de Zidane, ya no busca dominar al rival con la posesión, pero juega con un estilo ofensivo más directo e igual de peligroso. Aun así, los locales hicieron una gran segunda parte y merecieron algo más. Todo queda abierto para el partido de vuelta. Jugando en casa Hoeness quiso ser valiente e hizo salir a los suyos con la 4-3-3, en busca de un resultado bueno para la vuelta. Antes del partido recibía la noticia del regreso de Kudus de la Copa de África por un esguince de tobillo y será baja por unas 4 semanas. Frente a tanta baja el técnico alemán decidió salir con los jugadores más en forma y se guardó algunas bazas en el banquillo. Zidane solo contaba con las bajas de Tomiyasu y Timber y también apostó por una 4-3-3. El inicio fue de respeto entre los dos conjuntos, sin un dominador claro y con pocas ocasiones de gol. Poco a poco ambos conjuntos se fueron soltando y llegando al área rival. En cuanto a estadísticas el primer acto estuvo igualado para el Arsenal daba más sensación de peligro. El centro del campo local no estuvo a la altura y los Hammers se encomendaban a la pelea de Bowen, Cornet y un activo Ings. La medular visitante tampoco creaba demasiado y, ante un ausente Saka, el peligro lo ponía Martinelli. El primer tanto del encuentro llegó en una cabalgada de Zinchenko, mal defendida por la zaga local, cuyo centro tampoco acertaron a despejar y Martinelli remató, tocando el esférico en un defensor y despistando a Areola. El meta francés fue titular en la copa, al llevarse un golpe Fabianski en el entrenamiento previo al partido. El polaco se recuperó a tiempo pero por precaución jugó su compañero. De inmediato respondió el West Ham, en una buena acción combinada y un disparo de Danny Ings que desvió Ramsdale a córner. En el saque de esquina, Zouma se imponía por alto a todos pero su testarazo se estrellaba en el larguero. Llegaba mejor al final del primer tiempo el conjunto local y lo aprovechó. Centro de Bowen, Soucek peina de cabeza y Cornet ajusta el balón al palo. A pesar del gol, Hoeness no estaba contento con los suyos y nada más empezar la segunda mitad retiró del campo a Cresswell, amonestado y Gris. Emerson salía en su lugar y fue clave. El West Ham empezó a llegar más y mejor que su rival, con el carrilero brasileño muy participativo. Ward-Prowse no estuvo al nivel habitual pero tuvo dos ocasiones clarísimas para marcar. Primero con una falta directa que salió lamiendo el palo y otra en un tiro cruzado dentro del área que no encontró portería de milagro. Apretaban los locales y sufrían los de Zidane. Hoeness metía más piernas frescas, con la entrada de Antonio, Álvarez y el debutante Luizao. El técnico francés se vio obligado a retirar a Zinchenko, lesionado al iniciar un sprint. Los Hammers mejoraban y se lanzaban a por el partido pero no estaban acertados de cara a puerta. Pero el que golpeaba era el Arsenal. Córner al primer palo y cabezazo de Filipe Relvas. Pero los locales tenían guardada una bala en la recámara. Minutos antes Luka Jovic había entrado al campo por un Danny Ings peleón pero alejado del área. El serbio sería clave en el descuento. Gran centro de primeras de Ben Johnson y buen remate cruzado de Jovic. Tablas y el Emirates Stadium decidirá el finalista. En la otra semifinal toma ventaja el Liverpool, ganando por 0-1 a domicilio al Nottingham Forest. Los visitantes fueron prácticos y basaron su victoria en un gol de Darwin Núñez y las buenas paradas de Kelleher, los héroes de un partido en el que perdieron a Luis Díaz por lesión.