Oogadei Khaan Publicado Junio 20, 2020 Publicado Junio 20, 2020 Cuando se habla de tácticas en la actualidad, son contadas las ocasiones en las que se nombran las líneas de 3 o de 5; en el fútbol de hoy en día tácticas que no contengan cuatro defensas no suelen ser más que situaciones especiales en las que un técnico busca contrarrestar una amenaza puntual del rival; realizar una marca personal sobre dos delanteros y dejar a un defensa libre, generar una superioridad de hombres por el centro ante la concentración de ataques por esta zona del equipo contrario, etc. La excepción a esto en la actualidad serían, en caso de la Premier league, el Wolverhampton y Sheffield United; ambos planteamientos muy interesantes de tres defensas centrales, que pese a ser bastante diferentes a la hora de jugar comparten un punto en común, la incomodidad de sus rivales ante estos esquemas. Otros casos populares hoy en día serían el del contraofensiva Atalanta y el actual Borussia Dortmund, que terminó por usar esta defensa ante las falencias que le entregaba la línea de cuatro a inicios de la temporada. En el caso de Football manager, cuando se intenta ocupar una línea defensiva de 3, por lo general esta se ocupa acompañada de carrileros por los costados, que a la hora de perder el balón se posicionarán junto a la ya nombrada línea de 3 para formar una sólida línea de 5, otorgando mucha solidez defensiva, pero a su vez provocando que el carrilero deba recorrer largas distancias para cumplir con una faceta ofensiva o, por el contrario, perder aún más hombres a la hora de generar un ataque. Por otra parte, usar extremos a la altura del mediocampo por las bandas debilita tremendamente nuestra defensa, pues subirán de forma más regular al ataque, buscando llegar a línea de fondo pero a diferencia de los carrileros, no aportarán tanto defensivamente. No obstante, si analizamos el fútbol actual, en donde por lo general cuando el equipo se encuentra en el proceso de transición a ataque o durante el ataque mismo, al menos uno de los dos laterales del equipo sube, y con esto, si uno toma una «fotografía» del equipo en ese momento podemos ver que cuando esto sucede la mayoría de los equipos forma una línea de tres entre el lateral del lado contrario y los dos centrales. En una línea de tres que da total libertad en la banda a los extremos, podría resentirse ante la pérdida de la posesión cuando ambos extremos se encuentran arriba, pues en un contraataque de una táctica habitual hoy en día no es difícil ver al menos tres jugadores llegando de forma rápida al área rival. Para esto es importante que un jugador del mediocampo sea capaz de ubicarse de forma más retrasada, pudiendo este volver siempre de forma veloz para ayudar a las tareas defensivas Parte I: la defensa Cuando las veloces contras ocurren, es importante que los defensas del equipo abarquen la mayor cantidad de terreno posible; si un jugador rival se abre a la banda mientras otros se cierran buscando el centro, es muy importante que uno de los centrales presione en la banda, a la vez que los otros dos se ubican en el área, uno libre y el otro buscando marcar al hombre. Tenemos, entonces, dos factores defensivos muy importantes que hay que entender a la hora de formar una línea de tres defensas; que los centrales que juegan más abiertos sean capaces de dar cobertura a los extremos y que al menos un volante sea capaz también de ayudar en labores defensivas al centro. En cuanto al central, para una posición así, y considerando que buscaremos un equipo muy ofensivo, privilegiaremos la velocidad y la técnica -pues necesitaremos que tengan buena salida para cubrir la falta de laterales - por sobre los atributos normales de un defensa. Otro punto a considerar son sus atributos mentales; en equipos ofensivos que tienden a quedar «uno a uno» atrás es muy importante que sus capacidades mentales sean siempre las mejores, pues un error por lo general costará un gol. Lo más recomendable es usar un jugador que normalmente sería lateral como central, aunque esa no sea su posición favorita, no deben temer a la calificación roja o amarilla, el jugador podrá de todas formas cumplir bien en la posición si sus atributos son los correctos. El caso del volante defensivo es un poco más fácil; necesitamos un jugador que cumpla bien defensivamente, entregue bien el balón y sea ordenado. Privilegiaremos los atributos técnicos y defensivos por sobre los físicos, pues este jugador no necesitará recorrer tanto terreno, al estar siempre cerca de la defensa. Los dos puestos que nos quedan por definir son el del líbero y el portero, comenzaremos primero por definir al último de los dos. El guardameta deberá ser muy rápido en las salidas - para entregar posibles jugadas de gol de contra - y a su vez también ser rápido para enfrentarse a los delanteros que pueden llegar a aprovechar contras rápidas para encontrarse en situación uno contra uno con él. Un buen portero para la función de portero cierre en ataque o apoyo es muy recomendable. El último jugador de esta primera parte será el líbero; el jugador que se ubica atrás de los dos «stopper» para cubrir sus espaldas. No solo debe de ser tanto o más rápido que sus compañeros, también debe ser el jugador con mejores atributos mentales, sobretodo en cuanto a la colocación y la serenidad. Como podrán ver, en casi todos los puestos defensivos tendremos más a jugadores rápidos y técnicos por sobre jugadores que podrían ser considerados «ideales» para dichos puestos. La primera vez que utilicé este esquema en FM terminé reconvirtiendo a tres laterales en centrales y a un central en mediocierre para lograr cumplir con la velocidad necesaria que me otorgarse una mayor seguridad en defensa cuando el equipo se movía tan verticalmente en la ofensiva. Durante la siguiente parte analizaremos el mediocampo de la táctica. Parte Ii: el mediocampo En la parte anterior de esta guía analizamos la defensa, los tres jugadores de atrás y su compañero crucial, el mediocentro. Durante esta parte analizaremos la zona central; los cuatro volantes que forman la parte fundamental del juego en este esquema. Comenzaremos por las bandas. En ambos casos, la función del jugador es la misma; proteger y atacar por la banda. Normalmente, la debilidad de las líneas de tres reside en la pérdida de los laterales, que suele dejar a nuestro extremo en situación de 2 a 1 en la banda. Con las indicaciones que nuestros defensas centrales tienen, usualmente los que juegan más abiertos subirán a ayudar al extremo cuando este tenga el balón, pero aún así, dicho defensa no recurrirá usualmente a "pasar por la espalda" del extremo para generar ventaja en la banda. Es por ello la importancia de los atributos físicos de nuestro extremo, por sobre los mentales o técnicos; si bien siempre será importante que sea capaz de lanzar buenos centros, esto no servirá de nada si no es capaz de soportar el agotador y solitario ida y vuelta por la banda. Por el centro tenemos dos funciones muy importantes: la primera es el ida y vuelta de las transiciones de ataque a defensa y viceversa, en la que es crucial tener un jugador capaz de recorrer toda la cancha, presionando, recuperando y entregando el balón. La segunda es la de crear juego y generar oportunidades ofensivas. Para la primera labor, existen dos opciones; un centrocampista recuperador que será encargado de la destrucción y la presión del juego rival, pero con un aporte ofensivo más bien escaso. La segunda opción es la del mediocampista todoterreno, que recorrerá el campo de forma vertical de área a área. Su papel defensivo es más débil que el del recuperador, pues abandonará recurrentemente su posición para subir al ataque. La ventaja que entregará a favor de esto es su virtud ofensiva, su capacidad de llegar hasta el área rival con amplia capacidad de gol. Por lo general, el todoterreno suele ser el tercer jugador más goleador del plantel. El segundo puesto es un asunto más delicado; existen tres posiciones que pueden entregarnos la capacidad de creación y organización de juego: el pivote organizador, el organizador avanzado y el organizador itinerante. El pivote organizador intentará crear juego sobretodo desde atrás, manteniendo el equilibrio en el campo y abandonando rara vez su posición. Esta es una de sus virtudes y a su vez de sus falencias, pues si bien ayuda a mantener un equipo estructurado, ya tenemos a un mediocierre y a otro mediocampista que aportará a las labores defensivas, por lo que la falta de ataque del pivote terminará por volver al equipo aún más estático. Es, en todo caso, una muy buena opción si se quiere mantener el resultado, para generar fútbol más lento y a ras de suelo y mantener la posesión los últimos minutos. El organizador adelantado es todo lo contrario; pues rara vez volverá de la zona ofensiva a buscar el balón o a presionar a los rivales. Cuando el equipo está abajo en el marcador o se necesita generar más daño en la zona ofensiva es la mejor opción. Finalmente, el organizador itinerante es el punto intermedio entre los dos anteriores; subirá a generar daño en campo rival, pero también se encargará de retroceder en cuanto el equipo pierda el balón. Es la opción ideal para un esquema que busca no solo mantener la posesión, si no también generar verticalidad y ataques veloces con buen volumen de jugadores. Es, también, el más complicado en cuanto a su jugador ideal, pues no solo necesita buenos atributos mentales y técnicos, si no también físicos, pues el trabajo de ida y vuelta que hará por el campo es enorme. Con esto hemos terminado el mediocampo del equipo, quedando así: Portería: portero cierre en apoyo Defensa izquierdo: Defensa con toque-defensa Defensa central: libero en apoyo Defensa derecho: Defensa con toque-defensa Mediocentro: mediocierre en defensa Mediocampista izquierdo: extremo en apoyo Mediocampista central 1: todoterreno en apoyo Mediocampista central 2: organizador itinerante en apoyo Mediocampista derecho: extremo en apoyo. Parte III: el ataque Para concluir el planteamiento quedan solo dos puestos; los dos delanteros. Normalmente se considera que los delanteros son los principales atacantes de un equipo, sin embargo, aquí no solo son el eje principal de ataque, si no también la primera defensa, pues su labor inmediata tras la pérdida del balón será la de presionar a los defensas rivales - principalmente a los laterales -. En ambos atacantes necesitaremos un perfil bastante completo; son cruciales el aguante físico, el remate, la técnica, la serenidad y la velocidad. El cabezazo, salto y altura también aportan bien al juego considerando que nuestros extremos centrarán regularmente, aunque su anticipación y desmarque es más importante, pues centrarán siempre al segundo palo, privilegiando más el desmarque del delantero que la lucha contra los defensores. Para estos delanteros existen algunos roles que pueden ser buena opción: Delantero avanzado: probablemente el rol más genérico, y por lo mismo el más versátil; es capaz de presionar si se le ordena, y se mueve por todo el frente de ataque. Su única debilidad es que no suele retroceder para acompañar a los mediocampistas en tareas de creación, pero sigue siendo una muy buena opción tanto para uno de los delanteros como para la pareja. Delantero presionante: mucho menos versátil que el anterior, pero cumple a cabalidad la instrucción de presionar, sobretodo a los laterales cuando se lo deja con marca asignada. A diferencia del DLA, la posibilidad de dejar al delantero presionante como apoyo si le permite retroceder a realizar combinaciones con sus compañeros, sin embargo, no es recomendable que ambos delanteros lo hagan, pues entonces el equipo perderá las referencias en el área. Es una buena opción para uno de los delanteros, sin embargo no es recomendable que los dos lo hagan. Segundo delantero: es la última de las opciones, y normalmente la menos goleadora, pero a su vez también la más creativa; un segundo delantero que acompañe a un DLA suele ser el jugador con más asistencias en el equipo, a costa, claro, de que jugará tan atrás que los goles del equipo dependerán en gran parte solo de su compañero. Es la mejor opción como pareja de la delantera si sentimos que el organizador del equipo no está generando tanto fútbol como nos gustaría. Tenemos entonces, tres duplas recomendables: DLA-DLA DLA-DLP DLA-2°D En los dos casos finales, es recomendable que el DLP y el 2°D cumplan una labor de apoyo.
Posts Recomendados
Archivado
Este hilo está archivado y por tanto cerrado a incorporar nuevas respuestas.