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Reconstruyendo al Dover Athletic

 

Más allá de la ciudad, nuestra Dover es conocida como la puerta que conecta Gran Bretaña con Europa, especialmente desde la apertura del túnel del Canal de la Mancha. Un lugar de paso del que algunos nos hemos encariñado, y que las circunstancias y los avances han ido transformando, pero que suele quedar alejado de los focos de los reporteros cuando no hay ningún paro de transportistas ni colas para cruzar al otro lado del túnel.

Quizás por ello, aquí el futbol siempre ha sido un pasatiempo popular y amateur. De los de ir al estadio en familia, con el campo de barro y el tercer tiempo en el pub con una buena pinta en la mano. Pero se empezaron a hacer las cosas bien, y hace una década que el equipo se asomó al mundo semiprofesional. Primero en la Conference League South y, tras un ascenso, en la National League. Durante 10 años, el Athletic (como le conocemos aquí) ha ido acercándose hasta acariciar con los dedos la Football League, jugando incluso un play-off de ascenso a League Two.

Pero llegó 2020 y todo lo que podía torcerse se empezó a torcer. A los primeros impactos del Brexit (que, para un pueblo tan vinculado a la conexión con Europa, es un tema sensible) llegó un virus que paró todo lo que imaginábamos que era imparable. El Athletic tenía la temporada 2019-2020 resuelta y, a pesar de las dificultades, pudo acabar en la zona tranquila de la clasificación.

Pero la temporada 2020-21 iba a ser otra historia. Una vez la incidencia del virus bajó en verano y primer otoño, el Gobierno decidió retomar las competiciones garantizando los fondos necesarios a los clubes durante 3 meses, pero esa decisión fué una bomba de tiempo para clubes populares como el Dover Athletic, ya que sin ingresos de público ni actividades para recaudar fondos, difícilmente podrían continuar más allá de esos 3 meses. Y así sucedió. Pasados los 3 meses, los clubes de la National League debieron decidir si continuaban la competición como las ligas profesionales de la Football League, o paraban cómo las demás categorías amateur y semiprofesionales. Los clubes se posicionaron entre los que tenían colchón en forma de propietario con recursos para invertir y querían buscar el asalto a la League Two, y los que estaban más preocupados por sobrevivir deportiva y/o económicamente. Finalmente, los primeros ganaron 13-10 y el Dover Athletic tuvo que elegir entre pedir un crédito inasumible de cientos de miles de libras o retirarse de la competición.

Al no haberse jugado las categorías inferiores, la Federación inglesa decidió que no habría descensos en National League, pero la retirada de la competición no iba a quedar sin castigo: una multa de 40.000 libras y empezar la siguiente temporada con una penalización de 12 puntos. En la situación del Dover Athletic era lo equivalente a firmar una sentencia de descenso en diferido: un año de proyecto perdido (qué jugadores y entrenadores iban a querer inscribirse con un equipo condenado al descenso antes de empezar la temporada?) y comprometer la viabilidad económica del club.

Pues bien, entre esa lista de locos, uno destacó por encima de todos: Owen Sanders, un chaval de 21 años llegado de Norwich, que decidió pasar del Football Manager a la vida real e intentar el más difícil todavía: reconstruir al Dover Athletic y devolverlo al camino del que el infortunio le separó, la Football League.

 

Editado Enero 18, 20232 años por Jambiser

Vuelta al barro inglés. Huele a linimento y humedad. Me encanta!