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jv96

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  1. jv96

    Desde la nada

    Comencé desde la nada. Entrenador sin títulos y experiencia de futbolista de fin de semana. Con muchas ligas de Europa cargadas, sobre todo las importantes y la zona de Escandinavia. Comencé como mánager en paro. Tuve que esperar para conseguir mi primer trabajo, este llegó a mediados de 2023, mitad de temporada en la liga sueca. El IFK Eskilstuna, un histórico de la liga sueca, despidió a su mánager por los malos resultados cosechados. Este equipo, con un campeonato nacional en 1921, uno de los fundadores de la Allsvenskan y 26º en su clasificación histórica, no pasa por sus mejores años. Luchando por sobrevivir en la cuarta categoría de Suecia, deciden poner su fe en un mánager español desconocido sin ninguna titulación de entrenador. Con una plantilla mejor que su posición en la tabla, ya que sólo se habían ganado 2 de los 13 partidos disputados, se consiguió remontar para acabar 5º en la División 2 Södra Svealand. Se consiguieron 8 victorias en 13 partidos, capitaneados por Simon Lundevall, ex jugador de equipos como el Elfsborg y el Gefle IF, cuya calidad era muy superior a la de la categoría. Para la temporada siguiente, se realizaron varios fichajes, entre ellos Emil Skillermo y Eskil Persson, los cuales resultaron tremendamente importantes para conseguir el campeonato de la División 2 Södra Svealand y el ascenso a la Ettan Fotboll. Sin embargo, a pesar de los grandes resultados (72% de victorias en 40 partidos), el vestuario no estaba contento con que un mánager tan joven, de 28 años, y de tan poca experiencia les guiase. Esto provocaba muchas tensiones entre jugadores, entrenador e incluso directiva, provocando que cambiásemos a un equipo de la misma división, el Atvidaberg, para la temporada de 2025. Recién descendidos de la Superettan, el equipo de Erik Grandelius tenía importantes problemas económicos, ascender otra vez no era una posibilidad, sino una obligación. Con un vestuario cuyos mejores jugadores querían irse y una directiva muy preocupada por el dinero, hubo unos comienzos de temporada difíciles. 4 derrotas y 3 victorias en los primeros 7 partidos hacían parecer un error la elección de un español desconocido como mánager. Sin embargo, a mediados de mayo se comenzó a mejorar y, ayudados por las cesiones de mitad de temporada llegadas de equipos más grandes, se consiguió una racha de 14 partidos sin perder en liga para llegar al playoff de ascenso. En este, los dos equipos clasificados 13º y 14º en la Superettan juegan contra los segundos de la Ettan Fotboll. Tras un 2-0 en casa, supimos sufrir perdiendo 0-1 fuera y consiguiendo el ascenso. Pero los problemas que nos acosaron todo el año no habían desaparecido. Una directiva que no quería proporcionarnos apenas dinero para mejorar nuestra plantilla y la marcha de las cesiones clave que nos dieron el ascenso provocaron nuestra dimisión para ir a pastos más verdes. Literalmente. El Kerry F.C. es el equipo más joven de los 20 que componen la League of Ireland. Sólo se conocía la derrota antes de mi llegada, y ahora es el tercer club más prestigioso del país, con varias participaciones en competiciones europeas. La temporada del 2026 fue dura, ya que se realizaron unos fichajes para mejorar el equipo, entre ellos el antiguo jugador de Eskilstuna Eskil Persson, pero no fueron suficiente. Un año muy sufrido, en el que había que luchar por cada punto y jugando con una formación de 5 atrás que nos daría una necesaria capacidad defensiva. Aún así, se terminamos octavos en la liga, yendo de menos a más y realizando varios fichajes que darían de qué hablar. 2027 comenzó muy diferente. El Kerry salió al primer partido de la liga con hasta 8 extranjeros en su 11 titular, dando mucho de qué hablar en la prensa local. Chavales recién liberados de grandes equipos europeos, como Jakob Sachse, que ayudaron al Kerry a ganar el campeonato de la SSE Airtricity League First Division. A lo largo de este año también se consiguió la victoria en la copa local, la Munster Senior Cup, que engloba a los mejores equipos de la región de Munster. En ella, el Kerry sólo tuvo que vencer a otro equipo semiprofesional, el Cork City, los a priori favoritos, en cuartos de final. Tras un 2-1 al Rockmount en la final, llegaba nuestro segundo título como entrenador, al que seguiría la segunda división irlandesa los meses siguientes. Siendo el equipo de moda en la Liga de Irlanda llegamos a la Premier Division. Y vaya sorpresa nos llevamos. Comenzamos la temporada de 2028 con 1 partido ganado y 8 perdidos en la primera vuelta. Esto casi acaba con nuestra moral, pero supimos reponernos y perdimos solo 4 de los restantes 27 partidos para acabar el año en tercera posición. A solo 5 puntos del Derry City, los campeones, y de la mano de los goles de Sachse y de la calidad de Cian Coleman, conseguimos realizar una campaña espectacular, superando todas las expectativas. Pero lo complicado no es quedarse a las puertas, lo complicado es ganar. Al año siguiente, en la temporada 2029, con una directiva que estaba de acuerdo conmigo en casi todo y con una plantilla en la que había buen rollo, entre ellos y con el entrenador, el cielo parecía el límite. Además, el fútbol europeo llegaba a Kerry. Un comienzo irregular vino acompañado de un tramo entre abril y mediados de septiembre casi perfecto. 35 partidos en todas las competiciones de los que solo se perdió uno. Desgraciadamente fue la final de la Copa Munster Senior, que ganamos el año pasado, pero no pudimos revalidar debido a la mala suerte y un Cork City muy peleón. Pero la parte buena es que éramos líderes de liga, seguíamos vivos en la Copa de Irlanda y habíamos hecho historia en el Europa. Cuatro eliminatorias europeas, 7 victorias y un empate. El Celje esloveno, el Sloboda bosnio, el AIK Topola serbio y nada más y nada menos que el AEK de Atenas cayeron a nuestros pies para llegar a la fase de grupos de la Conference, el tercer equipo irlandés en lograrlo. Así llegamos al final de temporada con la moral muy alta pero muy pocas piernas. Varias derrotas en liga hicieron que el Derry City nos adelantase justo al final, perdiendo el título por 2 puntos. Acabamos la liga con 74 puntos que cualquiera de los 3 años anteriores nos habrían dado el campeonato. Ganamos la FAI Cup (Copa de Irlanda) y nos clasificamos a los dieciseisavos de la Conference pero la decepción de la liga pesaba mucho. Por nuestro buen hacer, había equipos que estaban llamando a las puertas, así que era el momento de cambiar de aires. Esta decisión sería mala tanto para mí, como ahora os contaré, como para el Kerry, que acabaría segundo en liga en 5 de las siguientes 6 años, sin poder llegar a levantar este trofeo. Dejamos Kerry con 102 victorias en 186 partidos, como empleados favoritos y con la base que llevaría al equipo a ser el tercero más prestigioso en la República de Irlanda. A finales del año 2029 había ya cierto runrún por mi nombre en las grandes ligas europeas. Me habían llegado ofertas de algún equipo de la 2.Bundesliga y de La Liga Hypermotion. Pero el que más me llamó la atención, por historia, nombre y situación actual fue el Kaiserslautern. El club que vio nacer a Miroslav Klose y ganador de 2 Bundesliga en los 90 se pudría en la 2.Bundesliga después de dos ascensos y dos descensos a la primera división en los últimos 5 años. El objetivo era claro, subir, y subir ya. Además para mantenerse. Después de mis 3 ascensos en 7 años, entendí que éramos la pareja perfecta. Llegamos en pleno mercado de invierno. Tras evaluar al equipo, decidí que era necesario fichar a un delantero, y Sean Nilsen Modebe fue el elegido. Aportamos mucha fortaleza defensiva pero nos faltaba un nosequé para ganar los partidos. Además, el equipo estaba, en general, bastante enfadado porque querían jugar en la Bundesliga y no en segunda. Acabamos la liga en 9ª posición, tras empezar 13º, lo cual auguraba buenas cosas para el año venidero, en el que el ascenso era necesario. Sin embargo, había cierto resquemor entre las voces más veteranas de la plantilla con el mánager, por no ser muy conocido, y porque no quería dejar que los jugadores hicieran lo que les apeteciera. La temporada 2030/2031 comenzó con buena pinta. Muchos fichajes jóvenes que hacían veces de titulares. Una defensa muy sólida, aunque con un ataque con problemas para meter goles. Se comenzó bien, sólo se perdieron 4 partidos hasta noviembre, aunque siempre con cierta tensión en el ambiente. Jugadores con desavenencias con el mánager, queriendo irse y con los líderes de equipo poniéndose siempre y sin excepción del lado de los jugadores. Pero las cosas en liga iban medianamente bien, en torno a la 4ª o 5ª posición, que nos auguraba, por lo menos, un playoff de ascenso si enganchábamos una buena racha. Pero en 2031, llegó el desastre. Muchos jugadores forzaron salir a equipos en peor situación, o buscaron peleas con el mánager y se comenzó a perder. Y de qué manera. 2 victorias en los últimos 18 partidos de liga, con un ambiente muy malo y unos jugadores que no creían en el mánager, provocaron mi desitución a falta de un partido para que acabase la temporada. 14º de 18 equipos y con la moral por los suelos, juré vengarme de todos estos jugadores que no quisieron creer en mí ni en mis tácticas desde un primer momento y que llevó a año y medio de luchas y complicaciones casi siempre extradeportivas. Salí por la puerta de atrás, pero volveré para llevar a equipos más grandes a cotas más altas, que sepan confiar en un mánager como yo. Así, sin trabajo y con la mancha en mi historial que fue el paso por el Kaiserslautern, comencé la búsqueda de trabajo. Puse mi objetivo en equipos similares al Kaiserslautern, pero no conseguí convencer a ninguna directiva que se centraban demasiado en la ruptura de promesas y mal ambiente que hubo en mi último trabajo. Pero vi un rayo de luz. Como el amanecer en el Ártico, vi que quedaba libre el puesto del Breidablik islandés, a quienes ya entrené en el FM20 con muy buen recuerdo. Como si fuera el destino, pedí el trabajo y me lo concedieron. Con 2 victorias en la Pepsi Max Deild, en 2010 y 2022, gozaban de cierta estabilidad en la primera división, pero sin llegar a más. Vikingur R y KR dominaban el país, y esta temporada 2031 el Breidablik se encontraba en última posición, con muy mala pinta de descender y estar fuera de la Pepsi Max Deild desde 2005. Con 2 victorias en 14 partidos, la temporada parecía complicada, pero el equipo tenía calidad suficiente para no acercarse siquiera a sufrir por el descenso. En los 8 partidos restantes conseguimos 4 victorias y 2 empates. En Islandia, tras jugar 2 vueltas, se divide la liga en dos grupos, el del descenso y el del campeonato. Los 6 primeros en uno y los 6 últimos en otro. Nosotros llegamos al grupo por el descenso en 10ª posición, fuera de los dos últimos puestos del descenso, y conseguimos salvarnos holgadamente, finalizando primeros de este grupo, ganando 4 partidos y empatando el restante. La plantilla tenía muy buenos jugadores, solamente era necesario encontrar un par de piezas para dar con la tecla de la victoria. Para la siguiente temporada, el objetivo era ganar. Teníamos una ventaja muy grande respecto a nuestros competidores, porque no participábamos en las eliminatorias europeas, que se hacían justamente en mitad de temporada y el cansancio que provocaban podía dar al traste con una temporada que estaba yendo bien. Una serie de fichajes libres como Hugi Hrólfsson y una serie de cesiones y ventas para liberar presupuesto de sueldos, nos dejaron con una plantilla muy local y joven. Comenzamos la temporada con la Delidabikar, la Copa de la Liga, que es un trofeo de pretemporada que no da acceso a Europa pero sí pone una copa en tus vitrinas. Y eso hicimos. Ganando nuestro grupo con holgura, nos enfrentamos al Vikingur R en la final y les ganamos por penaltis tras un partido disputadísimo en el que tuvimos bastante suerte. Y así comenzó la magia. Tras perder el primer partido, encadenamos 13 sin conocer la derrota. Aunque en julio y agosto fallamos un poco, perdiendo partidos en liga y con una eliminación de la Copa en las semis, nos encontramos ante el grupo por el campeonato en 3ª posición y a 2 puntos del Vikingur. Pero llegó el desastre. Una derrota por un mal partido nuestro contra el Stjarnan y nuestra incapacidad para ganar a un Vikingur mejor que nosotros provocó que acabáramos el curso en segunda posición, clasificados para las rondas previas de la Europa League. A 3 puntos del líder y con flashbacks de lo que pasó en Kerry, me prometí volver mejor y evitar que se me escape la liga al año siguiente. 2033 no empezó como esperábamos. Perdimos en semis de la Delidabikar y empatamos 3 de los primeros 4 partidos de liga. Pero, empatar no es perder. Se ganó la Supercopa Islandesa (Meistarakeppni) y, aunque se perdió en octavos de la Copa contra un ÍA que venía primero en Segunda, en liga seguíamos sin perder. Las competiciones europeas fueron otro rollo. En primera ronda de la Europa League nos esperaba el Derry City, quienes ya nos quitaron la Liga Irlandesa en los últimos compases 4 temporadas atrás. Y no pudimos con ellos. Derrota fuera, empate en casa y a intentar meternos en la Conference. En la 2ª ronda de la UECL nos tocó el Sumqayit azerí, a quienes ganamos sin problemas, para volver a Irlanda, esta vez a la del Norte, en la 3ª ronda. Un 0-1 en casa nos hacía augurar lo peor, y fuimos a Cliftonville a ganar como fuera. Fue un partido muy nervioso en el que nos adelantamos en el minuto 35 y se aguantó ese resultado hasta el 90. Strymir Thorvardson metió uno de los goles de falta más bonitos más "clutch" y más impresionantes que he visto nunca. Fue uno de esos momentos en los que dices: "Joder, que puto juegazo". En la última ronda de clasificación nos deshicimos cómodamente del Slovan Liberec y nos metimos en la fase de grupos de la Conference! Ahí es nada. Mientras tanto, en liga, perdimos el invicto en nuestro 20º partido de liga, cómo no, frente al Vikingur. Esto hizo que llegáramos empatados con ellos a la separación de la liga. Sin embargo, este año nosotros fallamos menos, y ellos mucho más. Llegamos a un último partido Breidablik - Vikingur R con 1 punto de ventaja, pero este año sólo había un equipo y ese éramos nosotros. Doblete de Francisco Javier Torrano para mandar al Vikingur a casa segundos. Nosotros, por fin, Campeones! Este año tuvimos un equipazo y se notó. 28 goles de Torrano y 29 de Orfei (24 en liga, nuevo récord de la Pepsi Max Deild) que nos llevaron a cotas altísimas. Y ahora a disfrutar en la Conference y a hacer lo que se pueda. Esta comenzó con una dura derrota 0-3 frente al Villareal, pero en los siguientes partidos fuimos capaces de dar la cara. Victorias frente a Istra, Slavia de Praga, Aktobe y Lugano y derrota frente al Casa Pia nos colocaban novenos, a 3 goles de poder pasar directos a octavos. Pero esta historia ya se desarrolla el año que viene. Cuando un equipo pequeño como el Breidablik lo hace bien en Europa, vienen los equipos más grandes como buitres. Y así hubo salidas de jugadores, entre ellos Torrano, que nos dolieron en el alma. Además, un gran problema de la liga islandesa es que el mercado de invierno se abre en febrero, después de la fecha de inscripción a las eliminatorias de las competiciones europeas. Esto nos suponía un problema pero había que intentar sobreponerse. El sorteo fue malo, malísimo, peor. Nos tocó el otro equipo islandés que quedaba en competición. El puto Vikingur R. Y además nos humillaron. Dos derrotas, 3-2 en su casa y un dolorosísimo 1-5 en un partido en el que estuvimos volcados en ataque y no nos salió nada. Con esta decepción enorme, afrontamos la Delidabikar con ganas de venganza. Pero el Vikingur fue eliminado por el Höttur/Huginn, de la Segunda división, quienes hicieron un torneo excelso y a quienes ganamos en la final con un claro 3-1 para llevarnos el torneo. Luego tocaba la supercopa. Los de siempre, el Vikingur y como casi siempre, pringamos nosotros. 0-2 clarísimo a su favor en un partido para olvidar. La liga, sin embargo, fue como un tiro. 17 victorias y solo una derrota en 22 partidos, llegamos a la separación en 1ª posición, aunque con el R solamente 2 puntos por detrás. En cuanto a Europa, cal y arena. No creo en fuerzas supernaturales ni nada de eso, pero cuando superamos al Helsinki JK y vi que en la 2ª ronda de clasificación a la Champions League nos tocaba el Derry City, me cagué en todo lo cagable. Tenía un presentimiento malísimo que superé tras el primer partido. 2-0 en Derry sobrados. "Esto no se puede perder" pensé. Oh, cuán equivocado estaba. La vuelta en nuestro país, transcurrió tranquila, nosotros jugando a tener el balón, ellos al contraataque y llegamos al minuto 94 con 0-1 a su favor. Entonces, una carambola en el área les dio un pase a la prórroga muy inmerecido. Prórroga, con un gol por equipo y a penaltis. A mitad de la tanda, ganábamos 3-2 con un fallo suyo. Desde ese momento 3 de 5 penaltis fallados, maldición de Derry completamente vigente y nosotros a la Europa League. Ahí, por lo menos, destrozamos al Legia de Varsovia y ganamos al Omonia chipriota para llegar a la fase de grupos. En otro orden de cosas, la rivalidad contra el Vikingur comenzó un poco a ir hacia nuestro lado cuando ganamos la final de la Copa contra ellos 3-0 y se deshincharon completamente en el grupo de campeones de liga, consiguiendo 4 puntos de 15 posibles para darnos el título en bandeja. En la fase de grupos de la EL seguimos dando la sorpresa en Europa ganando al EA Guingamp, al Astaná y al Shaktar Donetsk, empatando contra Sarpsborg y Bodo/Glimt. Aunque perdimos frente a todo un Manchester United, así como frente al Stuttgart y al Slavia de Praga, clasificamos para el Playoff en 18ª posición. 2035 comenzó, al igual que años anteriores, con ventas para conseguir beneficios y fichajes, o bien gratis, o baratos. La economía del club estaba por las nubes por el dinero de las competiciones europeas, así que todo iba bien. El vestuario estaba conmigo, los jugadores estaban contentos y había muy buen ambiente. Y con este buen ambiente afrontábamos los primeros partidos de temporada, las eliminatorias de la Europa League. El sorteo había vuelto a ser duro y nos tocó el Stuttgart, el coco del sorteo, 9º en la clasificación y que ya nos había ganado en la fase de grupos. Pero esta vez no. Un empate en casa dio paso a un partido en Alemania donde jugamos como los ángeles y ganamos 1-2, clasificándonos para la siguiente ronda. El sorteo, otra vez bastante cabrón. El Leverkusen, 2º en la fase de grupos, y otro equipo alemán. Demostramos que, aunque nos venían un poco grandes, perdiendo 0-2 en casa, en Leverkusen salimos a luchar como jabatos, poniéndonos 3-0 en la primera parte y soñando con los cuartos de final. Un gol en el 50 nos mandó a la prórroga, donde el cansancio nos pesó demasiado y nos metieron un gol. Así acabó nuestro sueño europeo desde Islandia, a pesar de las fechas del mercado de fichajes y los equipos más ricos que nosotros, en octavos de la Europa League. Mientras tanto, en la Copa de la Liga ganamos nuestro grupo holgados. El día después saltaba la noticia. El Valladolid, el equipo de mi vida, había despedido a su mánager después de ir muy mal en primera y llevar 13 derrotas seguidas. No dudé ni un segundo en pedir el trabajo. Y eso que la salvación era muy complicada. En el Breidablik lo entendieron, y antes de irme les dí una última alegría ganando la Delidabikar. El Valladolid llevaba en el purgatorio existente entre Primera y Segunda desde el comienzo de la partida. Tres ascensos, dos descensos al año siguiente, y este año parecía que iba por los mismos derroteros. Después de haber ascendido tras quedar 7º en Segunda, este año estaba siendo un sufrimiento absoluto. Afortunadamente, Elche, Albacete y Cádiz estaban prácticamente igual de mal, y de entre todos ellos, uno se tenía que salvar. La Liga 2034/2035 será recordada por ser el décimo título del Barça en los últimos 13 años, por que Joshua Torres fue el primer pichichi del Villareal desde Diego Forlán en la 2004/2005, o porque el Valladolid se salvó con la menor cantidad de puntos de la historia. 28 puntos y gracias. El Valladolid contaba con una plantilla centrada completamente en la cantera, con pocos jugadores de calidad, sobre todo en defensa y portería. Quedaban 9 partidos y como se dice siempre, 9 finales. 3 victorias, 3 empates y 3 derrotas fue lo justo y necesario para provocar la salvación. Pero lo peligroso venía ahora, había que fichar mucho y bien para evitar una situación similar al año siguiente. Noah Roca, Roameth Entrena, Othow Kuol y los libres Yehor Yarmoliuk y Federico Pellegrino nos dieron el margen suficiente para hacer un año muy bueno. Sólo teniendo Liga y Copa en lo que centrarnos, en comparación con el Breidablik, donde jugaba unos 5 torneos al año, aporta cierta tranquilidad. El problema es empezar con 7 derrotas en 8 partidos. Pero estos ocho partidos habían sido frente a los rivales más difíciles de La Liga, así que poco a poco fuimos carburando y perdimos solo 2 de los siguientes 14 partidos (y la primera ronda de Copa contra el Rayo, pero yo elijo creer que ese partido nunca ocurrió). Finalizamos el año con tranquilidad, que era lo importante, con solo 6 derrotas en los últimos 30 partidos de liga que nos auparon hasta un 10º puesto. La tranquilidad, es lo que más se busca. Yehor Yarmoliuk fue un pilar muy importante en el equipo, aportando calidad, asistencias y goles. Nuestro delantero canterano Samuel aportó 10 goles, aunque de manera demasiado irregular para mi gusto. Así que después de una temporada tranquila, tocaba ir a por Europa. **Temporada 2036/2037 en proceso

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