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@Mapashito, @Maestro, @jdbecerra, muchas gracias a todos por sus respuestas. Veré si me animo a hacer una historia más periodística / sobre resultados y no tan apegada a la trama como la actual que estoy llevando. Aún tengo que pensarlo . Saludos!
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Han pasado ya poco más de dos semanas desde que llegué a Georgia. Hemos trabajado con el equipo durante este pequeño parón veraniego que hacen en la liga, si bien no ha sido tanto como me gustaría, dos partidos me han servido para ver más o menos como plantear los partidos de liga. Además, la forma física fue de suma importancia, claro está. No voy a llegar a ningún lado si mis jugadores se cansan después de los noventa minutos. Dos semanas enteras de trabajo físico por las mañanas, reuniones tácticas por las tardes y partidos los domingos. Para suerte mía, el club finalmente pudo contratar a Peter Leven. Mi mano derecha. Duró más de lo que pensábamos, porque el Hibernian lo quería para suplirme en el puesto que había dejado libre, pero unos cuantos euros y Peter se enrumbó a Saburtalo. La plantilla me ha dejado algo satisfecho. El nivel es alto a comparación de los demás equipos que nos enfrentaremos, solo hay que recobrar esa confianza que perdieron mis jugadores por ir tan mal en la liga. La presión que puso media Georgia sobre ellos no fue fácil de manejar, sumado a la mala relación con el antiguo entrenador... nada podía salir bien. Por suerte hay jugadores de buen pie, muchachos con los que trabajar y usar como bases para esta nueva mitad de temporada y por que no, poniendo miras al campeonato del próximo año. [...] - Bueno Michael, el club consiguió esto. - Me estas jodiendo. - El bus del equipo esta en el taller y esto es lo que consiguió el "presi". Yo, no puedo hacer nada. - ¿Vienes tu con nosotros? - ¿Estás loco? Yo no me subo a eso ni aunque me paguen para ir. Un viaje de cuatro horas hasta Chokhatauri en esa carcocha. Mejor me quedo en mi oficina con aire acondicionado y jugando un poco de Football Manager. Teimuraz se ríe. Yo no encuentro la gracia. Para el primer partido de mi vida con el Saburtalo me me envían en un pedazo de hojalata que se esta cayendo a pedazos a un pueblo de mil habitantes en medio de la nada a jugar con un equipo semiprofesional. Tranquilamente podríamos habernos quedado en Tiflis, pero no. Este presidente, no es lo más inteligente que digamos, pero es un dictador. Teimuraz lo sabe y por eso no discute mucho con el. Creo que tendré que ser así yo también. En el camino voy conversando con Manolo Hierro, nuestro director deportivo. Hablamos del fútbol en general, de Georgia. Manolo me cuenta mucho sobre como es vivir acá, la cultura, la gente y el fútbol, el lleva ya dos años en este país. Yo por mi parte, le hablo sobre el tema de contrataciones, mi cuerpo técnico, las preocupaciones que tengo con la plantilla. - No te preocupes Michael, te puedo dar una mano. Dame un tiempo y te traigo un preparador físico de buen nivel. - Necesito un segundo entrenador. - Creo que sería mejor si tu contactases a alguien que conoces. Alguien de confianza. Es lo que necesitas. Más que nada porque estás solo en este nuevo país. En ese momento pensé en Peter. Mi gran amigo, mano derecha en todos estos años en Escocia. Ahora solo tendría que contactarlo, plantearle la oferta y discutir con el presidente. Supongo que eso sería más o menos un calentamiento de lo que serán mis próximos años en Georgia. [...] El vestuario es pequeño, es un club semiprofesional, no podíamos esperar mucho tampoco. Mientras los jugadores se preparan, yo voy escribiendo los nombres y apuntando la manera en la que vamos a salir a disputar este partido de práctica. Veo a los dos hermanos. ¿Que jueguen? ¿Si? ¿No? Lo pienso. Mucho. Ellos están tranquilos, felices de haber sido convocados con el primer equipo a pesar de su edad. Yo preocupado. Teimuraz me pidió que al menos los pruebe un poco, no estoy seguro. Dependerá de como va todo, pero de titulares hoy no van. - Bueno muchachos - aplaudo para llamar la atención de todos - saldremos con una 4-2-3-1. La idea principal va a ser manejar el partido. Vamos a salir tranquilos, esto al final es solo para probar. No les voy a pedir que tengan la pelota, ni que ataquen como bestias. Que el partido se dé como se tiene que dar. Cojo mi pizarra y empiezo a poner las fichas y nombrar a los titulares. Cuando llego al centro del campo, me interrumpen. - Mister. - en un inglés medio africanizado. - yo me siento más cómodo jugando un poco más atrasado, como de "6". Es Tera, el keniata. - De mediocampista no me va tan bien, porque no apoyo en el ataque tanto como debería. Mejor sería si... - Está bien. Muevo la fichita un poco más atrás. - ¿Alguna otra queja? - Yo juego mejor algo mas retrasado. Subo la cabeza para mirar y muevo la ficha un poco más hacía atrás, paralelo con el mediocampista. - ¿Así? El silencio en el vestuario invade a todos. Yo los miro. - Salgan, vamos a jugar. Dejen de preocuparse por las fichas y juguemos al fútbol. Diviértanse. [...] De vuelta en Saburtalo, leo mis apuntes. El partido fue tranquilo. Sin muchos sobresaltos, lo que uno espera de un partido amistoso. Ganamos 2-0 y dominamos el partido. La manera en la que los jugadores se desenvolvieron en ataque me dejó satisfecho. Un poco más de definición y no deberíamos de complicarnos mucho. Los jugadores se van despidiendo y se retiran a su casas, mañana a primera hora los necesito en el club. Mientras leo mis cosas, Teimuraz se acerca. - ¿Y? - Partido simple, no nos exigieron mucho. Preferiría jugar más teniendo el balón. - ¿Los jugadores? - Se preocupan por estupideces como las fichas de la pizarra, pero en general juegan bien. Hicieron un buen trabajo. - ¿Los hermanos? Sabía que me preguntaría por eso. - Jugaron media hora. Tranquilos. No hicieron gran cosa, pero tampoco hay que decir que fueron unos troncos. Cumplieron. Teimuraz me mira y asienta con la cabeza. - ¿Crees que puedan ir desde el inicio en el amistoso contra el Aragvi? - Ahí veremos. [...] Veo a los jugadores calentar, ante un estadio vacío. Poco más de 100 personas. Me causa una sensación de soledad, ver algo tan desgarrador como un estadio de fútbol sin gente. No hay nada peor que eso. Voy pensando en como parar al equipo. Romain ha venido trabajando bien, sería bueno darle una oportunidad y de paso tranquilizar así a Teimuraz, que no se por qué anda tan ansioso con los chicos. Llamo a los jugadores al vestuario. Una vez dentro, doy el equipo de partida. Muchos se sorprenden al ver que he nombrado a Romain, hasta el propio chico me mira con ojos de ilusión y gratitud. En el vestuario aplauden y lo felicitan. "Hay que reconocer el trabajo" digo para de paso animar a los demás jugadores. Salimos todos hacia el estadio y los once van para el campo. En cada paso que da, Romain voltea y mira hacia el banco. Una vez que el partido empieza, no voltea más. El partido está desarrollándose de manera tranquila, tenemos el balón, dominamos las ocasiones. Veo a los muchachos moverse bien en el campo, mejor que en el partido pasado. El juego se desarrolla por el lado izquierdo del campo. Giorgi Kokhreidze lleva el "tempo" del partido. Poco antes de la media hora, lo impensable pasa. Un tiro de esquina para el Agravi. La situación parece controlada por el centro tan flojo que hizo el jugador rival, pero un error en la defensa da todo el espacio a su delantero que anota. Estamos perdiendo. Perdiendo. El Agravi tiene ahora una ventaja y un colchón para evitar la derrota. El entrenador los obliga a replegarse y jugar de una manera aún más defensiva. Nosotros atacamos, pero no encontramos espacio. Termina el primer tiempo. Poco o nada digo en el entretiempo. Poco o nada tenía que decir. Los jugadores salen igual, pero la moral esta destruida. No hay ganas, no hay ideas. Veo a quienes debían de manejar mi equipo con muchas dudas y a Romain confundido. Su esfuerzo no se ve recompensado en el partido, corre de un lado a otro, recibe la pelota e intenta jugar, pero es complicado. Cinco minutos tuvieron que pasar para que haga los cambios necesarios. Cuatro jugadores salen, cuatro entran, entre ellos el otro hermano Aaron. El equipo cambia de cara. Más ataque, más movimiento. Aaron se mueve en el área de gran manera y los cambios en el mediocampo también permiten más libertad a Giorgi y Romain. En eso, una jugada de Giorgi por la izquierda genera peligro. El muchacho corre, elude a un defensor y manda el centro. De entre los dos defensores aparece Aaron, que mete la cabeza y define abajo al lado derecho del portero que ni se inmuta. Lo celebra con gran entusiasmo. Empatamos. A medida que pasa el tiempo, nuestra superioridad se hace más evidente. Movimientos rápidos, transiciones peligrosas. El equipo se mueve como me gustaría. En eso, Romain recibe una dura falta en la puerta del área y se agarra el tobillo acompañado de una cara de dolor. No me la voy a jugar. - Diasamidze, entra. ¡Romain, ven! El muchacho me mira. - ¡Que salgas! Romain se para y camina hacia el banco. Se hace el cambio y yo lo agarro del brazo. Me mira. - Bien jugado. Hiciste lo que tenias que hacer. El muchacho se muestra conforme y callado se va a sentar. La pelota sigue rodando, el fútbol continua, el empate persiste. Atacamos mucho, pero de poco sirve. Su defensa es impecable. El tiempo pasa, los jugadores se desesperan de más. El tiempo añadido se muestra. Dos minutos. Pido calma, al fin y al cabo es un amistoso. Por otro lado, quiero ganar. Todos los partidos hay que ganarlos. Veo mi reloj, tiempo cumplido, pero el arbitro continua. En eso, tiro de esquina para nosotros. Giorgi va a tomar la pelota. Envía el centro al punto penal, y como si de una jugada preparada se tratase, nuestro defensa central "Bidzi" aparece corriendo desde fuera del área y de un cabezazo casi rompe la red de la portería. Golazo. El arbitro pita el final. Ganamos 2-1. Nos complicamos más de lo esperado, pero al final el resultado fue favorable. El rendimiento fue bueno. Giorgi me gustó mucho. Aaron también. Estoy en el estacionamiento, metiendo mis cosas en el carro. Los jugadores ya se han ido, toca ahora concertarse para la liga. Debuto ante los punteros. Cuando cierro mi maletera, pasa lo que estaba esperando. - Hay que mejorar. - escucho por mi espalda. Es Teimuraz - Si sé, pero la base está. - ¿Romain? - Lo patearon, no me la iba a jugar. Había que sacarlo. - Pudiste darle más tiempo. No destacó mucho. - Yo soy el entrenador, Teimuraz. Yo decido quien juega y quien no. - Solo digo que no jugó como yo habría esperado. - ¿Crees que me importa? El es un jugador más. Conozco su nivel. Si no jugó como esperabas será por algo. A mi me gustó, hizo su trabajo. Teimuraz me da una palmada en el hombro y se despide. Mientras camina hacia el club me dice: - Espero que Aaron siga anotando en liga. No respondo, simplemente entro a mi carro y arranco. [...] Dos semanas han pasado. Mi cuerpo técnico se va reforzando, el equipo adaptando. Estoy tranquilo, se viene un mes complicado en el que hay que levantar cabeza y sacar resultados positivos si o si, para salir de esta situación de mierda. Por mi parte, tengo esperanzas.
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@Javi_Coso ¡Bienvenido a la historia! Gracias por el comentario. Si bien es algo complicado llevar una historia así, el FM no es más que un simulador que te da bastantes libertades a la hora de escribir historias. Claro está que las decisiones que podría llegar a tomar yo como DT no influyen directamente en la historia como en otras ocasiones en las que nos centramos en lo deportivo y el equipo y/o manager. Sin embargo, aquí estoy, con muchas ganas de llevar este proyecto pa' lante . Un saludos y espero que te sigas pasando . @jdbecerra Bienvenido nuevamente por tierras georgianas crack . Que me comentes lo que sentiste me pone muy contento, es justo la razón por la que me gusta escribir en general y tu comentario me indica que lo estoy haciendo bien . Empiezo a pensar que Aaron es tu favorito . Ese comentario sobre Romain no me convence tanto como las flores que le tiraste al menor de los hermanos. Que ya van dos veces . Veremos que nos depara de ambos en la selección, quizás algún amigo que los pueda apoyar . De todas formas, falta mucho todavía, que no tienen ni 18 años los muchachos. Ya se vendrán las aventuras de los hermanos. Estate atento. Un gustazo tenerte por acá. Espero seguir viéndote por Saburtalo. @nisetru ¿Que tal todo? ¡Espero que bien! Entendí esa referencia . Habrá que ver si en algún momento se animan con la catapulta infernal. Tendrá que ser en la final del mundial 2026 entre Georgia y Alemania . Espero verte seguido por acá, para seguir el desarrollo de estos cracks juntos . Un saludo! @Maestro ¿Que tal? Perdóname no hablo con enanos . Hay que ver que pasa con los muchachos. ¿Rivales? ¿Te refieres a rivales tipo cierto anime japonés que conquistó el mundo en su momento? Un saludos maestro, te espero de vuelta!
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Hola compañeros, que tal todo Quería preguntar: ¿Es posible llevar dos historias a la vez? Recuerdo que en su momento cambiaron el reglamento permitiendo la doble historia, pero he llevado tanto tiempo fuera del foro que ya no se como va la cosa .
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- ¡Aaron, Romain! Es Zurab. - ¡Aaron, Romain! Bajen. Traigan sus cosas para jugar. Zurab Maisuradze. Nuestro querido amigo. Vecino del barrio, compañero de fútbol, colegio, travesuras y muchas otras cosas. De esos que se tienen solo una vez en la vida. - ¿Que mierda quiere ahora? - me dice Romain exhalando aire con un poco de estrés. Decide pararse y sacar la cabeza por la ventana. - ¿Que mierda quieres ahora? - le grita. Nunca es buena idea malograr la siesta post-almuerzo dominguero de los hermanos Lomidze. - Romain, hay una prueba. El Saburtalo. - ¿Que? Exprésate bien animal. ¿Que clase de prueba? ¿Saburtalo? - ¿Quieres ir a jugar fútbol? Mi hermano voltea hacia el cuarto y me mira. - ¿Quieres ir a jugar fútbol? - me dice. - Meh, no tenemos nada mejor que hacer. - digo encogiendo los hombros y aún tirado en mi cama. Romain vuelve a sacar la cabeza. - Espéranos abajo. Ya vamos. [...] Y ahí estamos los tres. Como toda la vida. Caminando hacia alguna cancha de fútbol en algún lugar de Tiflis. Como siempre hemos hecho y haremos por el resto de nuestras vidas. Es lo que nos hace felices. - ¿Alguien más del barrio está yendo a esa prueba? - Si. Valeri, Daviti. - ¿Alexeiy? - Pff, como crees que Alexeiy va a ir a una prueba de un equipo profesional. El juega con nosotros porque es gordo y tapa todo el arco. Yo me extraño. ¿Equipo profesional? En que nos ha metido ahora este enano. - ¿Cómo que equipo profesional? - alcanzo a preguntar. - El Saburtalo. Son pruebas para entrar a su equipo Sub-17. - Zurab, eso es mucho. ¿Sabes el nivel que hay en este tipo de pruebas? - Ay, ay, ay, los siempre humildes hermanos Lomidze. Como si ustedes no conocieran el nivel de fútbol que tienen. Además, que problema hay. Vamos a divertirnos y jugar. A enseñarles un poco como lo hacemos en el barrio. Miro a Romain, buscando una respuesta. Algo que me tranquilice como el siempre hace. - Vamos a divertirnos y a jugar. De eso se trata el fútbol. [...] Llegamos a las instalaciones del Saburtalo. Una cancha de fútbol 11 muy bonita, dos canchas algo más pequeñas y un terreno verde con conos y circuitos de diferentes tipos. Vemos un grupo de gente disperso. Dos chicos se nos acercan corriendo, son Valeri y Daviti. - Al fin llegaron. - dice burlón Daviti. - En un rato comienza, cámbiense rápido. Tienen que ir donde la señora de ahí en la mesa a recoger su uniforme de prueba. - nos advierte Valeri. Ya cambiados, un hombre toca el silbato y nos llama a todos. Arma un circulo con nosotros, el se pone en el centro con quien parece ser su ayudante. - Buenas tardes. Mi nombre es Revaz Gotsiridze. Soy el entrenador del equipo B y el equipo Sub-19 del Saburtalo. Como ustedes ya deben de saber blah blah blah blah blah blah el Saburtalo es un equipo reconocido en Georgia por su meteórico ascenso en los últimos años blah blah blah blah blah blah fundado en 1999 se concentró en el desarrollo de jóvenes blah blah blah blah blah campeones numerosas veces en las categorías menores blah blah blah blah desde 2012 participa en el fútbol profesional georgiano blah blah blah blah buscamos desarrollar a los mejores jugadores de Georgia. Esperamos que ustedes puedan demostrar estar al nivel del club. Aburrido. - Contamos ahora con 33 chicos que han venido de diferentes partes de Tiflis. Lamentablemente solo 20 entrarán al equipo Sub-17. Es por ello que empezaremos con algunos circuitos y trabajos tácticos. Por favor los arqueros blah blah blah blah blah blah los delanteros por allá por favor. Delantero. Yo. Yo soy delantero. Volteo a ver hacia donde señala la mano del señor ese y me dirijo hacia allá. Uno, dos, cuatro, seis, once, catorce. Mierda. Son demasiados. Por suerte esta Daviti ahí también. - Hey. - Aaron. - Oye, ¿son demasiados delanteros no crees? - Ni me lo digas. Todos quieren hacer goles. - ¿Y los demás? - Tu hermano se fue con los mediocampistas junto a Valeri. Zurab está con los defensas. - ¿¡Que!? - Lo mismo pienso. Aún le duele aceptar que la pubertad nunca lo alcanzará. Ambos lanzamos carcajadas, es que es para reír. 17 años y mide 1.72. No por nada es "El enano". Mientras Daviti y yo reímos, el encargado se acerca junto a su ayudante. - Señores delanteros. ¿Como estamos? Antes de empezar, por favor, voy a necesitar que cada uno entregue su identificación acá al señor... Volteo y miro a Daviti. No he traído nada de eso. - Daviti - susurro. - ¿Que pasa? - susurra de vuelta. - No traje nada de eso. - ¿Que? ¿Zurab no te dijo? - No. Ni a mi ni a mi hermano. - Señores por favor. Un poco de respeto. - nos regaña el jefe. - ¿Que está pasando? - Lo que pasa es que no traigo mi identificación señor. - ¿Cómo? Si lo dice explicitamente en el afiche. - ¿Que afiche? - Dios mío, pasa por acá por favor. El hombre me lleva hacia las instalaciones del club. Yo ya empiezo a sofocarme. He venido a jugar y divertirme, no a pasar una vergüenza en frente de catorce aspirantes a delanteros ni ha entrar a un equipo de fútbol. Llegamos a una puerta y me hace pasar. - Teimuraz - dice el encargado de la prueba. - este muchacho supongo que es el hermano del señor Romain. Veo a Romain sentado en la oficina. Se que siente lo mismo que yo y quizás un poco de odio hacia Zurab. - Que pase. - dice el hombre de la oficina. - Tu espera afuera por favor. Ahora arreglo esto. Paso y me siento al lado de mi hermano. Miro al señor, un hombre con el pelo gris, algo mayor, pero no mayor de 60. Parece inteligente y viste de manera elegante y cómoda. Parece importante. - Teimuraz Shalamberidze. Un gusto. - saluda. - ¿Ustedes? - Yo soy Romain Lomidze. El es mi hermano menor, Aaron. - Romain, ese nombre no es común en Georgia. ¿De donde viene? - Es por Román Riquelme, ex-futbolista argentino. - Si, lo conozco. ¿Y tu Aaron? ¿Tu nombre? - Es por el significado egipcio. Guerrero león. También tengo segundo nombre. Lucca. Porque nací en Italia y mis padres quisieron llevarse un recuerdo de eso. Así que decidieron ponerme un nombre italiano también. - Bastante curioso - dice Romain mientras me mira burlón. El sabe que me molesta el origen del "Lucca" que tengo que llevar. Habría preferido algo menos forzado. El hombre se ríe un poco, pone las manos sobre la mesa y se inclina un poco hacía nosotros. - Entiendo que tienen problemas para dar la prueba. - Si señor. Lo que pasa es que unos amigos nos hicieron venir y la verdad no sabíamos mucho de que se trataba. Solo queremos jugar fútbol y divertirnos. - le respondo. - Ya veo... . Es que tienen que entender que necesitamos sus datos para asegurarnos que no están haciendo algún tipo de trampa. - Señor, con todo respeto, nosotros nunca haríamos algo así. Lo único que queremos es jugar. El fútbol es lo que nos divierte. Vinimos porque nos prometieron un partidito y eso es lo único que queremos. - Bueno. Si saben que para jugar el "partidito" primero hay que pasar las pruebas previas, ¿no? Esto es una prueba para un equipo profesional. Romain y yo nos miramos. Carajo. El señor ríe. - Miren, hagamos un trato. Si ustedes pasan las pruebas previas, yo los inscribo acá en mi base de datos, confiando en sus palabras de que no me están mintiendo. Así ustedes pueden jugar su "partidito" sin problemas. Pero si no lo logran, se van para casa, se buscan otro "partidito", yo no me preocupo por si están mintiendo o no, y la próxima vez que vayan a una prueba recuerden llevar una identificación. ¿Estamos? - Si señor. - Si señor, gracias. - Venga, vayan para allá. Revaz. - llama al encargado. - Llévate a los hermanos, que hagan las pruebas. Salimos de la oficina. Seguros y con un objetivo, jugar el partidito. Nada nos iba a detener. [...] - Y por último, Romain y Aaron Lomidze. Por favor los demás retirarse. Muchas gracias por venir, no se den por vencidos nunca. Los que fueron llamados, por favor quedarse acá y re-hidratarse. Lo logramos, entramos a los últimos 22, justo para jugar. Daviti, Zurab y Valeri también lo lograron. Todos estamos juntos, pasándola bien. Tomando los Gatorades y jugando con un balón que logramos sacar de una de las bolsas. No hay nada mejor que el fútbol. Pasado el tiempo de rehidratación nos vuelven a llamar. Ahora el encargado de las pruebas no está solo, lo acompaña el señor de la oficina que nos hizo pasar. Teimuraz creo que se llama. Nos hacen formarnos en media-luna alrededor de el. Mis sospechas eran correctas, su puesto es importante. - Buenas tardes. Soy Teimuraz Shalamberidze, jefe de desarrollo de juveniles del Saburtalo. Antes que nada, felicitarlos por lo que han logrado. Son lo mejor de lo mejor de Tiflis. Han pasado una prueba que, por más fácil que pareciese, no muchos la han conseguido. Quiero que entiendan que el Saburtalo es la mejor cantera de Georgia, muchos podrán pensar "Dinamo Tiflis", pero no. ¿Quienes creen que le producía los jugadores al Dinamo? Nosotros. Estoy muy feliz de ver a 22 muchachos hoy, hace mucho tiempo no lo conseguíamos. Muy pocas veces hemos sido siquiera 15 chicos. Muchas veces, porque la gente de su edad tiene miedo al fracaso. Pero, ¿que es el fracaso sino el inicio del éxito? De los errores se aprende, dicen muchos, yo suelo pensar que de los fracasos también. Y por eso, que antes de empezar la prueba final, quiero que entiendan una cosa. Muchos de ustedes sueñan con ser futbolistas profesionales, otros solo buscaban un "partidito". Ahora mismo, cada uno de ustedes es considerado de lo mejor de Tiflis y así no entren en los últimos 10 elegidos, la posibilidad de ser futbolista profesional está totalmente abierta para ustedes. Así que no se frustren, no tengan miedo a no ser elegidos hoy. Intenten. Cada fracaso es un nuevo inicio. Luchen. Consíganlo. Mucha suerte y diviértanse con el partido. Silencio, seguido de aplausos y arengas entre nosotros. El ambiente es increíble. Zurab nos intenta motivar. Nadie esta más emocionado que el. - Bueno, los equipo se van a repartir de la siguiente manera blah blah blah blah blah blah blah Zurab Maisuradze, Equipo A blah blah blah blah blah blah Daviti Chkheidze, Equipo A blah blah blah Valeri Melkadze, Equipo A blah bla blah Romain Lomidze, Equipo A y Aaron Lomidze, Equipo B Mierda. Estoy jodido. Estoy totalmente solo. Los muchachos me miran con pena, como diciendo "Mala suerte, la próxima le tocará a Zurab tranquilo.". Por un momento lo había soñado, había pensado que podía ser futbolista, pero no se. Quiero serlo. Se que tengo la oportunidad, estoy tan cerca. No lo voy a echar a perder. Yo no hago eso. Me acerco al equipo que me tocó, veo que uno ya tomó el rol de líder y los demás lo escuchan. Voltea a verme. "Corre, ¿no ves que ya estamos organizándonos?". Idiota. - Tu debes de ser nuestro otro delantero. - Si. - Ya, entonces tu juegas por la derecha. Yo voy a ir por tu banda. 4-4-2 es la formación. - ¿Quien eres tú? No soporto a ese tipo de gente. El solo alcanza a reírse y me mira desafiante. - Tu capitán esta tarde. - me responde. - No, yo no tengo capitán. Soy delantero y eso voy a hacer. No necesito que me digas donde tengo que pararme. El resto del equipo nos mira. Algunos murmuran, otros se ríen. - Vamos a jugar, ¿quieres? - le digo, camino hacia el centro del capo y agarro la pelota. Listo. Saque para nosotros. El partido empieza y yo me tranquilizo. Es mi momento y nadie me va a parar. Menos de cuatro minutos y ya nos presionan como desgraciados. Romain y Valeri hacen lo que quieren con mi equipo. Nos están pegando un baile. En una de esas nuestro arquero saca y voy a pelearla arriba. Cabezazo. No, mejor pecho. Es mía. Abro hacia la derecha por donde va corriendo el idiota. El conduce y yo lo acompaño. Somo dos contra cuatro. Le pido la pelota al hueco y de un movimiento paso por la espalda de los dos centrales, la pelota que me puso fue perfecta, la pico. Gol. 1-0. Daviti saca para Romain. Nuevamente nos están pegando un baile. En una de esas dan un mal pase para atrás y me llevo al pelota, me apoyo por la izquierda y hacemos una pared tremenda, me voy de los defensores y tengo toda la cancha libre. Zurab viene desde mi derecha a cerrarme, fácil, como en el barrio. Caño y para casa. Defino al segundo palo. El arquero rival parado. 2-0. Ese hay que celebrarlo. - Que hijo de puta eres. - me dice Zurab. - Es con cariño, bebé. - y le mando un besito. Agarramos confianza y salimos a presionar más. Funciona. Conseguimos un tiro de esquina. La pido para el primer palo. Me lo dan, a base de goles me hice capitán. Me adelanto a uno de los centrales de ellos, cabeceo, gol. 3-0. Así de fácil. Medio tiempo. [...] - Revaz. Pon a los hermanos juntos. - No podemos cambiar el equipo así nada más. - Hazme caso. Tengo una corazonada. - Nunca he hecho eso en mi vida... - ¿Quieres ver fútbol? Hazlo. - Bueno. [...] Mientras me re-hidrato con mi equipo, se me acerca el encargado de la prueba. - Lomidze. Cambias de equipo con el señor Virsaladze. ¿Que? ¿Por que? No. O si. No se. Mi conflicto interno empieza. No es lo correcto, pero jugar con mis amigos, con mi hermano es mucho más divertido que jugar con desconocidos. Pero, no se. Ya le cogí cariño al equipo gris. Al idiota. Ya me respetan. - Lomidze. Dale tu camiseta al señor Virsaladze. - Si, si. Perdón. Y ahora juego para el A. Que irónico, cuando ya no quería hacerlo. Me acerco hacia donde están ellos. - Miren quien llegó. - dice Daviti. - Había que inclinar la balanza. - le respondo. Romain me pega en el cuello. - Bájate de tu nube niño. - me dice. - O al menos recupera la dignidad del enano. Todos se ríen. - Me agarró por sorpresa. - se defiende Zurab. - Te viene haciendo lo mismo desde que tiene cuatro años. - se burla Valeri. Todo el equipo se vuelve a reunir. Romain da algunas indicaciones. El es el único capitán que podría respetar. - Y ahora que nos robamos a la estrella del otro equipo - dice burlón - , a darle la vuelta y ganar esto. ¡Vamos! - termina. Todos se unen y gritan como equipo. Al final, esto es es fútbol. Me toca jugar con Daviti arriba, como he hecho toda mi vida. Romain justo abajo de los dos, como ha sido siempre. Valeri un poco mas pegado a la banda. Comenzamos. Toco atrás para sacar. Romain. Valeri, conduce. Romain, abre hacia la izquierda. Centran. Daviti la peina para atrás, entro y gol. 1-3. Sacan ellos, el partido se lleva con tranquilidad. Dan un mal pase y nuestro "6" tiene el balón. Abre para Valeri que corre. Llega hasta la linea de fondo y centra. Daviti y yo jalamos la marca para que Romain entre solo y defina de volea. Sublime. Minutos más tarde, pared con Daviti, le hacen foul. Romain la toma y la mete. Sin problemas. Empates. El partido sigue. Los del B me empiezan a entrarme duro. Intento tranquilizarme. Romain toma la pelota y corre, se que va a hacer, siempre lo hace y nunca falla. Le hago al cortina. Me llevo al defensa, el entra solo y define cruzado. Veo que el señor Teimuraz aplaude. 4-3. Nos atacan por la izquierda, Zurab la gana, regatea y manda un pelotazo largo para que yo corra. Voy. Tengo la pelota y en eso veo que el idiota me está yendo a reventar, caño y sigo. Me persigue, tacón, rotura de cadera, no era necesario para el partido, pero para mi si. Se la entrego a Romain, el para Daviti al hueco y gol. Yo miro al idiota y volteo rápido. Como me gustaría reventarlo contra el piso. Ahora va Romain por la izquierda. Regatea sin problemas. Dos enganches, se perfila. Ya se que va a hacer. Corro al hueco, centro perfecto, la peino y gol. 6-3. El partido es prácticamente nuestro. Valeri recupera un ataque y corre por la derecha hasta la linea de fondo. Envía el buscapié, Daviti la deja pasar voy a llegar y siento la patada por detrás. Se quien fue. Me paro al instante, lo voy a matar. Pero Romain es más rápido. - ¿¡ERES IMBECIL!? - Aaron, cálmate mierda. - ¡NO TE MATO PORQUE NO VALE LA PENA! ¡COMEMIERDA! - ¡AARON! La rabia me invade el cuerpo. Romain me agarra los brazos y se pone en frente mío. Veo como el idiota me mira. Me desafía. El árbitro se lo lleva del resto. - Aaron tranquilo. Ya lo humillaste en el campo. No vale la pena. Mi respiración es fuerte. Mi rabia es grande. Pero la razón puede sobreponerse al instinto. Todos los demás se me acercan. - Es un pobre idiota, cuando lo vea por el barrio lo matamos. - me dice Zurab. - Toma. - Daviti me da la pelota. En eso, el arbitro pita el final del partido. Mala idea. Lo busco como loco. Lo voy a matar. Valeri me abraza celebrando. - Olvídate de eso, vamos con el equipo. - ¿Terminó? - Si, si. No se por que, pero decidieron acabarlo ahora. - Lo... - No seas idiota. Nunca aprendes. Celebra. Diviértete. [...] - Muchas gracias a todos por venir. En la semana, si es que fueron seleccionados, les llegará una invitación por código postal para venir al club el día 1 de julio. De esa manera, se terminó la prueba. Los del barrio nos juntamos, arreglamos nuestras cosas, hablamos y pensamos como ir a nuestras casas. Nadie tiene dinero, así que iremos caminando, aunque sean las 8 de la noche. Mientras nos acercamos a la salida, el señor Teimuraz nos llama. - Muchachos. ¿Puedo hablar con Romain y Aaron un momento? - Vayan yendo ustedes. - le dice Romain a los demás. Los chicos se despiden y se van. Tengo miedo. ¿Se habrán molestado? No fue mi culpa, fue la del idiota. Nadie en su sano juicio entra así, encima perdiendo 3-6 y siendo humillado. - Muchachos. Ustedes son increíbles. Nunca he visto a dos chicos que se muevan de esa manera en el campo. Es como si fuera telepático. Nos quedamos en silencio. - ¿En que club han jugado antes? - pregunta. - Ninguno señor. - responde Romain. - ¿En serio? - Si. - vuelve a responder mi hermano. - Alguna clase de formación futbolística, alguna academia... - Nada de eso. Nosotros aprendimos a jugar en el barrio. Con nuestros amigos. - vuelve a decir Romain. - ¿Torneos? ¿En el colegio? - Nuestro colegio es muy pequeño. - le digo yo. - Habremos hecho algún que otro torneo amistoso con distintos barrios, pero nada oficial. El señor Teimuraz nos mira con extrañeza. - Tienen un talento natural. - Ehm, gracias. Supongo. Yo sonrío, esas respuestas solo las hace mi hermano. - Quiero que firmen por el Saburtalo. Me congelo. Romain también. - Me la juego por ustedes muchachos. Quiero que firmen un contrato por tres años. Mañana lunes los quiero acá a primera hora para firmar los papeles. Traigan a sus padres o apoderados. No hay respuesta todavía. - Lo tienen todo para ser los mejores jugadores de Georgia por mucho tiempo. Su conexión con el fútbol es única. ¿Será verdad? ¿Estamos soñando? Nunca pensé en ser futbolista. Nunca estuvo en mis planes. El fútbol solo era una manera de divertirme, lo que más me gusta hacer en mi vida, pero de ahí a ser profesional. Romain y yo nunca lo tuvimos en mente, nunca barajamos la oportunidad y así, de pura casualidad. Somos futbolistas. Somos la esperanza de Georgia. - No me defrauden. Van a ser mi fichaje personal. Los primeros que hago en mi carrera. De manera fraternal, nos da palmadas en las espaldas a los dos y nos dice que nos vayamos a nuestras casas. Y nos vamos. Atónitos. Con la vida cambiada. Los sueños encontrados. [...] Son las 9:30. Romain abre la puerta con cuidado. - ¿Donde estaban muchachitos? Mierda, mamá. - Jugando fútbol. - dice Romain. - Una prueba en el Saburtalo. - añado. Romain voltea y me mira. Sabe que si abro la bocota mamá nos va a tener hasta las 12 haciendo preguntas redundantes y ahogándonos con ideas, sobre un tema que ella desconoce. - Es es el club de fútbol de allá, ¿no? De Saburtalo. - Si mamá. - le digo. - ¿Los de rojo? ¿Que desarrollan jóvenes y todo eso? - Si mamá - vuelvo a responder. - ¿Y? ¿Que tal les fue? ¿Destacaron? ¿Los seleccionaron? - Nos fue bien mamá. Estamos cansados, ha sido un día largo. Buenas noches. Te queremos. Romain sube corriendo y me jala para arriba. Entramos a nuestro cuarto, cada uno se tira en su cama, mirando al techo. - Romain. - le digo. - Somos futbolistas. - Si. - me responde, con una sonrisa de esquina a esquina. Si tan solo mamá también supiera.
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@jdbecerra Que bueno verte otra vez por acá! Gracias por tu comentario crack, veo que ya te vas inclinando por uno de los hermanos. Eso si, si vas a ser su fan hay que escribir bien el nombre . AARON, sin ó, AARON. Un saludo, espero que te sigas pasando . @panda_666 Bienvenido! Que bueno tenerte por acá. Gracias por el comentario, veremos que nos traerán los hermanos Lomidze. No puedo con lo de la frase , que habrá pasado ahí, nadie lo sabrá. Google y sus momentos de locura . Aún así lo que vale es la intención. Nuevamente, gracias por tu comentario y las buenas vibras, espero verte a menudo por tierras georgianas. Eso si, recuerda no usar el Google Translate . Un gran saludo crack .
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@Maestro Amigo mío, un gustazo tenerte por acá. Jajajaja, dicen que uno siempre vuelve a lo que le gusta hacer. Era cuestión de tiempo hasta que volviera a estos lares. Me hacía falta, jeje. Temuri Ketsbaia, no lo he escuchado en mi vida . Pero según lo que me cuentas, es del tipo de jugadores que me gustan. Los que le faltan un tornillo . Permíteme corregirte crack, pero los georgianos no son eslavos, son georgianos . Eslavos son todos los pueblos que saben arreglar las cosas a puños, así que tampoco voy a negarte que los rusos han influenciado en los georgianos y su manera de mediar conflictos tales como celebrar goles . Que más da, si los han dominado casi dos siglos. Gracias por la buena onda, veremos si alguno llega al Newcastle y protesta ante las empresas capitalistas como McDonald . Espero que por lo menos compres sus camisetas una vez que lleven a las urracas a ganar la Champions. ¡Espero verte más a menudo por acá! Un abrazo Maestro
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Pescara, 19 de agosto del 2001 El Adriático baña las costas de Pescara, el sol brilla. Un verano hermoso. La gente está feliz, es el efecto del sol. Esa fuente de energía que tanto hace y que el hombre ha sabido adorar con tanto esmero. Una familia camina por la playa. - ¿Cuanto tiempo tiene ya? - Siete meses, pero es muy grande... - El doctor creer que va a nacer antes - interrumpe el esposo. - Pues más le vale no nacer ahora - bromea la señora mayor que los acompaña. Son una familia de tres, el padre, la madre y un bebé de no más de ocho meses. Los acompaña una mujer algo mayor que parece conocer muy bien la ciudad, pero que se comunica en el mismo idioma que ellos: georgiano - Bueno mamá, para donde vamos. - Estaba pensando ir a comer a mi casa. Una pasta al estilo georgiano, para celebrar que están por aquí. - Me parece bien - dice el hombre mientras mira a su esposa que sisea y asiente con la cabeza.- Milán ha sido increíble, una semana maravillosa. - ¿Te compraste las chucherias que querías? - pregunta la pseudo-ítalo-georgiana. - Que no se habrá comprado - responde la esposa en tono jocoso. - Una camiseta de Maldini, una bufanda y un libro de fotos, nada más. - Tú y el fútbol. Caray Y ríen, y caminan, y son felices. [...] - ¿Que tal es vivir en Italia? - Bello, bello. - Huir de esa manera no debe de haberte gustado. - No, no. Salir así no fue lo que esperaba. Se que me demoré mucho en retomar el contacto contigo, pero... - Tenías que permanecer en secreto. - No es fácil salir así de la KGB y lo sabes. - Comprendo. - Espero no haberte causado mucho daño hijo. - No, para nada. Sabía que esto pasaría. Las cosas no estaban bien en el mundo desde hace un tiempo. Me dediqué a llevar la empresa de autos. No le di muchas vueltas al asunto. - Al menos fueron solo cinco años. Shevardnadze nos dio más libertades o tranquilidad a los ex-soviéticos. - Pero lo que ha pasado en Georgia bajo su mandato no es lo mejor. Más de lo mismo. Continuismo. Es como si siguiéramos en los 80s. Tiflis es un desastre - El tiempo responderá hijo. El pueblo siempre responde. El mundo no es sobre ideologías u orientaciones, es sobre el ser humano y la lucha por la libertad. - la mujer lo mira a los ojos. - Dios te oiga. La esposa sale del cuarto. Su barriga denota vida. Su mirada está cansada, pero parece que acaba de cumplir con una misión. - Se durmió - llega a decir, mientras suelta una sonrisa. - Ser padres no es fácil, mucho menos tan jóvenes como ustedes. - anota con experiencia la madre del esposo. - Es una experiencia bellísima igual. Lo que significa. - los ojos de la mujer se llenan de vida, de luz. - Yo tuve a Gregory a tu edad, 27 años. Claro que eran otros tiempos. - Pero la esencia queda. - La esencia queda. Si. La cena esta servida, los tres se sientan a comer y conversar. - Aha Rw. - ¿Que? - pregunta la madre del hombre con extrañeza. - Aha Rw. Guerrero león. Así se va a llamar - mientras mira la barriga de su esposa. - Significa Aaron en egipcio antiguo. - agrega la mujer embarazada. - ¿Ese no es nombre hebreo? - pregunta nuevamente la madre. - Si, pero, que importa. Me gusta el origen. - Bueno, se dice que es el origen. No es cierto al 100%, pero... - La influencia esta ahí. - interrumpe el esposo. - Aja Ru... - Aha Rw. - corrige nuevamente el hombre. - Aaron. - dice en burla la esposa. Los tres ríen y comen. En familia. Son felices. [...] - ¡AMBULANZA¡ - suena por el altavoz. La sirena suena a todo volumen. La ambulancia avanza a toda velocidad por las calles de Pescara. Adentro, la mujer suda y gruñe. - Tranquila, ya estamos llegando. - Parli italiano? - pregunta la paramédica - No, we can not. My mom. She can. She is in the house. - No. No english. Sorry. La mujer sigue sufriendo. - This - dice la enfermera mientras señala a la mujer. - Emergency. Right now. El esposo asienta. No sabe como, pero entiende la situación. Lo sabe, está en su instinto. Acompaña a la paramédica en todo lo que hace. Lo entendió todo. Está naciendo. - Now - la paramédica mira a la mujer a los ojos. - One. Two. Three. ¡Push! El grito de esfuerzo se escucha hasta por fuera del carro, que sigue a toda velocidad. - Again. ¡Push! Sigue. La anestesia no era suficiente. El dolor le recorre todo el cuerpo, pero ella sigue. - Vamos Maryia, tu puedes. - ¡Push! - repite la paramédica. Y suena. Y llora. Un escalofrío recorre el cuerpo de todos. La mujer yace en la cama, exhausta, cansada, pero feliz y satisfecha. La paramédica hace su trabajo y entrega al recién nacido en los brazos de su padre. Está acá. Aha Rw.
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Tiflis, 13 de noviembre del 2000 La luz del día aparece e ilumina la ciudad donde el halcón y el faisán murieron. Las nubes tapan el horizonte, las montañas las atrapan justo por encima de la civilización, pero todo transcurre con normalidad. Tiflis está viva. Viva y peligrosa. Bajo la mirada del tirano, el pueblo sufre y acepta. Los jóvenes se matan entre ellos por defender a sus jefes, los capos de la droga y la trata. Vidas inocentes desaparecen, soñar es imposible, es el castigo por vivir en una ciudad que los vio nacer y con tristeza e impotencia se convirtió en un infierno de nadie. Es el juego del poder. [...] - ¡GRIGOL! ¡GRIGOL! Una mujer grita con desesperación. - ¡GRIGOL, VEN! Está asustada, no sabe que hacer. El sentimiento es agobiante. Las piernas no responden, el cerebro esta confundido. Está perdida en su propia casa. - ¡GRIGOL! Una vez más, grita. Como si fuese un animal vulnerable y perdido. Sigue su instinto y no obedece a la razón. Y es que hay momentos que el instinto es más importante. ¡BLAM! La puerta suena contra la pared. Un hombre entra a la casa, ha escuchado los gritos. - ¡MARYIA! - ¡GRIGOL, SUBE POR FAVOR! ¡SUBE! El hombre corre por las escaleras, aturdido y confundido. Abre la puerta del cuarto y ve a la mujer echada en la cama. Sudando, los ojos con miedo, pero tranquilos de ver al hombre que tanto ama. Sus manos en la barriga. La vida. - Grigol, es hora. - dice calmada y de manera tierna, respirando fuerte, fuerte y fuerte. - ¿Que hacemos? ¿Vamos al hospital? - el hombre no sabe que hacer, se mueve de un lado a otro, la situación lo agobia. La razón no aparece. - Acércate. Ven, a mi lado. El hombre se pone a un lado de la cama. La mano de su mujer envuelve la suya. - Llama a la doctora. Que vengan. No voy a caminar. No me voy a mover de la casa. La mano busca el teléfono, marca y llama. La mujer lo mira, el hombre habla, emocionado y preocupado. - Ya están en camino. Sus miradas se cruzan. El miedo ya pasó, por un momento Tiflis respira calma. La felicidad invade el hogar. [...] El llanto de la criatura se escucha en toda el barrio. Los vecinos, curiosos, se acercan a la casa con regalos y ganas de conocer al niño. La pequeña sala esta repleta de gente que baila y canta. El padre disfruta como nunca. Felicitaciones de todos, cervezas por aquí, por allá. Los cuadros con camisetas de fútbol que adornan la sala corren peligro. El padre los mira de reojo, no vaya a ser que alguno se caiga. En el piso de arriba, la mujer tiene al bebé entre brazos. La doctora y sus ayudantes revisan que todo este bien. - ¿Y que nombre han pensado? - pregunta una enfermera - Aún no sé, mi esposo estaba pensando en algo relacionado con el fútbol me parece. Siempre y cuando tenga un nombre que me guste, yo no voy a oponerme. Sabes como son los hombres. Ambas ríen en un momento íntimo, femenino, maternal. Tocan la puerta. El esposo abre lentamente. - ¿Puedo pasar? - Claro, claro. No ha problema - responde la doctora. Se acerca lentamente hacia su mujer, ve a su hijo que mueve las manos en manera de reflejo. Le acerca un dedo. El bebé lo atrapa y agarra con firmeza de recién nacido. La pareja se mira a los ojos. - ¿Que tal todo abajo? - Una locura, parece que es el hijo de todo el barrio. - dice mientras ríe. - ¿Han venido familiares? - Mi hermana está en camino, tus padres están llegando. Mi mamá ya llamó, mandó saludos desde Italia. - Que bueno. ¿Y como está tu madre? - Dice que todo bien. Que nos espera en Pescara para conocer al niño. El niño se mueve, la mujer lo mira y mira al esposo. - ¿Cual va a ser su nombre? - Ayer vi un partido de fútbol. Real Madrid contra Boca Juniors de Argentina. - Sabía que no podía con tu fanatismo... - No, no, espera. Es que de verdad quisiera ponerle este nombre. Es un jugador como nunca he visto en mi vida. Increíble. - ¿Del Real Madrid? - No, del otro equipo. Ganó Boca Juniors para sorpresa de muchos. Tienen grandiosos jugadores, pero este es maravilloso. Lleva la "10" y manejó el partido a su antojo. Dejó a los jugadores del Real Madrid en ridículo. - ¡¿Perdió el Real Madrid?! - Y verás tu. - ¿Y como se llama este jugador? - Juan Román Riquelme, grandioso. - Romain me gusta. - Román. Como español. - Te lo acepto si es Romain. El hombre se ríe. - Romain también me gusta. - Romain entonces. Ambos ven al niño que ahora duerme en los brazos de su madre. Romain ha nacido. Aún no tiene idea de lo que significa su nombre.
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@bardo ¡Bienvenido a la historia! Tranquilo, ya imprimí tu abono de temporada, seguidor número 1 de los hermanos Lomidze. Creo que Georgia es un terreno desconocido para la gran mayoría de nosotros. Al igual que nuestro querido Michael, yo solo conocía al Dinamo Tiflis y al bueno de Kakha Kaladze que llegó a jugar en el Milán. Estoy seguro que sera una historia llena de sorpresas, tengo ganas de ver que nos trae Georgia. Un honor que te pases por acá . Estate atento que vienen grandes cosas. ¡Un saludo! @jdbecerra ¡Bienvenido! La historia de jugadores de fútbol es algo que siempre he querido hacer, es algo que no hace mucho lamentablemente, ya que el FM es también una gran herramienta para simular carreras de futbolistas. Como ejemplo tenemos la gran historia "Futbolistas" de la cual parto como base. Un saludo y espero verte por aquí en otra ocasión .
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Georgia, que extraño país para empezar mi carrera de entrenador, pero había que empezar en algún lado y las islas me quedaban muy grandes para lo que quiero apuntar. Al menos voy a tener la oportunidad de conocer más el mundo, jamás había salido de la Unión Europea, aunque creo que con todo esto del Brexit mi estadía acá no va a ser duradera. Mis conocimientos sobre el fútbol georgiano son nulos, se quien es Kakha Kaladze y al otro que llegó a jugar en el Schalke, se que hay un equipo "Dinamo" y al Saburtalo que conocí hace dos semanas por la entrevista. La información que tengo del país si es mayor: capital Tiflis, ex-república soviética, guerra civil, conflictos internos, bellos paisajes, rica cultura y ortodoxos. De todas maneras llego a un lugar desconocido, pero estoy ansioso por saber que puede pasar en esta tierra. [...] Llego al club, simple, austero, tiene los necesario para poder ser considerado profesional. Caminando por las instalaciones veo a un hombre grande y gordo que abre los brazos y me sonríe. - ¡Mr. Gordon, que bueno verlo! ¡Muy contento de que esté aquí! ¿Que tal le parece el club? Esta bien, ¿no es cierto? En mi vida había escuchado un intento de acento inglés tan vergonzoso, tan asqueroso, tan repugnante. No se si reír y llorar, así que opto por ignorar el hecho de que mi nuevo jefe acaba de hacer el mayor ridículo de su vida y no lo sabe. - Buenos días, un placer estar aquí. - Acompáñeme por favor, déjeme llevarlo por el club. El "presi" me jala del brazo y me abraza tal cual hijo prodigo. Yo me encojo en mi mismo, impactado y con miedo de lo que estoy pasando. Es la peor primera impresión de mi vida. El gordo me va contando sobre el club, fundado en el 2012 se divide en tres secciones: el primer equipo, el equipo 2 y el equipo sub-19. En su segunda temporada en la segunda división georgiana se hicieron con el título y ascendieron. Se han mantenido tranquilos en la máxima categoría y apuntan a cosas grandes o al menos eso espera: - Teníamos grandes aspiraciones para esta temporada, pero las cosas no han ido de la mejor manera, además un equipo de tercera división nos eliminó de la copa. Por suerte aceptaste venir. Necesitamos de un cambio de aires. Un entrenador que sepa de fútbol y no solo ponga las fichitas. Y como no olvidar que eres un gran motivador. Estoy seguro de que nos irá muy bien bajo tu mando. Me mira de una manera que da miedo. Una sonrisa más falsa que Nessie que en realidad dice: "A la primera que falles, te mando en un barco pesquero a Edimburgo". Me quedo callado y asiento con las cabeza. - Supongo que leíste el reglamento que te enviamos. - Ehhh, si. - Perfecto. Vamos recién 19 partidos, aún quedan 17. No te pido que campeonemos, pero si que al menos nos puedes dejar en la parte alta de la tabla estaría muy bien. Claramente no leí nada. ¿Cuantos equipos hay en la liga? ¿36 partidos? ¿Hay tanto tiempo acá en Georgia? El presidente me lleva a una sala donde me encuentro con Teimuraz Shalamberidze, jefe de desarrollo de juveniles y encargado de mostrarme la plantilla y la situación de los jugadores. - Cuéntame sobre ti mientras vamos hacia el campo. - me pide con una voz agradable y un acento tipo ruso marcado, pero que se entiende. - Pues, me llamo Michael Gordon, nací en Edimburgo hace 33 años. Estudié ciencia deportiva y trabajé como preparador por mucho tiempo. A los 28 empecé a ser entrenador en losequipos juveniles del Hibernian y después de mucho tiempo recibí esta oferta y decidí probar suerte. - Interesante. Acá en Georgia hay un fetiche por los entrenadores británicos... - Soy escocés - Si bueno, de las islas me refiero. Lo miro ofendido, soy escocés, no británico. Nadie me dice que soy - A lo que iba. Muchas veces contratan entrenadores de esas zonas. Es entendible claro, si ustedes inventaron el fútbol. Caminamos recto y veo al grupo de jugadores, 23 llego a contar. Perfecto. - ¿Como esta el ambiente en el vestuario? - pregunto para saber mas o menos que me espera. - Terrible, terrible. El último entrenador se peleó con casi todos y los resultados tampoco han acompañado. La presión extra que significa ser de las mejores plantillas en Georgia también pesa mucho. Es una situación muy complicada. Jodido, justo como lo esperaba. [...] Después de presentarme a los jugadores los envío a hacer trabajos tácticos, según lo que se eso ha fallado mucho en los últimos partidos. El nivel no es alto, parecen muchachos de 17, 18 años. Pensar que son lo mejor de lo mejor en Georgia. Hasta yo podría ser profesional en estos lares. Sin embargo hay dos chicos que me llaman mucho la atención. Parecen jóvenes. Al menos así aparentan, porque su tamaño es mayor al promedio. Les estimo 1.85 metros a los dos y 19 años. Son parecidos físicamente, por lo que intuyo que son hermanos. Uno es "10". Mágico, de esos que ya no existen muchos. Toca la pelota como los más grandes del fútbol. Una técnica que no he visto nunca en un jugador que haya dirigido. Pases siempre precisos y una puntería para el gol, tremenda. Sabe que hacer con y sin el balón. Maneja ambos perfiles. Se mueve, se desmarca, regatea y anota como si estuviera jugando un partidito del colegio. Un talento indudable. El otro es un "9" fuerte y aguerrido. Una animal goleador. Mete todo lo que su hermano le regala. Va bien por arriba y por abajo no tiene miedo en darle con izquierda o derecha. Es fuerte y se le nota la ambición en la mirada. Parece un toro listo para destruir todo. No tiene miedo en chocar con los defensas mas grandes y experimentados del equipo. Estoy impresionado con lo que veo. - Teimuraz, ¿quienes son esos dos chicos? - Los hermanos Lomidze. Llegaron al club hace algunos días. Se hicieron pruebas para el equipo sub-19, pero los invitamos para que vengan hoy a entrenar con el primer equipo. - Pues que se queden siempre, su nivel es altísimo comparado con los demás jugadores que tenemos. - ¿Seguro? - ¡Claro que si! ¿No lo vez? El delantero ya lleva como 5 goles seguidos y ha humillado a nuestros mejores defensores. Y que decir del "10", el solito puede arreglarme todo el equipo. - Entonces se lo comunicaré a los padres. - ¡Perfecto! Mi sonrisa es enorme, con ellos puedo pasearme en esta liga de jardineros, pero... - ¡Teimuraz! Espera. ¿Que tienen que ver los padres acá? - Que ambos son menores de edad Michael. - ¡¿Que?! - Si. 15 y 16 años. - Me estás tomando el pelo. - Para nada. - No es posible. Míralos. Juegan como si hubiesen hecho esto toda su vida. - Te juro que no es una broma Michael. - ¿Como se llaman? - El mayor es Romain. Según se, el padre le puso así por Román Riquelme y bueno, terminó jugando parecido. El otro es el que tiene la "99", Aaron o Aaron Lucca como dice su ficha. Ese creo nació en Italia durante unas vacaciones, por eso el nombre italiano, en "honor" a su nacimiento. - Pues vaya par de talentos que tenemos acá. - Pensar que hace una semana no tenían equipo y vinieron acá por unos amigos que los obligaron. - Bueno, que importa eso. Comunícale a los padres que los quiero en mi primer equipo. No me importa que no tengan pelos de hombre aún, jugadores así no se pueden desperdiciar y menos en la situación que estamos. Así terminé mi primer día en Georgia, conociendo a quienes sean quizás los mejores jugadores de la historia de Georgia, pero que aún no lo saben. Claramente no los quiero matar desde el comienzo metiéndolos en partidos desde el arranque. Nunca antes han jugado partidos competitivos según lo que me cuenta Teimuraz, pero el talento y nivel que tienen es innegable. Estoy seguro que tengo un tesoro entre manos.