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Bakero

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Todo lo publicado por Bakero

  1. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    @sakito87 !Bienvenido a la historia, compañero! Desde luego, es importante contar con un vicepresidente como Bonhof, que tan bien conoce el club de su etapa como jugador. Todos los nombres que propones serían fantásticas opciones para el equipo. Como la historia estaría encaminada a partir de la 2011/2012, con el football manager 2012, Berti Vogts se encontraría entrenando a la selección de Azerbaiyán, aunque no por ello sería descartable su opción. Heynckes sí sería descartable, porque en aquel tiempo se encontraba apagando el fuego del rival Bayern München Verás cómo en el próximo post la prensa especula con posibles nombres. !Saludos y gracias por pasarte y comentar!
  2. Bakero añadió un post del hilo en Historias
    Tuvieron el mejor de los tiempos y ahora viven sumidos en el peor de los tiempos; la época de la gloria y también del dolor; la etapa de la creencia y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; el sol de la esperanza y el frío de la desesperación. Alcanzaron sueños, pero nunca el máximo esplendor europeo; ascendieron directamente al cielo y cayeron al fondo de la tierra. En una palabra, aquel período era tan diferente a l actual, que nuestras más notables leyendas insisten en que, tanto en lo bueno como en lo malo, comparemos siempre en grado superlativo. ¡Qué diferente se tornó la Bundesliga para los dos Borussia! El Dortmund se coronó campeón de la 2010/2011, mientras que el Mönchengladbach, a la orilla del precipicio tras su 16º puesto, sufrió en el playoff de promoción frente al tercer clasificado de la 2.Bundesliga: el Bochum. Una victoria por la mínima en el partido de ida en Mönchengladbach con gol de Igor de Camargo dejaba toda la emoción para el partido de vuelta en Bochum. Nordtveit metió el susto en el cuerpo cuando marcó en propia puerta el tanto que llenaba de esperanzas al equipo local, hasta que Marco Reus estableció el empate final en el minuto 72 e hizo respirar de nuevo a los asustados “potrillos”. Rolf Königs, presidente del club, es un hombre tranquilo al que le gusta estar alejado del bullicio y del caos. Prefiere vivir en un estado permanente de orden. Este prolongado coqueteo con el descenso y la delicada situación económica que atraviesa el club repercute considerablemente en su inestabilidad y desasosiego. Intranquilo, recorre su despacho pensativo y consciente de que será necesario un giro radical de 360 grados en el rumbo actual del equipo. Mira por la ventana buscando un momento de paz, pero el cuerpo se mueve enseguida para reiniciar el rápido recorrido sin meta. Contempla por unos instantes el teléfono. Instalado por vez primera en la quietud, al mismo tiempo su semblante muestra la indecisión. Finalmente, decide descolgar el auricular y llamar a su querido vicepresidente Rainer Bonhof: Rainer Bonhof: “¿Sí, señor presidente?” Rolf Königs: “Rainer, le he estado dando muchas vueltas a la delicada situación que atravesamos. Sabes mejor que nadie que una nueva temporada semejante -o peor aún un descenso-, significaría mi adiós como presidente”. Rainer Bonhof: Lo sé, pero no se preocupe. Trabajamos mucho para reconducir la situación. Verá que poco a poco iremos mejorando. Soy alguien optimista. Tras vivir en las puertas del infierno, a este club no le queda otra que subir. Rolf Königs: Bueno, Rainer, tú viviste la etapa dorada como jugador, cuando nos enfrentábamos hombro con hombro contra el Bayern en una lucha titánica por ser el mejor. Incluso estuviste a punto de saborear la Champions. ¿Sabes? Desde que soy presidente sueño con revivir esos viejos laureles, pero cada vez soy más pesimista. Pienso que mi etapa de presidente será recordada con más pena que gloria. Incluso acostumbrarme a una etapa discreta en medio de la tabla me sabría a gloria. Rainer Bonhof: No desespere, presidente. Es cierto que tuvimos una última temporada pésima, pero hay nombres de gran calidad que pueden ayudarnos a resurgir entre las cenizas: Ter Stegen, Nordtveit, Dante, Daems, Arango, Reus... Tenemos experiencia y gente joven. Es una combinación muy importante. Contamos con mimbres suficientes para remontar el vuelo. Rolf Königs: Sí, tiene razón. Ahora, Rainer, es momento de elegir un nuevo entrenador. Me gustaría que fuese un hombre con experiencia y, sobre todo, con mano dura. Es el tipo de entrenador que necesitamos para volver a ilusionarnos. Rainer Bonhof: Trabajo en ello con la directiva y barajamos varios nombres... Rolf Königs: Tienes todo mi apoyo en la elección. No voy a imponerte nombres. Eso sí, como te acabo de decir: con experiencia y con mano dura. A ver si alguna vez puedo vivir tranquilo. Prefiero pasar desapercibido que como un presidente de mal recuerdo. Rainer Bonhof siente un poco de pena por aquel hombre tendente a enfocar las responsabilidades en los demás, a abrazarse al pesimismo en cuanto vislumbra cualquier problema, a pasar desapercibido por la vida y a instalarse en su aburrida tranquilidad. No sabe de fútbol, pero comparto su mismo deseo. También yo tengo ganas de que este equipo vuelva a ser grande y compita en Europa–pensaba antes de dirigirse a la reunión con la directiva-. No sabemos si un perfil rígido y duro será la clave para acceder al Pórtico de la Gloria. En cualquier caso, el tiempo nos revelará el nuevo nombre y qué sucederá. https://www.youtube.com/watch?v=1YTFM1Idyak
  3. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    Año Nuevo en la cárcel El camión de la Policía cruzó la calle quinta. Jaricho, que estaba sentado junto a la puerta, lo dejó ir con la mirada y lo vio girar en dirección al centro de la ciudad. El camión rodó despacio por la cuarta y se detuvo frente a Piso Alto, la tienda donde, después de terminar el entrenamiento, pasar por casa y coger una arepa, el Pibe toma gaseosa y charla con los amigos. Los policías, excitados al ver a los muchachos, saltan del camión y les ordenan alzar las manos y ponerse contra la pared. No corren tiempos tranquilos, están en 1980 y mientras el Pibe juega la primera temporada con el Unión Magdalena, Jaime Bateman Cayón, un samario igual que él, está estremeciendo al país con la eficacia y la espectacularidad con la que dirigía una guerrilla urbana llamada Movimiento 19 de abril, M-19. Todos arriba, grita el sargento y los muchachos no tienen más opción que obedecer. El camión reinicia la marcha y cruza las calles que lo separan de la estación policial de la calle Santa Rita. Vuelve la gritería de los policías y el Pibe y los amigos bajan a empellones del camión y empiezan a hacer una fila en el patio del lugar. ¡Identifíquense!, ordena el sargento y cada uno de los muchachos va buscando entre los bolsillos la cédula de ciudadanía. Le llega el turno al Pibe. El hijo de Jaricho hace un movimiento demasiado brusco y la cédula cae al suelo. El policía, que lo ha visto demasiado relajado y tranquilo, piensa que se está burlando de él y apenas el Pibe se agacha a recoger la cédula, le da una patada en medio de las piernas. El Pibe, enfurecido, se endereza y devuelve el golpe. El policía rueda por el suelo mientras el Pibe da un salto y echa a correr. Unas cuadras adelante, el Pibe se encuentra con la tía Mercedes y se abraza a ella. http://www.subirimagenes.com/fotos-445441-9860487.html EL "Pibe" Valderrama durante su estancia en la cárcel Aparecen los policías que lo persiguen, Mercedes intenta intervenir, pero es reducida con bolillazos y patadas y no tiene más opción que entregar el sobrino a la policía. Está en el calabozo, incomunicado, sentencia el policía de guardia cuando Jaricho va a averiguar por el hijo. Pero si no ha hecho nada malo, solo defenderse de una agresión, dice, pero el agente lo mira con rabia y desprecio y le ordena salir del lugar. Esa noche no puede dormir, da vueltas en la cama, oye la música que aún no se ha apagado en las tiendas del barrio, oye el traqueteo de algún tren en la cercana estación del ferrocarril e imagina al Pibe sentado sobre el suelo sucio del calabozo. Sabe que el Pibe tampoco está durmiendo y que el incidente es grave, antes de volver a casa ha consultado a Alberto López Zapata, un abogado amigo, y López le ha explicado que, por la situación del país, hay un Estatuto de Seguridad vigente y la agresión a un policía es un delito que se paga con años de cárcel. Llega el amanecer y, acompañado de Claribeth, la novia del Pibe, y de Juana vuelve a la estación. Lo trasladaron a la cárcel, les informa el agente que ha reemplazado al que lo atendió el día anterior. Los peores augurios del abogado se han cumplido y él decide volver donde López Zapata y pedirle que asesore al Pibe. Van a la Notaría, hacen los poderes y, después de una larga mañana de trasiegos burocráticos, logran una autorización para visitarlo. Lo encuentran molesto porque no ha podido ir a entrenar y silencioso, como suele estar siempre que atraviesa un contratiempo. Zapata le explica la complejidad de la situación. El Pibe no puede creerlo, mira a Jaricho sorprendido y él lo abraza y le promete que hará todo lo posible por sacarlo lo más pronto de allí. Trasladan la causa judicial contra el Pibe a la Base Naval de Barranquilla y padre y abogado empiezan una romería permanente hasta allí para vigilar el proceso e ir presentando los recursos que eviten que el Pibe vaya a un Consejo Verbal de Guerra. En el carro del abogado van y vienen y Jaricho y Zapata se vuelven tan famosos en la Escuela Naval de Barranquilla, que los infantes de marina los dejan entrar sin requisarlos, el juez militar que lleva el caso les sonríe y se rasca la cabeza cuando los ve llegar y el secretario del juzgado les cuenta las novedades a espaldas del jefe. Entre tanto, en la cárcel, la situación mejora un poco. http://www.subirimagenes.com/fotos-4454511-9860488.html La prensa anuncia su salida de la cárcel Internos, guardias y director se enteran de que "el monito de afro" juega en el equipo de la ciudad y el director decide alejarlo de los presos comunes y trasladarlo a la enfermería del penal. Allí hace amigos y forma un equipo para jugar con los presos de otros patios. Las noches las pasa oyendo las historias de los otros reclusos y contando cómo ha ido haciendo la carrera de futbolista. Los internos se enteran del paso del Pibe por la escuela infantil de fútbol de Caballito Atencio, oyen hablar del profe Carlos, el zapatero que dirigía el Independiente, el mejor equipo juvenil donde ha jugado, se ríen de las derrotas que aguantó con el equipo de Edison ‘Robapollo‘ González y lo felicitan cuando cuenta los triunfos con la selección del Liceo Celedón y con la selección juvenil del Magdalena. Mientras el Pibe convierte el encierro en fútbol, Jaricho mantiene la romería matinal a Barranquilla y usa las tardes para visitarlo y contarle cada novedad judicial. Yo no quiero pasar Año Nuevo aquí, le dice cuando completa tres semanas encerrado. Lo sé, viejo men, pero la cosa está tesa, hay un teniente de aquí que no quiere ceder y mientras ese man no afloje, es casi imposible sacarte, le contesta. El Pibe se rasca la cabeza y vuelve a callar. Jaricho lo mira, él tampoco quiere verlo pasar las fiestas en la cárcel, así que se empecina, busca más ayuda, intenta que Eduardo Dávila, el dueño del Unión, le dé una mano, pero no consigue ningún progreso. Con tristeza y rabia, el Pibe pasa Navidad y Año Nuevo en la cárcel. Jaricho soporta unas fiestas amargas y el primer día laboral del juzgado, vuelve a insistir. ¿Cómo pasó las fiestas el papá del futbolista que le pegó a un policía?, le pregunta el juez. Bailando la tristeza, contesta con un esbozo de sonrisa. El oficial alza la cara y estrella la mirada contra aquel hombre moreno, grueso, de pelo ondulado e iluminado por las primeras canas. Ve la nariz ancha, la piel curtida y los ojos vivaces de un hombre que sabe muy bien lo que es batallar cada pequeño progreso en la vida. Le tengo una sorpresa, dice de pronto el juez y le extiende una hoja de papel. ¿La orden de libertad? Sí, no debería dársela, pero estoy cansado de verlo por aquí. Gracias, muchas gracias, le dice y le estira la mano. El oficial acepta el saludo y vuelve a examinarlo. Vaya, saque al muchacho y póngase a cuidarlo, si vuelve a pegarle a alguien, lo meto a la cárcel a usted, ¿entendido? Entendido, contesta y con el paso algo ladeado y paciente que lo caracteriza, sale del lugar. Fuente: http://www.soho.co/historias/articulo/pibe-valderrama-la-gran-cronica-del-pibe/7743
  4. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    Días de Pescaíto Anochece, Jaricho se detiene en frente de la casa familiar, abre la puerta y escucha la voz enfurecida de Juana. Han pasado doce años desde que ella dio a luz el hijo varón que los reconcilió y que lo puso tan feliz que decidió llamarlo Carlos, el mismo nombre que él llevaba escrito en la cédula. Pero, como si existiera una maldición para los Carlos dentro de la familia Valderrama, aquel niño tampoco llegaría a ser conocido por el nombre de pila. Siete días después del parto, Jaricho jugaba con la selección del Magdalena la final del Campeonato Nacional de Fútbol y Juana, entusiasmada, decidió romper el rigor de la dieta e ir con el recién nacido a verlo jugar. El partido resultó complicado, Antioquia, el rival, era un equipo bravo y empezó ganando. Un gol marcado al final del partido consiguió el empate para los samarios y un segundo gol marcado en tiempo extra le dio a la selección del Magdalena un campeonato que llevaba dieciséis años sin conseguir. El estadio estalló en aplausos, algarabía y festejos y Jaricho, en lugar de dar la vuelta olímpica con los demás jugadores, corrió hacia Juana, agarró al niño y volvió con él al campo de juego. El bebé fue un motivo más de celebración y pasó de brazo en brazo hasta que recaló en las manos de ‘el Turco ‘Deibis, un mediocampista argentino que trabajaba como técnico en Santa Marta. "Está lindo el pibe", dijo ‘el Turco ‘y, sin quererlo, bautizó al niño con el apodo con el que sería conocido a partir de aquel día. Pero, al momento de abrir la puerta, aquel hijo ya no es un bebé, es un adolescente reservado, perfeccionista y de muy mal genio que está enfrentado a la ira de la madre y, algo todavía peor, está a la espera de que Jaricho lo salve de la ira materna. ¿En qué andabas, Pibe?, pregunta con seriedad al muchacho para apaciguar un poco a Juana. Mira, contesta el Pibe, estira el brazo y le muestra varias monedas. Y eso, ¿de donde las sacaste? el Pibe se acomoda, sabe que está ganando tiempo y eso le conviene. Él lo mira mientras el muchacho cuenta que junto a Franklin, Deibis y otros amigos han cogido la costumbre de ir al puerto, nadar hasta los barcos y ponerse a gritar: jelou míster, jelou míster. Los marineros se acercan al borde de la cubierta, nos saludan, se esculcan los bolsillos y tiran monedas al agua. El nadador que dure más tiempo metido en el agua y pueda rescatar las monedas se queda con ellas, termina el Pibe con una expresión de orgullo en la cara. Jaricho coge las monedas, las examina y no puede evitar sentirse feliz por las cualidades de nadador del hijo. Juana ve ceder al padre, estira la mano y pide las monedas. ¿Así que a esto te dedicas?, dice aún enojada. Yo no veo el problema de que el muchacho vaya un rato al puerto, dice él, así hace deporte y hasta aprende inglés. Juana lo mira con rabia y mira de nuevo al Pibe. Bueno, ya veremos si es verdad tanta dicha, dice, da la espalda y camina hacia la cocina. ¡Uf!, se ha salvado el muchacho, piensa, mientras el Pibe corre de nuevo en busca de la calle. Han sido días de lluvia, el clima está fresco y, gracias a ello, el tierrero de la calle está apaciguado y se ha convertido en una mullida alfombra de polvo. ¿Un partidito?, pregunta Franklin apenas ve salir de casa al Pibe. El Pibe acepta con un gesto serio y empieza a armar los equipos. Pero hacer las alineaciones no es tan fácil, no todos quieren jugar como se va disponiendo y empiezan las discusiones y las protestas. Entonces no juguemos, dice imponente el Pibe y aquel ultimátum consigue restablecer el orden. Empieza el partido, el Pibe grita, exige esfuerzo, da órdenes, Franklin corre en busca del arco contrario, Deibis defiende y los otros corren, marcan, dan codazos, meten pierna y ruedan por el suelo como si en los partidos jugados en aquella estrecha calle se decidiera el destino del mundo. La bola de caucho va y viene, salta, rueda, se dejar llevar con armonía y cariño o huye intransigente si alguien chambonea y le pega con más rabia que talento. Es caprichosa aquella bola, no le teme a nada, pero es esquiva, no entra tan fácil en la portería contraria y se muestra silenciosa e indiferente cuando alguien, por fin, consigue un gol. Vuelven y sacan y la pelota vuelve y va y vuelve y viene y, sin ningún pudor, golpea las paredes y las puertas de las casas de la calle quinta. Todo es intensidad y emoción hasta que una de aquellas puertas se abre y, antes de que alguno de los muchachos pueda evitarlo, la señora Teresa Avendaño agarra el balón. "Lo he dicho mil veces, en esta calle no se juega, ya estoy aburrida de que le den balonazos a la puerta de mi casa", grita mientras da la vuelta y cierra con rapidez la puerta por la que ha aparecido. Vieja hijueputa, murmuran los muchachos y se miran unos a otros con rabia y con la misma rabia miran al Pibe. El Pibe escupe enfurecido, coge una piedra y se acerca a la puerta de la casa de doña Teresa. ¡Pibe!, grita él, que todo el rato ha simulado hablar con los vecinos, pero que en realidad ha estado atento a cada minuto del juego. El Pibe voltea a mirar, tropieza con la mirada del papá y deja caer la piedra al suelo. Es mejor que entres a casa, ya estuvo bueno por hoy, le dice. Pero si todavía está temprano, contesta Deibis, porque al Pibe la rabia no lo deja ni hablar. Sí, además esa vieja no es la dueña de la calle, dice Franklin. Mañana que le haya pasado la rabia a doña Teresa, yo mismo le pido la pelota, les contesta. El Pibe se sienta en el andén, él lo mira y aunque no lo deja traslucir, se siente orgulloso de la garra que muestra el muchacho. Tiene sangre de futbolista, piensa; la misma sangre que él, la misma que el tío Totó, la misma que Justo y Aurelio, los dos hermanos de Juana que juegan en el Unión Magdalena. Los Valderrama viven y respiran fútbol y están creciendo en un barrio en el que no hay una sola calle donde no haya nacido un jugador famoso. Por eso, le cuesta tanto controlar al Pibe, por eso le gusta dejarlo jugar, le gusta oírlo gritar, verlo entrenar con las hermanas en la misma habitación donde duermen, por eso jamás se ha enojado cuando rompe con el balón el espejo del cuarto o cuando regresa tarde a dormir porque el día le parece poco para saciar toda el hambre de fútbol con que siempre se levanta. Pasan dos meses de colegio, playa y fútbol y llega la entrega de notas, sigue siendo profesor, así que termina de entregar las notas de los alumnos del curso que dirige y corre a recoger las notas del Pibe. La cara seria y desencantada del maestro que lo recibe le deja claro que las noticias son poco halagüeñas, el Pibe ha perdido las principales asignaturas incluido el inglés, la materia que los habría salvado de la humillación. Enmudecido, baja las escaleras del colegio, tal vez ha sido demasiado permisivo, tal vez se está equivocando. "No todo el mundo nació para estudiar", le dice otro maestro cuando él le comenta lo ocurrido. Él escucha y asiente, pero se siente inseguro, él mismo ha abandonado el fútbol y ha seguido la carrera de profesor, porque sabe que los fracasos en el fútbol son innumerables y no solo dañan el bolsillo sino también el alma. Ama el fútbol, pero tiene miedo al futuro que puede esperarle al Pibe y, para completar la amargura, tiene miedo de la reacción de Juana cuando vea las notas del muchacho. Sale del colegio, atraviesa en silencio el centro de Santa Marta, da un par de rodeos, para en una tienda y se toma una cerveza para hacer tiempo, pero llegan el mediodía y el hambre y es inevitable volver a casa. Entonces, viejo man, lo saluda el Pibe. Él lo mira, no sabe si regañarlo o apoyarlo de nuevo y, mientras duda, aparece Juana. Déjame ver, dice. No quiere entregarle la libreta con las notas, pero estira la mano y se la entrega. Juana la revisa, mira al hijo, mira al marido, los ve expectantes, derrotados; así ha querido tenerlos hace mucho tiempo y siente la tentación de cobrarles tanta complicidad desobediente, pero, más que rabia por las notas o satisfacción por tener la razón, siente que quiere a aquellos dos hombres. ¡Aja!, y no que estaba aprendiendo inglés, dice y le devuelve la libreta con las notas y, sin volver a mirarlos, vuelve a entrar a la casa. http://www.subirimagenes.com/fotos-445431-9860316.html El "Pibe" Valderrama de pequeño Fuente: http://www.soho.co/historias/articulo/pibe-valderrama-la-gran-cronica-del-pibe/7743
  5. Bakero añadió un post del hilo en Historias
    "Mi papá, Jaricho, siempre ha estado ahí, es mi espejo, mi otro yo..." Carlos Alberto Valderrama Palacios De Bonda a Santa Marta Jaricho entró agotado al barrio, terminaba un día duro, el entrenamiento, las clases, los enredos en ambas partes y, para completar, la nostalgia permanente por haber sido necio y haberse separado de Juana, la mujer con la que se había casado dos años atrás. El sol, ajeno a las culpas que lo perseguían, abandonaba el acoso diario a Santa Marta y los pescadores, los trabajadores del puerto y demás pobladores de Pescaíto empezaban a acomodar sillas, bancos y mecedoras en las puertas de las casas para disfrutar del fresco del atardecer. La música, recién llegada de los arrabales de Cuba y Puerto Rico, se mezclaba con los saludos de los vecinos, con la gritería de los niños y con los comentarios apasionados sobre algún partido de fútbol de los muchachos que invadían las esquinas. Jaricho sonrió, Pescaíto lo animaba, aquella vida tan a cercana a la infancia, a las tardes en que acompañado por Artillero, el perro de la familia, trasegaba las calles de Bonda para vender las carimañolas, empanadas, rosquitas, cuajaderas y cocadas que Clementina, la mujer trigueña y saludable que lo había parido, hacía para ayudar a sostener la numerosa prole que, junto a Julián Valderrama, el patriarca de la familia, iba trayendo al mundo. Un carro cruzó ruidoso y Jaricho dejó ir los recuerdos de la infancia y pensó en el San Isidro, el camión mixto en el que iba y venía de Bonda a Santa Marta cuando estudiaba el bachillerato. Nunca tenía dinero y debía cargar y descargar bultos sobre los que viajaba para pagar los dos centavos del pasaje. Gracias al San Isidro y a los abundantes almuerzos que le servía la tía Meme en la casa del barrio Cundí había podido graduarse como bachiller en el Liceo Celedón, el colegio más prestigioso de la ciudad. El San Isidro y Santa Marta no solo le habían dado educación, también le habían dado el fútbol. http://www.subirimagenes.com/fondosycapturas-445401-9860224.html Carlos "Jaricho" Valderrama fue un recio defensa central De los juegos con pelotas de trapo en Bonda, pasó a los entrenamientos con el equipo del liceo, a los partidos intercolegiados y a la primera convocatoria para jugar con la selección del departamento del Magdalena. Y no solo se había hecho jugador, se había convertido en fanático del fútbol, la religión más importante del siglo en que había nacido. Sentado en las gradas del Eduardo Santos, el recién construido estadio de la ciudad, había visto jugar al argentino Miguel Ángel Botta, al húngaro George Maric, al samario especialista en chilenas Felipe Hernández, a Cozzi, Pini, Zuluaga, Ramírez, Rossi, Soria, Reyes, Pedernera y Di Stefano, muchos de ellos los mejores jugadores del mundo, que por aquel entonces protagonizaban la época dorada del fútbol colombiano. No parecían muchos años los que mediaban entre la infancia y la primera madurez, pero le habían servido para dar un importante salto en la vida. El trabajo juicioso en el liceo le había conseguido el respeto y la admiración del profesor Agustín Iguarán, y aquel guajiro lo había puesto a trabajar como profesor interno en un colegio que acababa de abrir. Allí era el encargado de dar las principales clases, de hacer la guardia nocturna, de coordinar las actividades deportivas y hasta de acompañar a los estudiantes internos a las salidas dominicales al cine. Las tardes, las madrugadas y los fines de semana de fútbol también habían fructificado; se había convertido también en un defensa central sólido y recio que no solo conseguía ganar algunos pesos extras con el deporte, sino que empezaba a acariciar las delicias de la fama. No estaba nada mal, se podría decir que rozaba el éxito. Sin embargo, no lograba quitarse de la cabeza a Juana ni a María, la niña de la que ella estaba embarazada el día que se separaron. Un grupo de muchachos jugaba al fútbol, se detuvo a observarlos y volvió a sentirse feliz de estar en Pescaíto. No había nacido allí, pero ya empezaba a formar parte de la tradición futbolística del barrio al que, a principios del siglo XX, los marineros ingleses que recalaban en el puerto le habían enseñado a jugar al fútbol. Las fintas y las carreras que hacían los chiquillos ya no tenían nada de inglesas, la mezcla de razas que poblaba el lugar se había apropiado de las enseñanzas anglosajonas y había creado una manera de jugar y relacionarse con el balón que parecía haber brotado de la misma tierra. "Entonces qué, Jaricho, ¿una cervecita?", saludó un compadre y lo sacó de las abstracciones y nostalgias que lo tenían cogido del cuello. Volteó a mirar, sonrió al compadre, sintió la garganta seca de dar clases y el cuerpo sediento por el calor y los afanes del día. Podía sentarse allí, tomarse una fría, charlar un rato y, después, ir a visitar a una "amiguita" que tenía en un barrio vecino. Era tentador, pero volvió a pensar en Juana y María y rechazó la cerveza. Seguido por las burlas de los amigos, giró la esquina y caminó en dirección a Barrio Norte, el barrio que separaba Pescaíto de la playa y donde quedaba la casa de Justo Palacios, el papá de Juana. http://www.subirimagenes.com/fotos-445411-9860223.html El "Pibe" Valderrama junto a su padre "Jaricho" Los saludos de otros vecinos y el paso apurado entre las calles inundadas de niños jugando fútbol lo dejaron frente a la casa del ex suegro. Titubeó, recordó los detalles de la conquista de Juana, las palabras y las sonrisas cruzadas, las manos juntas en los parques y en las fiestas, las promesas de amor y hasta la actitud beligerante de Aurelio ‘Yeyo Palacios, el cuñado al que intentó invitar una vez al cine y que le había contestado con agresividad: "Yo solo voy al cine con la plata que me da mi papá". Recordó también los nervios y la ansiedad con los que había subido al tren y había hecho el trayecto hasta Latal, el caserío de la zona bananera donde por esa época vivía Totó, el hermano mayor de la familia, para pedirle que fuera hasta Santa Marta y pidiera la mano de Juana. Totó sonrió algo escéptico, pero terminó por aceptar el comprometedor encargo y el 26 de julio de 1959 hubo boda. Tras una corta luna de miel, la pareja se fue a vivir al corazón de Pescaíto, en una calle conocida como el callejón de la calumnia, porque allí se vivía bajo la mirada vigilante de Gala Medina, de las Pan de Sal, de las Mora, las Simancas y la Mona Pecosa, la mujeres más chismosas del barrio. El tránsito de hombre libre, triunfador y famoso a hombre casado y comprometido fue más difícil de lo que esperaba, amaba a Juana, pero no pudo resistirse a ciertas aventuras y como en aquella calle hasta el más mínimo desliz terminaba por saberse, Juana se había cansado de soportar tantas aventuras y había vuelto a vivir a casa de los padres. Ahora, en lugar de tenerla en casa, esperándolo, debía volver a golpear en la casa del suegro y debía volver a aguantar las miradas desconfiadas de los cuñados. Una cosa es tener miedo y otra demostrarlo, así que alzó la mano y golpeó con los nudillos fuertes de campesino a la puerta de madera. No abrían y tuvo que repetir el llamado. Segundos después oyó los pasos de Juana, sintió la mano de ella rozar la madera para quitar el pasador y la vio aparecer detrás de la puerta entreabierta. El extraño silencio que había en la casa y la expresión nerviosa que se apoderó del rostro de ella, le hicieron saber que estaba sola. "Vengo a ver la niña". Juana lo miró con esa mezcla de rabia y alegría que siempre sentía al verlo y dudó un par de minutos, pero terminó por dar un paso atrás y franquearle la entrada. Él intentó actuar con naturalidad, pero no logró hacerlo porque la presencia imponente de Juana en el silencioso vacío de la sala le sobresaltó la sangre. Un par de frases sin terminar y habrían terminado besándose o, como mínimo, discutiendo, si la sonrisa feliz, inocente y acogedora de María no hubiera aparecido. Jugó un rato con la niña, la consintió, le dio los dulces que le había comprado y, finalmente, la vio desaparecer en busca de unos juguetes que había dejado abandonados en el patio. De nuevo entre Juana y él se instaló un silencio comprometedor y del silencio se desprendieron algunos reproches, de los reproches salieron las explicaciones y una insinuación muy cercana al perdón y de aquella insinuación surgió el deseo. Volvieron a besarse, a acariciarse, a hacerse reclamos y a abrazarse y volvieron a buscar una cama donde poder juguetear y retozar un rato. Se amaron y ella volvió a reír y a ser la mujer segura y enérgica que lo había enamorado y él volvió a sentirse pleno y a comprobar que tantas aventuras le habían hecho perder mucho más que una casa y una mujer. Pero el deseo es pasajero y fue inevitable volver al silencio, a las dudas, a los reproches y a las falsas promesas y terminó por salir de allí más inquieto de lo que había entrado y sin siquiera imaginar lo que en verdad había pasado aquel día. Sería necesario que trascurrieran varias semanas para que Juana, angustiada, decidiera ir a hacerse una prueba de embarazo. Se necesitarían varios meses para que ella encontrara una solución digna y se decidiera a hablar con una comadre que podía alquilarle una casa, se necesitaría que Juana se decidiera a decirle: "Mira, yo estoy embarazada y no le voy a echar otro hijo a mi viejo. Uno está bien, pero dos no. Tengo una casa lista y, o te vas a vivir allí conmigo, o me voy a vivir sola". Se necesitaría de aquel ultimátum para que, después de confesar que él también se moría de ganas de volver con ella, pudiera sellarse la reconciliación, y se necesitaría que pasaran un par de décadas para que supiera que durante aquella visita, Carlos Alberto Valderrama Palacios, el futbolista que años después haría vibrar a Colombia, había marcado el primer gol de su vida. http://www.subirimagenes.com/fotos-4454211-9860225.html El gran Carlos"Pibe" Valderrama: la exquisita técnica de Colombia Fuente: http://www.soho.co/historias/articulo/pibe-valderrama-la-gran-cronica-del-pibe/7743
  6. Bakero ha respondido a Mapashito en un post in a topic de Historias
    ¿Qué tal, Mapashito? Zé Roberto me parece una gran apuesta como técnico porque, aunque sea brasileño, tiene el espíritu del trabajo y el sacrificio alemán Recuerdo que en el Real Madrid no llegó a triunfar. Cuando lo entrenaba Capello, apenas contaba con él y lo ponía en una posición que no era la suya: lateral izquierdo. Sin embargo, triunfó tanto en el Leverkusen como en el todopoderoso Bayern München. Se nota que el espíritu alemán iba con él . A nivel personal, mi predilección sería que comenzara entrenando a La Portuguesa, el club brasileño en el que se formó, pero veremos a ver qué nos depara el destino. !Saludos y mucha suerte con tu historia, compañero!
  7. Bakero ha respondido a Mapashito en un post in a topic de Historias
    Escribo para desearte mucha suerte en esta nueva aventura, Mapashito. Mi primer gran recuerdo de un Mundial es también el de USA 94, con selecciones como Bulgaria, Rumanía o Suecia, que ya no han vuelto a ser tan grandes como en aquella competición. En la final estuve con Brasil por el modo en el que Italia nos dejó fuera Me conformo con que el equipo que dirijas tenga la magia y la alegría en el juego del Brasil del 70. Sí, soy muy exigente !Mucha suerte y estaré pendiente de tus avances en la historia!
  8. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    Iván De la Peña llegó seguro y confiado a su primera rueda de prensa como técnico. Con una sonrisa en la cara, se siente feliz por su nueva labor el equipo. El presidente le dedicó previamente unas palabras elogiosas antes de que los impacientes periodistas satisficieran su curiosidad con sus preguntas: -¿Cómo está viviendo estos primeros días después de su nombramiento como nuevo entrenador? -Bueno, por un lado con mucha alegría y por el otro tratando de trabajar al máximo para avanzar en todo lo que necesitamos. La gente me transmite su confianza y es muy importante para mí. -¿Cómo sienta acabar la carrera como jugador y empezar a los pocos meses como entrenador en el mismo club que te vio colgar las botas? No suele ser algo habitual en este mundo. -Sentí mucha emoción el día de mi retirada y ahora recibo el enorme regalo de poder entrenar al equipo de mi corazón. Este club va creciendo, cada vez es más grande, y todos debemos remar para que continúe así. -¿Pero no es mucha responsabilidad comenzar la carrera como técnico en la máxima categoría? ¿No siente la presión? -Soy consciente de que estoy aquí por lo que he hecho en esta casa como futbolista. Comprendo que mucha gente pueda dudar, pero siento que en unos meses esas dudas se disiparán, porque estoy preparado. No entrenaría si sintiera presión. Para pasarlo mal, me quedaría en mi casa. Entreno para disfrutar. -Ha llamado mucho la atención el nombramiento de Jorge Griffa como segundo entrenador, teniendo en cuenta la diferencia de edad existente entre ustedes. ¿Qué le motivó a decidirse por su incorporación? -No hay nadie más preparado que él y conoce la casa. Compartimos una filosofía muy parecida y sé que aprenderé mucho a su lado. No puedo tener a un mejor compañero a mi lado. -¿Qué objetivos se marca a corto plazo? -Mi primer objetivo, en el que necesitaré tiempo y suerte, es arrancar bien para que la gente se vuelva a ilusionar con el equipo, a través de una idea de juego atractiva con el que la gente disfrute y con una implicación máxima de los jugadores para estar siempre unidos y superar cualquier dificultad que se nos presente. -¿Qué mensaje le transmitirías a la afición? -Principalmente, que lo pasarán bien. Verán a un equipo comprometido del que se sentirán orgullosos. -¿Cómo definiría su filosofía? -Jugar bien para ganar. Para mí ambos aspectos van unidos. Intentaré convencer a toda la gente del vestuario del estilo que siento. El camino que nos llevará a la victoria es el de ser protagonistas. Soy fan del juego de ataque. No especularemos con el 1-0 e iremos a por el segundo. Por otra parte, sé que en determinados momentos el rival es capaz de encerrarte atrás por sus propias capacidades, y en esas situaciones habrá que saber desenvolverse, pero lo principal es que el equipo salga a jugar bien, mentalizado de que puede vencer a cualquiera y concentrado durante todo el encuentro. -¿Qué tácticas tiene en mente para el equipo? -Aún tenemos mucho trabajo por delante porque tenemos que pensar en las incorporaciones, las bajas y conocer a fondo el desempeño de cada futbolista. Puedo adelantarse que serán tácticas para tener la posesión e ir al ataque. -La situación económica del equipo es delicada. ¿Cree que su filosofía podrá desarrollarse en buenas condiciones teniendo en cuenta ese inconveniente? -Para ello contamos con la gran labor que ejercen los ojeadores. Si necesitamos jugadores en el mercado de fichajes, no me cabe duda de que podremos encontrar buenos jugadores a buen precio. Por otra parte, la cantera es un pilar fundamental en el que nunca hay que dejar de invertir. -¿Y qué nos espera en el mercado de fichajes? ¿Piensa en una revolución dado su convencimiento de que el club puede jugar en Europa? -No soy amigo de las revoluciones porque rompen la armonía de un vestuario. Las incorporaciones serán de jugadores de fuera que puedan mejorar lo que tenemos más algunos canteranos que considere apropiados para jugar ya en el primer equipo. Iván De la Peña se despidió entre flashes con una gran sonrisa. Muchos periodistas confían en él y en sus capacidades, pero hay un grupo que duda mucho por su falta de experiencia aunque conozca la casa. Su apuesta ofensiva divide a los periodistas entre la sensación de riesgo e incertidumbre y la esperanza en el crecimiento progresivo del club. Iván De la Peña en un momento de la rueda de prensa
  9. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    @Krose ¿Qué tal, compañero? Me alegro que te gustara la conversación táctica de los dos entrenadores. En breve revelaré, las tácticas, los movimientos en el mercado y los partidos de pretemporada. Saludos y gracias por pasarte y comentar
  10. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    La filosofía de juego en una charla Iván De la Peña y Jorge Griffa se reunieron por primera vez para perfilar la filosofía de juego. Necesitan concretar las ideas esenciales para llevar esa filosofía de juego a un buen fin. Son conscientes de que para tratar de alcanzar el éxito en el futuro, la filosofía debe permanecer en el tiempo y su modo de juego debe estar implementado desde el fútbol base. Este fue el diálogo que mantuvieron ambos en el despacho: Jorge Griffa: Has cometido el mismo error que yo. Cuando empecé, me metí a dirigir en Primera División creyendo que sabía mucho y no sabía nada. Pero bueno, ya que confiaron en vos para el cargo, tenés que empezar a aprender. Iván De la Peña: Por eso he confiado en ti, porque tienes mucha experiencia acumulada y sé que podré aprender mucho a tu lado. Además, ambos tenemos una visión del fútbol parecida. Jorge Griffa: ¿Qué crees que podés aportar vos de distinto al Espanyol? Iván De la Peña: Para empezar, un cambio absoluto en la mentalidad. Yo quiero jugar bien para ganar el partido, no para otra cosa. Para mí, ganar jugando bien son dos ideas inseparables. Si juegas mal, solo te garantizas el aburrimiento y es más difícil ganar. Para correr y defender, me quedo en casa. El fútbol es un espectáculo y la gente paga por disfrutar. Jorge Griffa: Sí, en efecto. Vos sabés que nos cuelgan el cartel de romántico por pensar de esa manera. Si hoy en día lo primero que decís como técnico en la rueda de prensa es: “Voy a intentar jugar bien”, estás sentenciado. En cambio, le dan más crédito al que afirma que su equipo va a luchar y a trabajar. Iván De la Peña: Como si no trabajara el que intenta jugar bien. No todo es “huevos y pelea”. Lo importante es tratar de mejorar el juego siempre. Jorge Griffa: ¿Qué conceptos crees que son necesarios para jugar un fútbol ofensivo y bonito para el espectador? Iván De la Peña: Me gusta contar con jugadores polivalentes. Un intercambio de posiciones permanente es la mejor forma de desarrollar la capacidad táctica. Además, me gustaría que todos tengan capacidad técnica individual, para que sean imprevisibles y que el jugador rival no sepa qué van a hacer con el balón. Jorge Griffa: No olvidés además que lo básico en un futbolista es la habilidad, la técnica, la velocidad y un temperamento fuerte, física y mentalmente. En cambio, un jugador ideal necesita la técnica, el temperamento, la fuerza, la coordinación, la inteligencia y ser psicológicamente equilibrado para defender una divisa. Iván De la Peña: Y sin embargo, no había tenido tanto en cuenta la fuerza y la velocidad en mis argumentos. Jorge Griffa: Son dos atributos muy importantes. Fijate por ejemplo en el gran Ajax de Van Gaal. Para que su idea de fútbol ofensivo funcionara, necesitaba jugadores veloces en todas sus líneas. ¿Por qué? Porque la velocidad no es correr sin sentido. Ser físicamente veloz no solo te permite sorprender con más facilidad al rival por tu rapidez, sino que también ayuda muchísimo a tu velocidad mental. Ser veloz física y mentalmente te ayuda a romper defensas con más facilidad. Si tenemos jugadores técnicos y veloces podemos permitirnos combinar la pausa y la velocidad para sorprender siempre al rival. Por otra parte, es muy importante dotar a nuestros jugadores con un buen sentido de la preparación física, lo que nos posibilitará arrollar al rival en determinados momentos del juego. Iván De la Peña: Además, es importante para nuestros futbolistas ofensivos que sean también creativos y talentosos, porque son capaces, al ser tan imprevisibles, de imaginar una jugada en milésimas de segundo y ejecutarla con gran precisión. Jorge Griffa: Exactamente. Es una combinación letal para quebrar cualquier línea defensiva. No olvidés que una característica esencial en todos nuestros jugadores debe ser la inteligencia, porque ello les ayudará a tener una cualidad tuya muy importante, ¿sabés cuál es? Iván De la Peña: Sí. Ayuda a tener una visión amplia del terreno de juego. Y la dupla técnica se sumergió durante horas en el despacho para tratar la preparación de las altas y las bajas, las cuestiones técnicas, las tácticas, en el modo de entrenamiento más adecuado..., con el fin de plasmar un día en el cuadro futbolístico una frase de Johan Cruyff cargada de mucho sentido: "Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es la cosa más difícil que hay." Dejemos a los técnicos trabajar mientras tratamos de resumir cómo serían las características esenciales de los jugadores en el FM para desarrollar la filosofía de juego: 1-Polivalencia: Contar con un grupo de jugadores polivalentes permitirá un intercambio de posiciones adecuado y provocará que el rival no tenga siempre una marca fija. 2-Técnica en todos los jugadores: Que el rival nunca sepa a ciencia cierta qué harás cuando tengas el balón en tu posesión. La técnica determina la cantidad de movimientos que un jugador puede realizar con el balón. Un jugador con una buena técnica dispondrá de entre su repertorio movimientos avanzados como pases con el exterior, lanzamientos especiales de falta, chilenas, todo tipo de regates y de controles. 3- Inteligencia en todos los jugadores: Determinada por los atributos anticipación, decisiones y concentración: La anticipación es la capacidad del jugador para leer el juego, es decir, predecir los movimientos del balón y de sus compañeros y reaccionar lo antes posible ante ellos. Las decisiones marcan la capacidad de un jugador para escoger la jugada considerada como más correcta por el Motor del Juego. Por último, la concentración permite que el jugador esté casi siempre despierto y atento, jugando a su nivel. 4--Creatividad, técnica y talento en jugadores ofensivos: La creatividad es la cantidad de jugadas que imagino. La técnica es la cantidad de jugadas que soy capaz de ejecutar con el balón, y el talento es la capacidad del jugador para hacer cosas impredecibles con el balón. Es una combinación ideal para sortear líneas defensivas. 5- Fuerza, resistencia, lucha, determinación y forma natural: La fuerza es la capacidad del jugador para imponerse físicamente a un rival con el que entra contacto. La resistencia proporciona mejor condición física y el poder seguir acumulando otros esfuerzos cuando otro jugador estaría ya agotado. La lucha la actividad que un jugador realiza durante el encuentro. Se esforzará siempre por su gran capacidad de trabajo. Además, este atributo debe ir unido a una buena determinación para impedir que el jugador se rinda ante las adversidades. Por otra parte, la forma natural controla la capacidad de un jugador para mantener sus condiciones físicas. 6-Velocidad, Aceleración, regate, equilibrio y agilidad: La velocidad hace referencia a la rapidez máxima que alcanza un jugador en carrera. La aceleración contará durante los primeros compases de la carrera para dejar luego de tener influencia. El regate marca la habilidad del jugador para mantener el balón controlado mientras corre y el equilibrio y la agilidad ayudan a esquivar obstáculos. También cobra importancia en este apartado un atributo mencionado en el anterior apartado: la resistencia. Este atributo determina el tiempo que el jugador puede mantener la velocidad máxima. Fuente:
  11. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    @Mompi !Bienvenido de nuevo, compañero! No me cabe duda de que Iván De la peña aprenderá muchísimo del sabio Griffa. Ojalá le vaya bien al Espanyol, con los jugadores transmitiendo en el campo las ideas de la dupla técnica. !Saludos y gracias por pasarte y comentar.
  12. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    Dirigidos por Mauricio Pochettino en la temporada 2010/2011, el Espanyol había finalizado en la octava posición. Fue la temporada de la despedida entre lágrimas de Iván de la Peña. No podía imaginar que en ese mismo verano, tras obtener el carné de entrenador, el propio club que le despidió como jugador le acoge como el nuevo manager. El presidente Ramón Conde, aunque es consciente de que el objetivo mínimo del equipo es acabar en la mitad de la tabla de clasificación, sueña sin embargo con obtener la clasificación para una competición europea. Sin duda, su cumplimiento será complicado y la apuesta es arriesgada, porque más allá de que es un hombre que conoce perfectamente la casa perica, no tiene ninguna experiencia previa como entrenador y quizá sea mucha responsabilidad comenzar la carrera en la máxima categoría del fútbol nacional. En cambio, en la reunión mantenida con el presidente en su despacho, a Iván de la Peña se le vio tranquilo y seguro de su capacidad para hacer crecer paulatinamente a este club. Cuando Ramón Conde le preguntó quién sería su hombre de confianza, su segundo, se sorprendió con la respuesta: -Ya que mi carrera como entrenador comienza ahora y considero que aún debo aprender mucho, hay una persona que conoce la casa por su etapa como jugador y creo que es la persona idónea por su gran experiencia y veteranía y porque su concepción del fútbol está muy ligada a la mía. Su nombre es Jorge Griffa. -Mi sensación era que ibas a escoger a algún ex-compañero y me ha sorprendido tu elección dada la avanzada edad de Griffa, pero pensándolo bien sí que estoy de acuerdo en que puede ayudarte mucho porque es un hombre de grandes conocimientos futbolísticos y estoy seguro de que os entenderéis muy bien-le inquirió el presidente-. Para quienes no conozcan a Jorge Griffa, se trata de toda una institución en Argentina. Durante décadas se ha dedicado a la formación de los jóvenes jugadores y ama el fútbol estético y ofensivo. Fue jugador del Atlético de Madrid y del Espanyol (que también, como en el caso de Iván de la Peña, fue su último equipo antes de retirarse). Cuando entrenaba a las divisiones inferiores de Newell´s, promovió a primera a jugadores tan conocidos hoy en día en el mundo del fútbol como: Jorge Valdano, el mismo Mauricio Pochettino, Tata Martino, Maxi Rodríguez, Balbo, Walter Samuel, Aldo Duscher... 1970: Jorge Griffa en el RCD Espanyol Marcelo Bielsa lo considera su maestro y mentor y Luis Aragonés, que jugó con él en su Atlético de Madrid, lo definió como: “La persona que nos enseñó a ganar”. Jorge Griffa se definió a sí mismo en su etapa de jugador como un defensa central duro y contundente. Es capaz de analizar el fútbol como nadie y de detectar a los jóvenes talentos. A sus 75 años, firmará por dos temporadas como segundo entrenador del Real Club Deportivo Espanyol. No le falta razón a Iván De la Peña si piensa que aprenderá mucho al lado de Griffa, aunque en un primer momento pueda llamar la atención la gran diferencia de edad entre los dos técnicos. Iván De la Peña y Jorge Griffa, una dupla técnica con cuarenta años de diferencia
  13. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    @Krose ¿Qué tal, compañero? Finalmente el bueno de Iván de la Peña se decanta por el Espanyol. Se inicia en la 2011/2012 porque todavía soy de los "raros" que juegan al football manager 2012 , así que tendremos que remontarnos a aquella época . !Saludos y gracias por pasarte y comentar!
  14. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    Por fin el barcelonismo podía ver a su niño prodigio con el primer equipo, aunque Johan Cruyff, muy reticente a ello, le dio dorsal del filial: el 23. Su debut oficial con el Barcelona fue el 3 de septiembre de 1995 en el Nuevo Zorrilla de Valladolid. Era la primera jornada del campeonato liguero, el Barcelona estaba atascado jugando de manera vulgar, pero a los diez minutos de la reanudación entró el cántabro, sustituyendo a Bakero. Su presencia cambió el panorama, siendo el auténtico motor de los hombres de Cruyff. Lanzó el córner que originó el primer gol de Popescu y redondeó el marcador con un gol oportuno al recoger un rechace en el área y deshacerse de dos contrarios y de la amenaza del portero. Su debut como azulgrana, sin duda, fue redondo. El cántabro no podía mostrar más satisfacción por su anhelado debut oficial con el Barcelona “No podía ser mejor. Ganar fuera la primera jornada y marcar un gol es un balance inmejorable Quisiera agradecer al entrenador la oportunidad que me ha concedido de cumplir el sueño de debutar en Primera. El míster me apoya en todo momento y me ayuda mucho a corregir mis defectos. Tengo mucha confianza en él. Si triunfo, en gran parte se lo deberé a él.” La fiebre entre los medios y aficionados barcelonistas que había desatado ese chico cántabro, más por lo que podía hacer que lo que realmente había hecho, contrastaba con el parecer de su técnico en el Barcelona y el seleccionador nacional, Javier Clemente. A Cruyff no le gustaba esa aureola alrededor del jugador y no dudó en descalificarlo en rueda de prensa, al cual la vox populi lo alzaban como el mejor talento surgido de la cantera azulgrana. “Si tengo que escoger a alguno de la cantera, escojo Rexach. Si De la Peña llega estar quince años en el primer equipo podrá decirse que lo ha logrado. ¿Su técnica? A mi juicio es mediocre. Si sólo se juega con una pierna no puede tenerse una técnica perfecta. Por ejemplo, Ángel Mur, nuestro masajista, con 53 años juega perfectamente con las dos piernas. Un jugador de 19 años no puede aceptar jugar sólo con una pierna, tiene que aprender a jugar con las dos. Si se dice que tiene una técnica fabulosa, yo digo que con la derecha sí, pero con la izquierda aún tiene que empezar a jugar. Sí, desequilibra un partido pero, por ejemplo Jordi (su hijo) juega perfectamente con las dos piernas ¿Si Iván es el mejor? Ya veremos. Últimamente muchos se quejaban de la posición en que hacia jugar a De la Peña y en la segunda parte ante el Hapoel lo coloqué en su sitio y pudo lucirse. Había que buscar un equilibrio porque lo que yo no quiero es que se suba a las nubes, pero tampoco que se hunda .Quiero prepararlo porque puede ser un jugador fabuloso los próximos diez años”. Iván De la Peña junto a Johan Cruyff en la temporada 1995/96 El seleccionador nacional, por su parte, quiso bajar el soufflé que había generado la Ivánmanía. “Iván de la Peña está en periodo de aprendizaje y necesita, todavía, regularizar su rendimiento, es decir, ser efectivo con más continuidad y no brillar un día y desaparecer al siguiente. Hay jugadores que están más hechos y tienen más personalidad a los 19 años que otros a los 21. Me parece fantástico que elogien a los jóvenes, pero desgraciadamente ello comporta que luego reciban críticas atroces. Convierten en figuritas a chavales de 18 años y en fracasados a los de 21”. Lo cierto es que Iván De la Peña nunca se convirtió en el Barcelona en un jugador incuestionable ni para Cruyff, ni para Robson ni para Van Gaal. El entrenador inglés se quejaba de que descompensaba al equipo, y Van Gaal afirmó rotundamente: “Iván hace levantar al público de su asiento una o dos veces. A mí me hace saltar diez del banquillo”. La afición le adoraba, pero no congeniaba con los entrenadores. Tras su marcha probó suerte en el Marsella, regresó al Barcelona y marchó a la Lazio, pero seguía sin deslumbrar de forma continua, hasta que le llegó la oportunidad en su último equipo: Real Club Deportivo Español. Iván De la Peña y RCD Español: amor eterno En la temporada 2002/2003 Javier Clemente le da confianza y se convierte en una figura importante para salvar al equipo del descenso en las últimas jornadas. A pesar de su gran actuación, no se llegó a un acuerdo con su representante y llegó a estar sin equipo, pero en la temporada 2003/2004, con un Español en puestos de descenso, el manager Luis Fernández solicitó su vuelta. Se entendió a las mil maravillas con Raúl Tamudo y el equipo eludió el descenso en la última jornada frente al Murcia. No solo de salvaciones vivió Iván De la Peña en sus nueve temporadas en el club perico. Logró la copa del rey en 2006 y fue subcampeón de la Europa League en 2007. Participó en el partido en el Camp Nou en 2007 conocido como “el Tamudazo”, que le dio la liga en bandeja al Real Madrid. Además, en 2009 anotó los dos goles en la victoria de su equipo en el Camp Nou por 1-2 frente al Barcelona de Guardiola. Lo más importante de su etapa en el Español es que “Lo Pelat” pudo exhibir toda la calidad que tenía en sus botas. Probablemente porque llegó relajado con la experiencia que solo se adquiere en la madurez. Era su último tren y supo aprovecharlo de tal manera que hoy guarda un grato recuerdo en el corazón de los pericos. Por ello, recién retirado en la temporada 2010/2011 con una despedida como jugador entre lágrimas, comienza la temporada 2011/2012 como nuevo entrenador del Real Club Deportivo Español. Fuentes: https://hallofameperico.com/2011/05/28/ivan-de-la-pena-lopez/ https://elpais.com/diario/2003/12/26/deportes/1072393201_850215.html
  15. Bakero ha respondido a Bakero en un post in a topic de Historias
    @Mompi !Bienvenido a la historia, compañero! Mis disculpas por el tamaño de la letra en el primer post. El error ya está subsanado. Espero que te guste esta historia de "El pequeño Buda". !Gracias por pasarte y comentar! @Krose !Sé bienvenido a esta nueva historia, compañero! Bueno, trato de contar la trayectoria de Iván de la Peña desde sus inicios. Es curioso ver cómo siendo de la cantera del Barcelona, el equipo en el que finalmente acabó triunfando fue el eterno rival. En el próximo post, además de narrar el resto de su trayectoria deportiva, desvelo cuál es el club al que va a entrenar. !Saludos y gracias por pasarte y comentar!
  16. Bakero añadió un post del hilo en Historias
    Con una de las técnicas más depuradas, apuntaba a marcar una época. Deleitaba al público con sus pases. Su manía era intentar siempre lo difícil. Protegía el balón para hallar el hueco que nadie veía, con ese momento de pausa previa avisadora de un peligro inminente. Laureano Ruiz descubrió su enorme potencial cuando era un niño y le hizo ver que en él había un artista. En la final del campeonato escolar y mediada la segunda parte, con el 10 en su espalda, Iván de la Peña se dedicó a defender y a despejar a pelotazos cualquier peligro rival con el fin de ganar conservando la ventaja en el marcador. Dos días después, Laureano le hizo saber la decepción que sintió con él. Iván le replicó que quería ganar como fuese, y su maestro le espetó: “Oye Iván, tú eres un artista, puedes ganar jugando bien al fútbol. Tú tienes que llegar a donde estás capacitado, ¿Pero tirando balones fuera, te va a fichar algún equipo de primera división? Pegando esos balonazos debes sentir la misma frustración que cuando te metas un gol en tu propia puerta”. Y, desde aquel momento, se dedicó a desarrollar su calidad. En la inauguración del Nuevo Estadio del Sardinero, en 1988, tras el descanso del amistoso que se disputaba: Real Madrid-Everton, saltaron los chavales de la escuela de Laureano Ruiz a jugar un partidillo. El interior derecho del Real Madrid, Míchel, se quedó asombrado viéndole jugar y no dudó en acercarse al entrenador santanderino para decirle: ¡Míster, cómo juega el del pelo pincho! La primera vez que llegó información de Iván al Barça fue el 6 de septiembre de 1990. Mundo Deportivo lo detallaba así años después: “A primera hora de la mañana llegó a las oficinas del club un sobre en el que se adjuntaba un informe y una gran fotografía en la que aparecía un jovencito de 14 años con la indumentaria del Racing. La misiva, dirigida a Oriol Tort, la suscribía un ciudadano cántabro muy bien relacionado con el mundillo del fútbol y a la vez acérrimo seguidor blaugrana. Este ciudadano se apellidaba Gurruchaga y aseguraba que estábamos ante un futuro crack”. En el Campeonato de España infantil, Iván (entonces ariete pese a su corta estatura), le marcó tres goles al Atlético. Siendo aún un adolescente con 14 años, ya destacaba por tener una derecha mágica, un regate fuera de lo común y calidad en el lanzamiento de faltas. Solía jugar con el “8” en la espalda y podía jugar como delantero centro, media punta o como centrocampista organizador, aunque ya de pequeño su debilidad era asistir a sus compañeros. Iván llevó en el fútbol hasta el fin de sus días la célebre frase del legendario baloncestista croata Toni Kukoc: “Una canasta hace feliz a uno, una asistencia a dos”. Su talento fuera de lo común traspasó las tierras cántabras y pronto los ojeadores de Barcelona y Real Madrid se interesaron por aquel chico de 14 años del que todo el mundo hablaba maravillas. El Barcelona tenía la ventaja de que en el club santanderino estaban Laureano Ruiz, ex técnico del club azulgrana, como entrenador de Iván de la Peña y Juan Carlos Pérez, secretario técnico del Racing y ex jugador del Barcelona. El jugador acababa contrato con el conjunto racinguista y la repercusión mediática por aquel chaval que jugaba en el cadete era máxima. De hecho, el Madrid intentó su fichaje mediante el legendario Paco Gento (el futbolista cántabro más universal) y el Barcelona mediante Martínez Vilaseca y Antonio Olmo, más la inestimable colaboración de Laureano Ruiz y Juan Carlos. También el Atlético de Madrid de Jesús Gil se sumó a la fiesta con una oferta mareante, como los equipos de la Roma y Ajax de Ámsterdam. El fenómeno Iván se había convertido en una auténtica locura que escapaba a toda lógica. El propio chico confesaba su sorpresa ante la exagerada expectación que había generado su futuro y las indecentes cifras que se manejaban para convencerlo, siendo tan solo un niño de 14 años. “Mi familia va loca con todo esto y yo ya no me aclaro. Todo empezó hace unos días. Al salir de un entrenamiento, mi padre me comentó que habían llamado del Barcelona para ver si quería ir allí. Dos días más tarde se pusieron en contacto con nosotros los del Real Madrid y ayer, el Atlético. Es demasiado. Todavía no me lo creo. Soy muy joven y no es normal que los tres equipos más importantes de España se interesen a la vez por mí. De todas formas, me siento satisfecho y contento por ello. ¿Por quién tengo más simpatías? Tanto mi familia como yo hemos sido del Barça de toda la vida, así que si tuviera que elegir, me decantaría por los azulgranas, pero tengo catorce años y no me quiero marchar todavía. Me cambiaría la vida y no sé si estoy preparado”. Su padre Agustín reveló La afición culé de la familia De la Peña: “Toda la familia fue siempre del Barça Todo comenzó con mi padre: pasó la guerra en Mollet, allí le trataron muy bien y desde entonces fue un culé empedernido. Y tanto Iván como yo seguimos la tradición”. Finalmente en el mes de julio, tras meses de ardua lucha con el Real Madrid, el Barcelona se hizo con los servicios del talentoso jugador cántabro a cambio de pagarle la residencia en la Masía y los estudios. Recompensó al Racing de Santander jugando un amistoso en el Sardinero. El jugador y sus padres, Agustín y Maite, sentimientos a parte, se decantaron por el conjunto barcelonista por las instalaciones de La Masía. Una imagen decidió por encima de todo: esa casa de piedra rústica, con aspecto de hotel con encanto, a dos pasos de los imponentes edificios de la Diagonal. Una idílica residencia para niños a la sombra del Camp Nou, que contrarrestaba con la pensión de barriada y de poca calidad que ofrecía el Real Madrid para un chaval tan joven. El Barcelona lo blindó con una cláusula de 300 millones de las antiguas pesetas, 1,8 millones de euros, todo un escándalo en aquella época para un chaval de su edad y que levantó todo tipo de comentarios. Sin ir más lejos, el internacional del primer equipo barcelonista, Roberto Fernández, tenía la misma cláusula que Iván. Pese su fama y ser internacional con España con la sub’18, teniendo tan sólo 15 años, su adaptación a la Ciudad Condal no fue nada fácil, al estar alejado de los suyos, pero poco a poco se fue aclimatando y enamorando de Barcelona. Su fiel amigo en las categorías inferiores era Óscar Arpón, quien ayudó mucho en los primeros años a Iván a integrarse mejor en la ciudad barcelonesa. Se proclamó campeón de manera brillante de la Liga y la Copa con el Juvenil barcelonista junto a sus compañeros Roger, Celades, Velamazán, Moreno, Mingo, Arnau, etc., bajo la batuta de Juan Miguel Asensi. Por aquel entonces la familia Asensi le acogió como si fuera uno de los suyos. “Sólo tengo palabras de agradecimiento con mi suegro, me ayudó en todo, me formó como futbolista y, lo más importante, como persona”. Gracias a aquella proximidad conoció en un torneo a la hija del mito barcelonista, la que en un futuro sería mujer y con la que tendría dos hijos: “Es lo más grande que me ha pasado en la vida poder conocer a mi mujer”. Es tal el cariño que guarda este jugador con su familia política que desde el balcón de la Generalitat dedicó un título de la Copa del Rey a su suegra. La Ivánmanía se disparó en el barcelonismo. Su “look” rebelde a lo “skinhead”, nada habitual en los deportistas de aquella época, su talento descollante y el trauma que supuso la descomposición del llamado “Dream Team”, tras la humillante derrota en la final de la Copa de Europa en Atenas frente al Milan por 4 a 0, fueron motivos más que suficientes para que los barcelonistas encontraran en esos chavales su gran esperanza en busca de nuevos éxitos para el primer equipo. Eran capitaneados por De la Peña, que sin duda era quien brillaba con más luz propia. Ir a ver la quinta de los del Mini ilusionaba. El estadio se llenaba en ocasiones –hecho nada habitual en su historia-. Los barcelonistas disfrutaban de la calidad de Iván de la Peña y todos querían verlo en acción. Desde su inauguración en 1982, jugó el primer equipo y con Maradona, pero ni aún así el coqueto estadio se llenó por completo como sucedía con la quinta del calvo Iván de la Peña. Jugó un total de 31 partidos con el filial, todos ellos de titular, marcando 4 goles. Muy pronto, la luz que iluminaba a El pequeño Buda, irradiaría en el Camp Nou. Fuente: https://hallofameperico.com/2011/05/28/ivan-de-la-pena-lopez/