Se terminó... La Roma cae con el Oporto en Champions y todos los dedos señalan a Monchi. Después de quedarse a un paso de la final en el curso anterior, tanto aficionados como directiva ponen su foco en el. Las discrepancias entre este y el equipo son claras, y a su vez parece que ha perdido la motivación en el proyecto. Y efectivamente, no hay vuelta atrás, el español abandona Roma sin pena ni gloria, sin cumplir las grandes expectativas que se han puesto en el. Con la salida del director deportivo, también se rescinde al actual entrenador, Eusebio Di Francesco.
A la eliminación de la Champions, se le suma que el equipo no está entre los 4 primeros en liga y que en copa cayó eliminado por 7-1 ante la Fiorentina, lo que ha llevado a la afición a manifestarse en las instalaciones deportivas del equipo, y no conformándose con la salida del entrenador y el director deportivo, pedir la dimisión del presidente. Con el malestar de la afición, el club ha emitido un comunicado en el que mañana se convoca una comparecencia del presidente delante de los medios.
Me despierto como cada día a primera hora de la mañana y me preparo para salir a correr. Hoy no va a ser un día normal, ya que Pallotta va a dimitir. No nos ha convocado a nadie de sus hombres de confianza para comunicarnos su decisión. Nada más abrir la puerta y me dispongo a irme, mi teléfono empieza a vibrar. "James Pallotta le está llamando" Me dispongo a contestarle...
Buenos días Francesco.
Buenos días presi. ¿Cómo está?
¡Genial! Espero que hoy sea un gran día.
¿Cómo, un gran día? Disculpe mi atrevimiento, pero... ¿No va a dimitir?
¿DIMITIR? JA-JA-JA. Hijo, hoy empieza un nuevo día para este club. La verdad es que pensé en dimitir, pero creo que hay una opción mejor para tranquilizar a la afición y ilusionarles de verdad. Esta tarde anunciaré al nuevo entrenador y el inicio de una nueva era para este club.
De verdad que no me lo esperaba, ¿quién va a ser el nuevo entrenador?
Os he convocado a la junta directiva para comer a las 14:00, y os comunicaré mi elección. Te cuelgo ya, que tengo que organizarlo todo. ¡No falles, y por un día no vayas a correr!
Hasta lueg... Pip pip pip...
De verdad que me ha dejado descolocado. Voy a salir a correr igualmente así me despejo un poco la mente y hago tiempo para pasar la mañana. Hoy se hará larga hasta escuchar la decisión del presidente. Una vez en la calle, varios aficionados que me encuentro me piden alguna foto y me hablan de la situación del club. Que suerte que tengo, creo que soy el único miembro del club que recibe buenas palabras ahora mismo.
Después de volver de correr, paso la mañana en casa tranquilamente y me voy a la comida. La verdad es que siento ciertos nervios en mi interior, supongo que no es cuestión de los años que llevo aquí, sino que todo lo que afecta al club me afecte a mi, y ahora que está en esta situación me entristece... Ojalá pudiese hacer algo más. Una vez estamos todos en la comida, el presidente toma la palabra.
"Bienvenidos a todos. Antes que nada quiero disculparme por la falta de comunicación de estas últimas horas y por no dar señales de vida. La verdad es que he pensado mucho en cual era la mejor decisión para el club, y no voy a dimitir. Por vuestras caras veo que os he dejado un poco descolocados, no esperaba menos. Hoy os he reunido aquí para anunciaros quien será nuestro entrenador. Evidentemente, yo no le puedo obligar, pero siempre y cuando el acepte creo que no hará falta votar. Creo que todos vosotros estaréis de acuerdo conmigo y con mi decisión. Como veo que os estáis poniendo un poco nerviosos y que me estoy hiendo por las ramas, lo voy a decir sin más. Francesco Totti, eres historia viva de nuestro club, y creo que como directivo no puedes hacer más para poner a nuestro club en el lugar que se merece. Has sido un gran ejemplo como jugador, nos has defendido en todas las situaciones, y los más importante que comparte cualquier aficionado de nuestro equipo, jamás nos has abandonado cuando te han pretendido los mejores clubs del continente. Creo que no hay persona más adecuada que tu para sentarte en el banquillo de la Roma y colocar a nuestro club y a nuestra ciudad en lo más alto del mundo futbolístico. Dicho esto, comprendo que esto puede ser una encerrona ahora mismo para ti, así que comprenderé si decides no aceptar la propuesta. Evidentemente no tienes mucho tiempo de decisión, pero tienes hasta 5 minutos antes de que empiece mi comparecencia ante los medios. Si no tengo una respuesta tuya en ese momento, anunciaré mi dimisión".
Creo que por nada en el mundo me esperaba escuchar mi nombre cuando se anunciase el nuevo entrenador. Hace unos segundos estaba pensado en que ojalá pudiese hacer más para darle la vuelta a esta situación, pero creo que mi idea era más como un sueño de volver a esa juventud y ayudar al equipo en el campo. ¿Pero como entrenador? ¿Estoy preparado? Ahora mismo me encuentro en un mar de dudas. El absoluto silencio que hay en la mesa tampoco ayuda, todo el mundo espera a que diga algo. Me levanto de la mesa, y pido disculpas por abandonar la mesa, pero no puedo dar una respuesta. Me voy dirección a casa.
Una vez en casa, explico la situación a mi familia. Ellos estaban comiendo. Mi mujer me pregunta que si quiero que me prepare algo, pero la verdad es que no tengo nada de apetito. Me voy a mi despacho y me siento en mi mesa. Pasan los minutos y minutos, y sigo sentado en la misma posición, impasible, sin moverme ni un centímetro. Miro el reloj, son las 16.50 de la tarde, y falta nada para que el presidente dimita ante la prensa. En ese momento entra mi hijo en la habitación con su hermanita pequeña de la mano. En la otra mano lleva una camiseta. Me la pone delante y me dice: "Papá, esta es la camiseta de tu debut. Está firmada por todos tus compañeros y por tu entrenador. Pone que confían en ti y que estás destinado a hacer grandes cosas. Ellos confiaban en ti en ese momento, sin haber hecho nada en el mundo del fútbol. Estoy seguro de que ellos creen en ti. Yo creo en ti. La Roma es mi equipo gracias a ti, la Romas es el equipo de mi hermana por ti, la Roma es el equipo de mamá, y la Roma es tu equipo, pero a parte de tu equipo es tu responsabilidad".
Mi hijo me hace soltar alguna lágrima, pero en el fondo tiene razón. Me avergüenzo porqué mi pequeño hijo acaba de actuar con una madurez que no corresponde a un niño de su edad, y yo estaba bloqueado sin articular movimiento ni decir palabra. Sin pensarlo más, descuelgo el teléfono y me dispongo a hacer esa importante llamada. Espero que no sea tarde...