Se fue mi tercera temporada en Motherwell y llega el momento de tomar una decisión.
El nivel del equipo explotó. Campeones invictos de liga, con 100 puntos a 16 del segundo. Campeones de copa con un 4-0 mentiroso (debió ser una goleada mayor) sobre Hearts en la final. Finalistas en la copa de la liga, perdiendo 3-2 ante Celtic en el medio de una seguidilla de muchos partidos en pocos días. Llegamos a cuartos en la Champions, eliminando a Hapoel Be'er Sheva y Viktoria Plzen en fases previas, a Napoli y Schalke en el grupo (avanzando junto con Shakhtar) y a Barcelona en octavos (3-1 en casa y derrota 2-1 en Camp Nou). Derrota una vez más ante un Chelsea de muchísima jerarquía. Demasiada para nuestro equipo que es casi el mismo que al comienzo de la aventura. Hasta ahora sólo fiché para reemplazar bajas, procurando elevar el nivel de la plantilla en lo posible. Con buenos hallazgos como Jordan Archer en el arco, Marc Guehi de central o Liam Millar como delantero, a quien tuve cedido de Liverpool por dos años y a partir de ahora lo tendré en forma definitiva como agente libre. Pero aun así queda claro que para pelear por la Champions necesitamos un salto.
Si bien ya habían extendido mi contrato hasta 2023, esta temporada (21/22) me lo prorrogaron hasta 2025. Fue básicamente porque me llegaron muchísimos sondeos de otros países. Hamburgo, Torino, Niza, Espanyol, Norwich, Rennes, entre otros. A algunos les di entrevistas y a otros ni siquiera eso. Pero quise mostrar compromiso con la situación deportiva que estábamos viviendo y continué.
Empezaron las vacaciones y la duda me asalta. Seguir en Motherwell a riesgo de quedarme rápidamente sin objetivos o salir de un lugar donde soy intocable para esperar por nuevas ofertas que ahora sí podría escuchar. Los hago parte de mi decisión. Un abrazo.