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DOSSIER. ERSTE MANNSCHAFT. KADER. ANALYSE. DOSSIER. PRIMER EQUIPO. PLANTILLA. ANÁLISIS. Con el proyecto de Pascal Bieler tomando forma en el TSG 1899 Hoffenheim, llega el momento de detenernos en el verdadero núcleo del equipo: su plantilla. Cada sesión en Zuzenhausen, cada patrón de posesión trabajado y cada automatismo que el cuerpo técnico quiere instaurar necesita intérpretes capaces de sostener la idea. Por eso, este análisis servirá para conocer a fondo a todos los jugadores del primer equipo, entendiendo su rol dentro del modelo de juego, sus virtudes, debilidades, contratos, y el encaje que Bieler imagina para cada uno en el corto y medio plazo. También revisaremos quiénes están cerca de finalizar contrato, qué decisiones pueden marcar el futuro deportivo del club y qué oportunidades o amenazas se abren para la dirección deportiva. Este recorrido por la plantilla no solo mostrará nombres y atributos, sino la manera en la que Bieler quiere construir un Hoffenheim reconocible, competitivo y ambicioso: un equipo valiente con balón, disciplinado sin él y preparado para consolidar una identidad propia en esta nueva etapa. DATOS GENERALESNº jugadores en plantel: 26 Promedio de Edad: 25 años Cedidos en el Hoffenheim: (0) Cedidos fuera: (6) Attila Szalai (Kasımpaşa), Stanley Nsoki (Unión Berlín), Bambasé Conté (Elversberg), Erencan Yardimci (Braunschweig), Gift Orban (Hellas Verona) y Haris Yabakovic (Borussia M.) Promedio Salario: 1.952.846 €/año Mayor salario: 4.980.000 € /año – Andrej Kramarić Menor salario: 299.000 €/año – Precious Benjamin Nº Canteranos: 4 canteranos Nacionalidades: 13 nacionalidades PORTEROSEn esta historia del TSG, y especialmente con la idea de juego que quiero imponer (posesión agresiva, salida limpia desde atrás y una defensa muy adelantada) era imprescindible analizar a fondo el rendimiento y el encaje de los porteros del club. Aquí va un resumen claro de lo que ofrecen Oliver Baumann y Luca Philipp, pensando sobre todo en su rol como portero con juego de pies. (Click en las imágenes para ver los atributos) Oliver Baumann – El titular indiscutible A sus 34 años, Baumann sigue siendo uno de los porteros más fiables de la Bundesliga. Sus cifras en reflejos, uno contra uno, colocación y anticipación lo convierten en un guardián ideal para un equipo que vive en campo contrario y está expuesto a transiciones constantes. Además, sus atributos técnicos (pase, control y técnica), sin ser élite, sí son perfectamente adecuados para desempeñar un rol de portero que debe iniciar la jugada en corto y mantener la calma bajo presión. Destaca también por su comunicación y su lectura del juego, fundamentales para ordenar la línea defensiva en un sistema que exige valentía y precisión. Mientras esté disponible, Baumann es la garantía de estabilidad y el perfil perfecto para esta idea de juego que quiere el entrenador. Contrato hasta 2028 – puede seguir rindiendo a un buen nivel más temporadas Luca Philipp – Un suplente correcto, pero limitado Philipp es un portero joven, físico, ágil y con buenas salidas, cualidades importantes cuando defendemos con la línea tan arriba. Tiene margen de mejora y una actitud positiva para progresar, pero ahora mismo está lejos del nivel que exige un portero con juego de pies. Sus principales limitaciones están en el pase, la técnica, el control y la serenidad. En un sistema que exige al portero participar activamente en la circulación, atraer la presión y ser el primer constructor, estas carencias se notan mucho. Puede cumplir como suplente o en partidos de rotación, pero no es un perfil fiable para liderar la salida desde atrás. Contrato hasta 2026 – decisión pendiente: renovarlo como segunda opción o buscar alternativa en el mercado. DEFENSASCentralesEl Hoffenheim cuenta con un grupo de centrales muy variado, perfecto para el sistema de tres defensores que quiere implementar Pascal Bieler: un bloque adelantado, con salida limpia desde atrás, agresividad en los duelos y capacidad para defender muchos metros a la espalda. Cada uno de ellos aporta matices distintos y un nivel de fiabilidad que permitirá rotar, ajustar roles y adaptarse a cada tramo de temporada. A continuación, un repaso detallado del encaje, virtudes y limitaciones de Robin Hranáč, Ozan Kabak, Albian Hajdari, Kevin Akpoguma, Koki Machida y Arthur Chaves en este modelo. (Click en las imágenes para ver los atributos) Robin Hranáč – El central seguro, disciplinado y fiable Hranáč es un perfil muy útil para un sistema de tres centrales gracias a su solidez defensiva y su rigor táctico. No es un defensor brillante con balón, pero sí uno que casi nunca comete errores. Sus buenos atributos en marcaje, entradas y colocación, sumados a un físico estable y competitivo, lo convierten en un jugador que aporta calma, orden y sencillez en la línea de atrás. En un Hoffenheim que quiere defender alto y asumir riesgos con balón, Hranáč destaca más por su fiabilidad sin balón que por su construcción. Su técnica es limitada, por lo que debe ocupar uno de los costados como central más defensivo, donde puede dedicarse a cerrar, corregir y sostener sin verse forzado a iniciar jugadas bajo presión. Es un jugador de rol muy claro: no brilla, pero cumple, y en una zaga de tres, eso es oro. Contrato hasta 2028 - lo proyecta como central de rotación o perfil estable para escenarios más cerrados. Ozan Kabak – El pilar defensivo, agresivo y dominante Kabak es, seguramente, el central más completo que tiene el Hoffenheim. Su combinación de agresividad, fuerza, liderazgo y lectura defensiva lo convierten en ese tipo de futbolista que sostiene por sí solo un costado defensivo. Es intensísimo, gana duelos, anticipa y corrige metros con una autoridad que encaja perfectamente en un sistema con bloque alto. Con balón no es un organizador, pero sí es un defensa fiable que sabe jugar en corto y mantener la posesión sin arriesgar. Puede actuar como central de toque si la jugada lo exige, pero donde más destaca es como central lateral agresivo, de esos que saltan, muerden y vuelven al sitio como si nada. Es titular indiscutible y pieza estructural del sistema. Su único punto de vigilancia es la resistencia, que puede hacer que acuse tramos de carga. Contrato hasta 2026 - habrá que decidir pronto si es renovación estructural o venta estratégica. Albian Hajdari – El central moderno, dinámico y con futuro Hajdari es uno de los perfiles más ilusionantes del bloque defensivo. Combina juventud, técnica suficiente para la salida de balón y una agresividad positiva que le permite atacar duelos sin miedo. Tiene virtudes muy claras para encajar como central de toque, especialmente por su capacidad de anticipar, interpretar el juego y ejecutar pases limpios entre líneas. A su corta edad ya muestra personalidad, una base física sólida y margen evidente de crecimiento. Es un futbolista que, con minutos y continuidad, puede convertirse en el líder de la zaga de aquí a un par de temporadas. Funciona bien tanto por fuera como en el centro, pero es en esa posición central, iniciando jugadas y ordenando la línea, donde puede marcar diferencias. Contrato hasta 2030 – Un diamante que encaja perfectamente con el estilo moderno y valiente que quiere Bieler. Kevin Akpoguma – El comodín físico, polivalente y agresivo Akpoguma es el defensa más versátil del Hoffenheim y uno de esos jugadores que, sin ser técnicamente brillantes, se hacen imprescindibles por todo lo que aportan al ritmo y la energía del equipo. Su combinación de velocidad, salto, fuerza y agresividad es ideal para los centrales laterales que Bieler quiere: defensores capaces de cubrir muchos metros, corregir transiciones y emparejarse con extremos peligrosos sin sufrir. Con balón cumple sin talento especial, pero su conducción vertical y su capacidad para romper líneas a través de la potencia es una herramienta muy útil. Es el tipo de jugador que convierte acciones defensivas en salidas rápidas y que da la sensación de estar en todas partes. Encaja perfectamente en el costado derecho de la línea de tres como central físico y agresivo, aportando equilibrio cuando el carrilero sube demasiado o cuando el equipo está plantado en campo rival. Contrato hasta 2026 - su polivalencia lo convierte en una pieza valiosa tanto para el presente como para la gestión de plantilla. (Click en las imágenes para ver los atributos) Koki Machida - Central zurdo sereno con lectura e inteligencia táctica Machida es un central zurdo de perfil muy sereno, ideal para un equipo que quiera construir desde atrás sin perder estabilidad. Su mayor virtud es la inteligencia táctica: se coloca bien, interpreta muy bien las jugadas y rara vez se precipita. En un sistema donde se pide al central estar limpio con balón, cumple sin alardes, pero con seguridad: tiene pases fiables, controla bien bajo presión y no arriesga más de la cuenta. Defensivamente es sólido, firme al choque y competente en el juego aéreo, sostenido por una buena fuerza y una agresividad bien gestionada. No es un defensor que conduzca, rompa líneas o genere ventajas por sí mismo, pero sí garantiza orden, sobriedad y pocos errores. En un proyecto como el de Pascal Bieler, volcado en una posesión vertical, Machida aporta estabilidad y calma, siendo muy útil cuando el equipo quiere asegurar primeras fases de la jugada. Su punto débil está en la falta de creatividad y de impacto ofensivo desde atrás: no es ese central que te cambia el sentido de una jugada o que te activa por dentro con pases atrevidos. Es, en definitiva, un central fiable, disciplinado y perfecto para sostener un bloque que quiere ser protagonista. Contrato hasta 2029 – Complicado que juegue esta temporada al estar lesionado de larga duración. Arthur Chaves – El central físico, agresivo y con margen de crecimiento Arthur Chaves ofrece un perfil completamente distinto: es un central físico, agresivo y con una energía competitiva que salta a la vista. Gana duelos, sale fuerte al corte, anticipa con convicción y transmite presencia. Donde Machida es pausa, Chaves es impacto. Su fortaleza en el uno contra uno y su capacidad para defender hacia adelante lo convierten en una pieza ideal en un sistema con presión alta y líneas adelantadas, como el que busca Bieler. Con balón cumple bien: no es un iniciador brillante, pero sí lo bastante técnico como para jugar limpio y con criterio en la salida. Mentalmente es un jugador muy intenso, con personalidad, valentía y una determinación que impulsa su crecimiento. A sus 24 años tiene aún margen para pulir concentración, lecturas y ciertos momentos donde su agresividad puede llevarle a riesgos innecesarios. Su techo es más alto que el de otros defensores del plantel si consigue equilibrar esa enorme potencia con más calma táctica. En un bloque ofensivo, es el central que te permite ganar metros, apretar arriba y recuperar rápido. Contrato hasta 2030 – En una curva de desarrollo interesante, es uno de los centrales del equipo con mayor proyección y futuro a medio plazo. Lateral derechoEn un sistema como el 3-4-2-1 proactivo que estamos construyendo, los carrileros son una pieza absolutamente esencial. La amplitud, la presión alta, los apoyos por fuera y la capacidad para sostener transiciones defensivas dependen directamente de ellos. Por eso era importante evaluar a fondo dos perfiles muy distintos: Valentin Gendrey y Vladimír Coufal. (Click en las imágenes para ver los atributos) Valentin Gendrey – Proyección, equilibrio y encaje natural Gendrey representa el tipo de futbolista que necesita un carrilero moderno: intenso en la presión, disciplinado tácticamente y con una energía constante para repetir esfuerzos. Su cambio de ritmo, su agresividad defensiva y su habilidad para incorporarse por fuera hacen que encaje de manera excelente en un sistema que exige amplitud y recorrido. A nivel técnico, ofrece pase seguro, control fiable y la capacidad de participar en la circulación sin perder balones innecesarios. No es un carrilero que destaque por creatividad o centros de élite, pero sí uno que garantiza constancia, trabajo y solidez táctica. Defensivamente es muy aplicado, tiene buena lectura en duelos y una actitud sobresaliente para cerrar su banda cuando el equipo corre hacia atrás. Es un perfil ideal para dar estabilidad al sistema y crecer junto con la táctica. Contrato hasta 2028 – jugador con proyección y potencial para ser importante durante varias temporadas. Vladimír Coufal – Experiencia, fiabilidad y un nivel competitivo inmediato Coufal aporta aquello que no se entrena: jerarquía, oficio y un conocimiento profundo del juego defensivo. Su fortaleza está en la lectura, el posicionamiento y su capacidad para no dejarse superar en duelos clave, especialmente cuando el equipo queda expuesto tras pérdida. Ofensivamente no tiene la frescura ni la energía de Gendrey, pero su centro es más preciso y su toma de decisiones es más madura. En fases prolongadas de posesión, sabe cuándo acelerar y cuándo frenar; es un perfil muy útil para controlar partidos cerrados. La principal limitación es física: sus subidas son más dosificadas y no puede sostener el ida y vuelta constante a un ritmo alto durante los 90 minutos. Aun así, como rotación o como mentor táctico dentro del vestuario, su valor es enorme. Contrato hasta 2027 – jugador para el presente, posiblemente en su última etapa al máximo nivel. Lateral izquierdoEn este sistema que se quiere consstruir, donde los carrileros son los que estiran al equipo, fijan a los rivales y generan ventajas por fuera con constancia, el lateral izquierdo es una pieza determinante. Tanto Alexander Prass como Bernardo ofrecen perfiles muy distintos, pero complementarios, para afrontar partidos y contextos muy variados. (Click en las imágenes para ver los atributos) Bernardo – Potencia física, oficio defensivo y un apoyo ofensivo más directo Bernardo llega desde un enfoque completamente distinto: menos técnico, menos creativo, pero mucho más sólido en los duelos, más fuerte físicamente y con una lectura defensiva muy por encima de la media. Es un jugador que, pese a poder desempeñar el rol ofensivo, brilla sobre todo cuando el equipo necesita equilibrio, fuerza y fiabilidad en la primera línea de presión. Físicamente es dominante: salto, fuerza, velocidad y una resistencia más que notable para sostener esfuerzos. Esto le permite corregir situaciones comprometidas, cubrir espacios grandes y ganar la mayoría de los duelos individuales. Ofensivamente, su aportación es más directa: centros potentes, conducciones al espacio y rupturas verticales. No es tan fino en el pase ni en la combinación, pero tiene la agresividad y el sacrificio para llegar a línea de fondo y generar peligro. Su mentalidad de trabajo es excelente: anticipación, valentía, sacrificio y determinación lo convierten en un futbolista muy útil cuando queremos competir, cerrar defensivamente la banda o enfrentarnos a extremos potentes del rival. Es el lateral ideal para partidos más físicos, más tácticos, o donde necesitamos asegurar la banda sin perder profundidad. Contrato hasta 2027 – pieza valiosa a corto plazo, rol importante en rotación y en escenarios de alta exigencia. Alexander Prass – Dinamismo, técnica y un perfil ideal para un lateral ofensivo Prass es exactamente el tipo de jugador que encaja en un rol ofensivo moderno: rápido, agresivo, con criterio en el pase y con la energía necesaria para repetir esfuerzos durante los 90 minutos. Su aceleración, resistencia y velocidad lo convierten en una amenaza constante cuando se proyecta por banda, mientras que su disciplina táctica hace que no rompa la estructura ofensiva del equipo. Técnicamente es un futbolista muy fiable: buen control, pase equilibrado, regate competente y centros sólidos. Esto le permite ser una pieza importante en la circulación, ofrecer apoyos y ser una salida natural para progresar cuando el equipo quiere atraer la presión por dentro. Mentalmente destaca por su sacrificio, determinación y agresividad positiva, factores claves para sostener un ritmo elevado de juego. Defensivamente cumple, aunque su fortaleza reside más en su capacidad de presionar arriba, recuperar tras pérdida y cerrar por físico, no tanto por ser un especialista en duelos duros. Es el lateral ofensivo perfecto para partidos donde queremos dominar, someter y jugar en campo rival. Contrato hasta 2029 – futbolista para construir presente y futuro en la banda izquierda.
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PROJEKT. PLANUNG. VORSAISON. PHILOSOPHIE PROYECTO. PLANIFICACIÓN. PRETEMPORADA. FILOSOFÍA La tarde caía lentamente sobre la Ciudad Deportiva del Hoffenheim cuando Pascal Bieler, entrenador, Uwe Hözl, segundo entrenador, y Dominik Deutschl, ayudante del cuerpo técnico, se reunieron en una de las salas técnicas del edificio. El aire tenía ese aroma a césped húmedo y concentración silenciosa que anuncia decisiones importantes. Bieler llegó con un dossier repleto de ideas, mientras Hözl, sereno y analítico, y Deutschl, detallista y meticuloso, tomaban asiento. Hoy iban a definir el primer paso real del nuevo proyecto del TSG 1899 Hoffenheim: la confección de la pretemporada. "Bien, caballeros, necesitamos una pretemporada que construya identidad, ritmo y cohesión," abrió Bieler, marcando desde el principio el tono del encuentro. Hözl, entrelazando los dedos, respondió con cautela: "Tenemos que medir bien la exigencia. Este grupo necesita confianza. Un mal comienzo puede pesar." Deutschl deslizó una carpeta con una lista de posibles rivales y añadió: "He preparado combinaciones que nos permitan ver cómo responde el equipo ante estilos muy distintos. Ya tengo opciones locales e internacionales." La conversación se volvió intensa, casi quirúrgica. Bieler quería amistosos que fueran lecciones tácticas, no simples partidos: "Necesito al menos dos equipos que nos presionen arriba. Y uno que nos obligue a defender atrás durante fases largas." Hözl asentía, aportando perspectiva: "También uno que juegue muy directo. Será incómodo, pero necesario." Deutschl, desde el lado logístico, reforzó: "He hablado con varios clubes y están abiertos a fechas. Pero debemos cerrar hoy para pasar todo a planificación." Durante casi dos horas, entre hojas que cambiaban de manos, pequeñas discrepancias técnicas y consensos naturales, los tres fueron dibujando una pretemporada exigente, gradual y totalmente alineada con la filosofía de Bieler. No era una simple preparación física: era el primer ladrillo del nuevo Hoffenheim. "Cada amistoso debe acercarnos a la identidad que buscamos," insistió el entrenador, cerrando la carpeta con firmeza. "En los próximos días anunciaremos los rivales. Quiero claridad desde el principio." Hözl sonrió, satisfecho: "Será una pretemporada dura, pero correcta." Y Deutschl, reuniendo los documentos, remató: "Lo prepararé todo para el comunicado. Desde mañana ajustamos las sesiones a esta planificación." Salieron por el pasillo silencioso de la Ciudad Deportiva, conscientes de que esta reunión no había sido solo un trámite: era el primer paso real del proyecto Bieler, un mapa cuidadosamente trazado sobre el que se construirá el nuevo Hoffenheim.
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DEN LESERN ANTWORTEN CONTESTANDO A LOS LECTORES -> @Lineker Así es, vamos conociendo poco a más detalles de este nuevo proyecto. Esta vez ha tocado conocer un poco más a Bieler y creo que va ser uno de los siguientes entrenadores que va dar mucho que hablar. Has mencionado a grandes entrenadores, pero sobre todo a mí me gusta mucho es Julian Nagelsmann. Justo uno de los entrenadores que ha entrenado a este Hoffenheim. De momento del título de la Bundesliga creo que nos podemos ir olvidando de ello. No somos un equipo tan fuerte para estar luchando por el título nada más aterrizar... en las próximas temporadas, pues ya se verá que pasa. Creo que podemos tener un buen equipo, lleno de canteranos, e intentar luchar todo lo que se pueda. En breves ya vamos a conocer a los jugadores y comenzará a rodar el balón. Muchas gracias por dejar tu comentario y seguir la partida!!!!
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PROJEKT. HOFFENHEIM. DOSSIER. ZUKUNFT PROYECTO. HOFFENHEIM. DOSIER. FUTURO Cuando Bieler recibió la propuesta de Hoffenheim, no lo hizo con emoción desbordada ni con dudas paralizantes. Lo hizo con observación, cálculo y curiosidad, las mismas cualidades que lo habían guiado desde sus primeros pasos en el mundo del fútbol. La directiva necesitaba algo distinto, alguien que diseñara un camino más que un resultado inmediato, y Bieler representaba exactamente eso: un proyecto con visión a largo plazo. El club había sufrido años de irregularidad. Temporadas que prometían y luego decepcionaban, fichajes que no encajaban, entrenadores que llegaban y se marchaban sin dejar huella. La necesidad era clara: una identidad definida, un estilo reconocible y sostenible. Y esa era precisamente la filosofía de Bieler. Él no llegaba para improvisar; llegaba para reconstruir, reorganizar y redirigir cada engranaje del equipo hacia una manera de jugar que combinara posesión, verticalidad y presión alta. Su primer encuentro con la directiva fue casi ceremonial. Nada de discursos grandilocuentes, ni promesas vacías. Frente a él había una mesa, papeles, pizarras y esquemas que resumían el estado actual del club. Bieler abrió su libreta negra y empezó a hablar con voz tranquila pero firme: “La posesión no es un fin. Es la forma más elegante de manipular emociones y espacios. La verticalidad no es correr hacia adelante, es encontrar el instante exacto en que el rival deja de pensar. La presión alta no es valentía: es lectura. Cada movimiento de cada jugador debe crear una pregunta en la mente del adversario.” Los directivos escuchaban, absorbidos. Cada frase parecía sencilla, pero cargada de profundidad y lógica. No era un entrenador buscando aplausos: era un arquitecto de ideas, alguien capaz de transformar un club desde su esencia. Y mientras hablaba, la percepción sobre Bieler cambió: de desconocido, pasó a ser un activo imprescindible, el que podía devolver al Hoffenheim su identidad perdida. Pero Bieler no era solo teoría. Su plan incluía acciones concretas: reorganización del equipo, diseño de entrenamientos que no solo mejoraran la técnica, sino la toma de decisiones y la inteligencia táctica, y un seguimiento exhaustivo de los jóvenes talentos de la cantera. Cada sesión, cada desplazamiento, cada rondo tendría un propósito definido. Nada sería azaroso. Nada estaría al margen de su filosofía. Su primer día con la plantilla confirmó lo que él esperaba: los jugadores estaban acostumbrados a rutinas, pero no a estructuras que pensaran el juego desde la primera hasta la última acción. Bieler dividió el entrenamiento en estaciones: zonas de presión con tiempos límite, ejercicios de triangulación para mejorar la visión, rondos condicionados donde la orientación del pase importaba más que la velocidad del toque. Al principio hubo confusión. Luego sorpresa. Finalmente, respeto. Los jugadores empezaban a entender que no estaban solo aprendiendo tácticas, estaban aprendiendo a pensar el fútbol. Bieler también puso especial atención en los jóvenes talentos. Sabía que ellos serían los protagonistas de su proyecto a largo plazo. Con ellos, dedicó sesiones individuales, explicando no solo movimientos, sino la lógica detrás de cada decisión: cuándo presionar, cuándo asociarse, cuándo acelerar y cuándo esperar. La cantera no era un simple semillero: era el laboratorio donde se construiría el futuro del club. Para Bieler, Hoffenheim era un lienzo en blanco y cada partido, cada entrenamiento y cada conversación eran pinceladas cuidadosamente pensadas. Su proyecto no prometía resultados inmediatos, pero sí coherencia, crecimiento y una identidad que nadie podría imitar fácilmente. La ciudad, el estadio, la plantilla y la directiva comenzaban a percibir algo que no se podía medir en estadísticas: un cambio silencioso pero irreversible, el nacimiento de una nueva era. Al final del primer día, mientras recorría nuevamente el PreZero Arena, Bieler observó cómo los pasillos empezaban a resonar con pasos de jugadores que practicaban sus movimientos, con risas y murmullos de aprendizaje. Era un sonido diferente al habitual: la sensación de progreso tangible. La niebla había desaparecido casi por completo, dejando ver la luz de un nuevo amanecer sobre Sinsheim. Y Bieler sabía que, aunque el camino sería largo y lleno de desafíos, su proyecto había comenzado con firmeza. Hoffenheim no solo había contratado a un entrenador. Había adoptado una filosofía, un estilo y un rumbo que transformaría al club para siempre. Y mientras el día avanzaba, una idea empezaba a calar en todos los rincones del estadio: este Hoffenheim sería diferente.
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PRESSEKONFERENZ. PREZERO ARENA. FRAGEN. IDEEN. RUEDA DE PRENSA. PREZERO ARENA. PREGUNTAS. IDEAS. El auditorio del PreZero Arena estaba lleno, aunque no abarrotado. Periodistas locales y nacionales se movían entre mesas y cámaras, preparando micrófonos, ajustando grabadoras y revisando libretas. Nadie sabía exactamente qué esperar de Pascal Bieler, el entrenador desconocido que, en silencio, había comenzado a transformar Hoffenheim desde su llegada. La curiosidad flotaba en el aire, mezclada con cierto escepticismo: ¿qué podía enseñar un joven entrenador sin experiencia mediática a un club de la Bundesliga? Bieler apareció en escena con paso firme y mirada serena. Su carpeta azul descansaba bajo su brazo, y su vestimenta simple contrastaba con la formalidad del momento. No había gestos grandilocuentes ni sonrisas exageradas; su presencia transmitía calma, seguridad y claridad. Los flashes de las cámaras lo iluminaron, pero él no parpadeó, no se inmutó. Se sentó frente a los micrófonos, abrió su carpeta y respiró profundo antes de hablar. "Gracias a todos por estar aquí," comenzó, su voz clara, firme pero tranquila. "Hoy no vengo a prometer títulos inmediatos ni milagros. Vengo a presentar un proyecto, una idea de juego y una filosofía que transformará a Hoffenheim desde dentro." Sus palabras, simples pero cargadas de intención, llamaron la atención de cada periodista presente. Bieler continuó explicando sus pilares: posesión, presión alta y verticalidad, no como simples conceptos tácticos, sino como herramientas para construir identidad y coherencia en el equipo. "Cada entrenamiento, cada decisión en el campo, cada jugador tendrá un propósito definido. La idea no es imponer talento, sino crear un sistema donde cada acción tenga sentido y cada jugador sepa qué hacer antes de recibir el balón." Las preguntas comenzaron. Algunos periodistas quisieron confrontarlo sobre su falta de experiencia en primera división; otros indagaron sobre cómo integraría a los jóvenes talentos de la cantera. Bieler respondió con calma, sin evasivas, explicando su enfoque detallado: "La cantera es parte central del proyecto. No se trata solo de formar jugadores, sino de formar pensadores del juego. Queremos un equipo que actúe como un todo, donde la inteligencia táctica sea tan importante como la habilidad técnica." Un murmullo de aprobación recorrió la sala. Su claridad y seguridad sorprendían, especialmente en contraste con los entrenadores mediáticos que a menudo usaban palabras grandilocuentes sin sustancia. Bieler no necesitaba impresionar: su coherencia y visión hablaban por sí mismas. Al final de la rueda de prensa, mientras los periodistas tomaban notas finales y las cámaras captaban sus últimos gestos, Bieler dejó una frase que resonó más allá del momento: "No he venido a cambiar Hoffenheim de la noche a la mañana. He venido a construir algo que dure, algo que sea reconocible, sólido y nuestro. El tiempo mostrará los resultados, pero la dirección está clara." Mientras salía del auditorio, la sensación era evidente: un entrenador desconocido, joven y seguro, había capturado la atención de todos. Hoffenheim no solo presentaba a un nuevo entrenador; estaba anunciando el nacimiento de un proyecto con identidad propia, un camino que marcaría la manera de jugar y pensar del club en los próximos años. La rueda de prensa terminaba, pero la historia recién comenzaba.
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DEN LESERN ANTWORTEN CONTESTANDO A LOS LECTORES -> @Viggo Se me vino a la cabeza comenzar más abajo, equipos como Karlsruhe, Bielefeld, Hannover 96 o Stuttgart, también lo pensé, pero al final tiré por un equipo con una buena cantera, aunque se puede mejorar, y dónde se puede hacer un buen proyecto a corto y largo plazo. Ya que mencionas el RB Leipzig, comentar que aún me duele en el alma ese crash que me diera el FM en esa partida... De echo pensé muchas veces en comenzar una nueva partida con ellos, pero al final siempre me tira atrás por el hecho de volver a jugar con este club. La verdad es que no lo pensará, pero tienes toda la razón. Este TSG 1899 Hoffenheim se parece al Villarreal en ese sentido. Me decanté también por ellos, por eso mismo, por la apuesta por la cantera y por qué buscan jugadores talentosos. Así que, esto lo vamos a seguir manteniendo y para ello vamos a tener que buscar bien y sobre todo barato. En esto quiero que también vosotros tengáis un peso importante en las decisiones que se tomen, tanto de fichajes de jugadores como en las ofertas que lleguen. Aún no sé muy bien como hacerlo, pero algo se me ocurrirá. Sí tienes algún jugador en mente que encajaría a la perfección en el club ya puedes ir diciendo nombre o nombres. En cuanto al entrenador, yo tampoco lo conocía, no os voy a mentir. Lo único que tenía claro de esta nueva historia es que quería comenzar en Alemania, que no me quería 'casar' con un club y que tuviese una cantera decente o al menos apostase por ella. Me puse a buscar entrenadores jovenes, con un perfil en concreto y encontré a Pascal Bieler. Decir que al empleado real, el que ya venía en la BD, no lo he eliminado de la BD. Lo que sé he hecho es quitarlo como segundo entrenador del SV Elversberg y de vez en cuando os iré contando donde se encuentra, en que equipo esta, etc. Lo del idioma español pues debe ser un bug del FM, porque yo no lo seleccioné en ningún momento. Lo único que tengo ya creado un manager que es español y no sé si viene por ahí los tiros. De cuando se crea se le queda asignado o no sé yo... Muchas gracias compañero por pasarte por aquí y dejar tu granito de arena!!!!
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JUNGER MANN. WITZIG. ANPASSUNGSFÄHIG. NEUERUNGSSÜCHTIG JOVEN. INGENIOSO. ADAPTATIVO. INNOVADOR. Pascal Bieler nunca fue un entrenador convencional. Para la mayoría, su nombre era apenas un susurro en academias de fútbol juvenil o en laboratorios de análisis de datos. Sin embargo, quienes habían trabajado con él sabían que su pensamiento era diferente, que su manera de ver el fútbol iba más allá de resultados inmediatos o tácticas tradicionales. Su mirada se centraba en patrones, en movimientos que otros no veían, en decisiones que parecían pequeñas pero que podían cambiar un partido entero. Desde adolescente, Bieler se distinguió por una curiosidad insaciable. Mientras otros soñaban con marcar goles o defender portería en la Bundesliga, él pedía libros de biomecánica, psicología deportiva y análisis espacial. Su habitación estaba repleta de cuadernos y pizarras, cada uno lleno de esquemas de juego y notas sobre movimientos que para cualquiera parecían triviales. A los veinte años ya tenía más libretas que camisetas, y más ideas que partidos jugados. Quienes lo describen destacan su obsesión por los detalles. No levantaba la voz, no buscaba protagonismo, pero siempre encontraba la fisura que otros pasaban por alto. Observaba a un lateral no solo por su velocidad, sino por cómo apoyaba el cuerpo al recibir el balón; estudiaba un pase de cinco metros como si fuera un golpe de ajedrez decisivo. Cada acción, cada decisión, tenía un propósito. En su estilo, no hay motivadores ruidosos ni discursos emotivos. Bieler construye estructuras, no solo tácticas, sino mentales. Cree que un equipo es un organismo que debe pensar, respirar y actuar como un todo. Su filosofía se resume en unos pocos principios, pero precisos: La posesión no es un fin, sino un medio para controlar emociones y espacios. La verticalidad no consiste en correr hacia adelante, sino en aprovechar el momento exacto en que el rival pierde concentración. La presión alta no es valentía, es lectura y anticipación. Cada movimiento debe plantear una pregunta al adversario, obligándolo a reaccionar antes de pensar. Bieler es, en todos los sentidos, un arquitecto de ideas. Sus entrenamientos parecen laboratorios donde se mezclan precisión, creatividad y exigencia mental. Para él, un equipo no debe moverse por inercia: todo pase, cada desplazamiento, cada pausa tiene intención. Cada jugador se convierte en un engranaje de un sistema mayor, donde la individualidad se combina con la identidad colectiva del club. Su trayectoria lo convirtió en un desconocido respetado. En equipos jóvenes, Bieler implementó sistemas que producían resultados visibles y, sobre todo, jugadores que pensaban el juego de manera más sofisticada. Algunos jóvenes talentos se formaron bajo su tutela y hoy están empezando a despuntar en ligas mayores. Hoffenheim lo eligió porque no buscaba una estrella mediática; buscaba a alguien capaz de transformar un club desde la base, desde la filosofía y la cultura futbolística. A pesar de su aparente calma, Bieler es intenso. Cada detalle del día a día importa: desde cómo se mueve el balón en los rondos hasta cómo un mediocentro se posiciona antes de recibir. No hay improvisación: todo tiene una razón, un sentido. Y esa precisión es la que hará que Hoffenheim deje de ser un equipo irregular y comience a tener una identidad clara, reconocible y moderna. Mientras la niebla del Kraichgau se disipaba sobre Sinsheim, Bieler caminaba por los pasillos del PreZero Arena visualizando su proyecto: juveniles que aprenden a tomar decisiones, mediocentros que interpretan espacios como ajedrezistas, delanteros que entienden cuándo y cómo acelerar la jugada. Cada día sería un paso más hacia un equipo que piensa el fútbol, no solo lo juega. El entrenador desconocido no buscaba aplausos inmediatos. Su meta no era la fama ni el reconocimiento externo, sino la coherencia interna, la evolución progresiva y la construcción de un legado. Y mientras Hoffenheim todavía dormía bajo el amanecer frío, Bieler ya había empezado a reescribir la historia del club en su mente, planificando movimientos que pronto se traducirían en victorias, aprendizajes y momentos inolvidables para jugadores y aficionados por igual. Hoy, más que nunca, Hoffenheim no estaba simplemente contratando un entrenador. Estaba adoptando una visión, un camino que nadie más había recorrido y que prometía transformar la manera en que el club entendía y jugaba al fútbol. Bieler, el desconocido, había llegado. Y con él, una nueva era comenzaba a gestarse en silencio, con paciencia, con rigor y con la firme intención de que, cuando el mundo mirara, ya no reconociera al Hoffenheim de antes.
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[en páginas interiores] MÄNNER 30.06.2025 PASCAL BIELER ES EL NUEVO ENTRENADOR DEL TSG HOFFENHEIM El TSG Hoffenheim se complace en anunciar el nombramiento de Pascal Bieler como nuevo entrenador del primer equipo. Bieler, de 36 años, firma para liderar al club con un proyecto a largo plazo centrado en el desarrollo de la cantera, la identidad de juego y la progresión de la plantilla en todas sus líneas. Después de un riguroso proceso de selección, la directiva del Hoffenheim decidió confiar en Bieler por su visión táctica innovadora y su experiencia en formación de jóvenes talentos, así como por su capacidad para implantar un estilo de juego reconocible, basado en la posesión, la presión alta y la verticalidad en ataque. Primeras palabras de Pascal Bieler "Estoy muy agradecido por la confianza que me ha mostrado el club," declaró Bieler en su presentación oficial. "Mi objetivo es construir un equipo sólido, que piense el juego de manera colectiva y que desarrolle a sus jugadores dentro y fuera del campo. Hoffenheim tiene una estructura excelente, con una cantera que quiero integrar plenamente al primer equipo, y juntos trabajaremos para que el club tenga una identidad clara y competitiva." La directiva del Hoffenheim expresó su confianza en Bieler, destacando su capacidad de liderazgo, disciplina y visión de futuro. Palabras del presidente, Dietmar Hopp "Pascal representa exactamente el tipo de entrenador que queremos para esta etapa de nuestro club. Su filosofía y sus métodos encajan perfectamente con la manera en que queremos que Hoffenheim juegue y se proyecte a futuro," afirmó un portavoz del club. Bieler asumirá oficialmente el cargo a partir de hoy y dirigirá el primer entrenamiento del equipo esta misma semana. La dirección deportiva ha indicado que su enfoque inicial combinará sesiones tácticas, trabajo físico específico y una integración progresiva de los jugadores jóvenes de la cantera en el primer equipo. El TSG Hoffenheim desea dar la bienvenida oficial a Pascal Bieler y espera una colaboración fructífera, marcada por la coherencia táctica, el crecimiento de los jugadores y el fortalecimiento de la identidad del club. -> Noticia · Perfil de Pascal · Más información de Pascal
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DEN LESERN ANTWORTEN CONTESTANDO A LOS LECTORES -> @Roverto313 Bienvenido a la historia. Puede que esta sea muy última y definitiva historia por aquí, nunca se sabe, pero estoy super motivado con esta nueva partida y veremos el descaste que causa en mí. Eso es futuro y vamos viendo. Entre los proyectos que me pasaron por la cabeza estaba el de la UD Ourense, sí. En el pasado ya lo intenté y la verdad que no duro mucho. De hecho tengo una partida con este mismo FM, el 26, en dónde estoy luchando por el ascenso a mitad de temporada. Tan solo llevo esos primeros meses de la partida. -> @pepetxins Bienvenido a la historia. Intento que mis historias tengan calidad, algunas veces sale lo que intento imaginar en mi mente y otras no, pero siempre intento que sea agradable para todos. Vamos ir conociendo más detalles a medida que vamos avanzando, pero yo os adelanto de que esta nueva historia se va ir cociendo a fuego lento. -> @Andrew Bienvenido a la historia. Ojalá, ojalá consiga finalizar como quiero esta partida, ya que, comienzo con muchas ganas, muy motivado y creo que es la partida que ahora mismo mejor me viene y con la que creo que puedo tener un largo recorrido. Se viene una partida en la que intentaré, en la medida de lo posible, añadir una trama, aunque se de sobra que esto no es mi fuerte y no sé si lo sabre reflejar bien, como lo hacen otros compañeros. Al menos lo intentaré. En cuanto al entrenador, pues no creo que sea muy conocido por la gran mayoría de nosotros, pero creo que puede llegar a ser un entrenador del que se va hablar en un futuro próximo. Veremos a ver hasta donde lo podemos hacer llegar nosotros. -> @ansodi Bienvenido a la historia. Era un buen momento para dejarme ver por aquí, aunque quizás la lanzase algo pronto (no tengo muchos posts preparados), pero bueno ya está. Es hora de pasarlo bien, y que lo paséis bien con la historia, y espero que al final estemos dándole un bonito final entre todos. -> @dankerlot Bienvenido a la historia. Como ya he mencionado, espero y deseo que podamos, dentro de mucho tiempo, darle un buen desenlace entre todos. Esta historia no solo la voy a jugar yo, sino, que vosotros también vais a tener participación en ella. Espero que entre todos disfrutemos que para mí ahora mismo es lo más importante. -> @Viggo Bienvenido a la historia. Correcto, estoy totalmente de acuerdo contigo y tú sabes muy bien de lo que hablas. Tan solo espero que ahora mismo todos la podamos disfrutar de alguna manera y que al final de muchas páginas y tiempo, podamos darle entre todos un bonito final. Poco a poco vamos a conocer más detalles de esta historia, pero ya os digo que se va ir conociendo a ritmo lento y sobre el entrenador pues es desconocido. Creo que tiene por delante un futuro muy bueno y que en el un futuro próximo su nombre se va a dar a conocer más. -> @Lineker Bienvenido a la historia. Vais a tener tiempo para ir poniéndoos al día, ya que, voy a ir a un ritmo lento, en donde todos nos encontremos confortables y tengáis que estar pendientes todo el día si hay actualización o no. Muchas gracias a todos por la bienvenida de la historia, por estos primeros comentarios y espero veros muchas más veces por aquí. Gracias compañeros!!!!
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Die metamorphose des Kraichgaus
VORWORT DES AUTORS PRÓLOGO DEL AUTOR. Hubo un momento, no hace tanto, en el que pensé que no volvería a escribir una historia en FMSite. No porque se me hubiesen agotado las ideas o las ganas de crear, sino porque mi anterior aventura terminó de una forma que no esperaba. Aquel proyecto, que en mi mente tenía un final épico y redondo, se fue apagando entre pausas, decisiones que no llegaban y circunstancias que me obligaron a dejarlo a medias. Esa sensación de inconcluso, de haber soltado la cuerda antes de tiempo, se instaló en mí más tiempo del que admití. Y quizá por eso me costó tanto volver a plantearme empezar algo nuevo. Aun así, siempre quedó dentro esa pequeña espina clavada: la que solo puede sacarse escribiendo otra historia. Pero Football Manager siempre vuelve a llamar. Incluso cuando crees que necesitas un descanso, aparece ese impulso casi irracional por abrir el juego, trastear con un planteamiento táctico, ojeadores, juveniles o promesas. Ese cosquilleo que solo sentimos quienes disfrutamos convirtiendo una simple partida en un relato con vida propia. Al principio no tenía claro hacia dónde ir; de hecho, tenía en mente varias ideas, varios equipos, varios retos que me rondaban la cabeza sin terminar de encajar. Pero de repente, como sucede con las decisiones importantes, todo se colocó solo. Una idea tomó forma, un proyecto comenzó a cobrar sentido y me di cuenta de que este era el camino que tenía que seguir. No por obligación, sino por ilusión. Vuelvo con las pilas cargadas, con ilusión renovada y con ganas de disfrutar del nuevo FM26. Esta vez no busco únicamente resultados, rachas o títulos: busco construir algo que tenga alma, que transmita emociones, que se sienta real. Quiero una historia que respire fútbol en cada línea, que explore el día a día, la presión, las dudas, las convicciones y los momentos que definen una temporada. Y, sobre todo, quiero que tú (sí, tú que estás leyendo esto) formes parte del viaje desde el primer capítulo. Que sientas que esta historia también es un poco tuya. Que sufras, rías, te sorprendas y te involucres como si tú también fueses parte del staff, del vestuario o de la grada. Esta nueva aventura no pretende ser “una más”. Pretende ser distinta, cercana, escrita desde dentro, con un universo propio alrededor del míster y todo lo que le rodea. Quiero que no se limite a narrar lo que pasa, sino que te haga visualizarlo, sentirlo, imaginarlo. Quiero que cada capítulo te meta dentro del club, del proyecto, del vestuario, del entrenador y de cada decisión que tomemos juntos. Esta vez, más que nunca, mi objetivo es disfrutar… y hacer que disfrutéis conmigo. Bienvenidos a la Historia. Empieza una nueva etapa. Una aventura con ambición, emoción y ganas de llegar hasta donde no pude llegar en la última. Esta vez, no pienso quedarme a medias. Esta vez, pienso llegar hasta el final. nenogaliza
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Die metamorphose des Kraichgaus
DAWN. SINSHEIM. BIELER. LEGACY. AMANECER. SINSHEIM. BIELER. LEGADO. El amanecer sobre Sinsheim no era un amanecer común. La bruma se extendía sobre las colinas del Kraichgau como una sábana silenciosa, espesa y húmeda, que parecía absorber cada sonido, cada respiración. Las hojas de los árboles temblaban apenas bajo el viento tímido, y los primeros rayos de sol luchaban por atravesar la densidad de la niebla. Era un paisaje que forzaba a detenerse, a mirar dos veces, a percibir matices que a menudo pasan desapercibidos. En la explanada frente al que va ser su nuevo estadio no había vida aparente. Ni coches, ni aficionados, ni periodistas. Todo estaba sumido en un silencio tan absoluto que los pasos de un hombre se escuchaban con una claridad casi exagerada. Aquella figura avanzaba desde la parada del tranvía, mochila gris colgada del hombro, carpeta azul apretada contra el pecho. No caminaba con prisa, pero tampoco con indiferencia. Cada paso era medido, consciente, cargado de la determinación de alguien que sabe que ha llegado al momento de su vida que cambiará para siempre. Ese hombre era Pascal Bieler, un desconocido para muchos, pero no para aquellos que habían seguido sus pasos en academias, laboratorios de datos y equipos jóvenes. Nadie esperaba su llegada, nadie lo celebraba con aplausos ni flashes, y, sin embargo, la escena parecía diseñada para él. La niebla parecía abrirse ligeramente a su paso, permitiéndole atravesar el umbral del estadio como si la propia ciudad respirara en complicidad con su llegada. Mientras se acercaba, Bieler observaba cada detalle del estadio, cada sombra que la luz tenue proyectaba sobre el suelo mojado, cada grieta en las paredes que habían sido testigos de innumerables entrenamientos y partidos. En su mente, el espacio se transformaba en un mapa táctico, un tablero invisible donde podía predecir movimientos, anticipar reacciones y planificar combinaciones antes incluso de que los jugadores las ejecutaran. Para él, cada metro cuadrado del estadio tenía un significado. Cada sombra, un riesgo. Cada reflejo, una oportunidad. Al llegar a la entrada principal, se detuvo y respiró hondo, dejando que el frío le llenara los pulmones y el silencio le recordara que estaba a punto de asumir algo más grande que él mismo. Este estadio, este club, esta ciudad, no eran solo un lugar de trabajo. Eran un lienzo en blanco, un laboratorio donde podía experimentar, enseñar y construir una filosofía que fuera más que resultados inmediatos: un estilo de juego, una identidad. Dentro del estadio, la sensación de vacío era casi poética. El eco de sus pasos resonaba entre las gradas y los pasillos, creando un ritmo propio, un metrónomo silencioso que parecía acompañarlo en cada gesto. Pasó frente a los vestuarios, imaginando el murmullo futuro de los jugadores, las conversaciones tensas antes de los partidos, las risas y los suspiros después de cada entrenamiento. Cada rincón del estadio parecía hablarle, revelando secretos acumulados, lecciones aprendidas y errores que jamás debía repetir. Mientras avanzaba, Bieler recordó los años de formación silenciosa: los cuadernos llenos de diagramas, los análisis minuciosos de partidos a cámara lenta, las horas observando movimientos que otros consideraban triviales. Todo eso lo había preparado para este momento. Cada sacrificio, cada estudio obsesivo, cada decisión aparentemente insignificante, ahora tenía sentido. Se sentía listo para transformar un club, para implementar un método, para infundir en un equipo la filosofía que había cultivado en la sombra durante años. En la sala de reuniones, se sentó frente a la mesa de la directiva. Los papeles frente a él contenían esquemas y diagramas, pero también ideas, principios que iban más allá de la táctica: la posesión no como fin, sino como medio; la presión no como esfuerzo, sino como herramienta; la verticalidad no como impulso, sino como estrategia calculada. Mientras hablaba, sus palabras llenaban la sala, impregnando cada rincón de intención, claridad y visión. Los directivos escuchaban, atrapados por la certeza de que aquel hombre no venía a improvisar, sino a construir. Cuando terminó, el silencio volvió a caer, pero ahora cargado de expectación. Nadie cuestionaba su llegada, nadie dudaba de su capacidad. La decisión estaba tomada. El club había encontrado no solo un entrenador, sino un arquitecto de identidad, alguien capaz de transformar un club en algo más grande que la suma de sus partes. Al salir de la sala, Bieler recorrió nuevamente el estadio. Esta vez, cada sombra, cada pasillo, cada rincón parecía recibirlo, como si el propio edificio reconociera la importancia de su presencia. El amanecer se había transformado: la niebla empezaba a disiparse, dejando entrever la luz que prometía días diferentes. Y con ella, la promesa de una historia que recién comenzaba, una historia que no se mediría solo en victorias y derrotas, sino en la construcción meticulosa de un estilo, una identidad, un legado. Era el primer día. El primer día de algo que ya empezaba a cambiar para siempre.
- GLOBAL UNITED. Historia interactiva [VOTACIÓN PROBLEMA TÉCNICO]
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El Rincón del Historiador
Done.
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De eso se encarga @Black_River 😎